Volvamos la vista hacia atrás, veinte años atrás. Situémonos en 1992 y veamos a un joven Drogas editando el que sería su primer disco como Txarrena. Ahora, volvamos al presente y encontrémonos con alguna arruga más en la frente del navarro y la reedición de este primer trabajo.
Esta vez la edición consiste en un libro-CD con dos discos. El primero de los discos de trata de la reedición de su primer y homónimo trabajo, descatalogado desde hace años, mientras que el segundo, “Libros prestados”, está compuesto por doce nuevos temas acústicos grabados en el lugar donde siempre ha realizado sus maquetas, “La cueva de los txandríos”. Por último, el libro, “El ojo de la aguja”, lo conforman catorce escritos a puño y letra de El Drogas.
Respecto a la reedición de “Txarrena” no mucho que decir que no se haya dicho ya. Son los temas de siempre con la voz e instrumentación de siempre, es Txarrena sin más ni menos magia que las ganas de un primer proyecto.
Sin embargo, si hemos de hablar de “Libros prestados” las palabras se quedan cortas. Tan sólo una guitarra acústica sirve de base instrumental a la madura voz de un Drogas puro y limpio que hará que, si cierras lo suficientemente bien los ojos, sientas que está cantándote únicamente a ti.
Protagonista indiscutible es “Sin Reverencias”, que nos presenta un rock con sabor a blues trágico pero con tintes increíblemente alegres, que te taladrará el oído haciéndote tararearla una y otra vez sin poder parar. No obstante, no es la única gran joya de un álbum repleto de diamantes, entre los que nos podemos encontrar con “No das pena”, tema en el que el cantante se convierte en simple narrador para así cerrar magistralmente un disco completamente redondo.
En definitiva, el rock se ha hecho persona, o la persona se ha hecho rock. Ha puesto voz y guitarra a toda una vida dedicada a crear melodías que han protagonizado muchos de los momentos más importantes de las vidas de un gran número de personas. Ha logrado hacernos sentir especiales con una sola canción y, lo que es más importante, ha logrado crear esa magia que tan sólo un acorde perfecto es capaz de crear.
Miriam
Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.
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