Revista Cocina
Toda recomendación de alimentación sana se basa en hacer cinco comidas diarias, por lo que la merienda es fundamental. Evidentemente, hay meriendas más sanas que otras. Te damos consejos para preparar meriendas ligeras.
Merendar es fundamental, pero hay que tener cuidado con lo que tomamos. Si podemos evitar dulces, bollería, patatas fritas y otro tipo de comida basura o alimentos calóricos, mejor.
Cuando hablamos de meriendas light o ligeras no solo nos referimos a fruta o un yogur, hay muchas más opciones aptas para todos los gustos que no hacen que arriesguemos nuestra figura.
Independientemente de si quieres hacer dieta o simplemente buscas comer sano y de manera equilibrada, la merienda debe ser una de las comidas del día imprescindibles en tu rutina.
¿Quieres saber qué requisitos tiene una merienda sana?
Nutrientes extras: Debemos aprovechar las meriendas para añadir nutrientes a nuestra dieta, como vitaminas, calcio, antioxidantes o fibra.
Cantidad: No se trata de darnos un atracón para merendar. Es simplemente matar el gusanillo y mantener activo nuestro metabolismo. Una merienda muy pesada bajará tu rimo de actividad por la tarde.
Calidad: Meriendas variadas, pero de calidad. En una merienda sana no todo es fruta: batidos ligeros, un trozo de chocolate, pan integral con pavo, frutos secos, cereales…hay muchas opciones válidas, siempre que sean ligeras.
Adaptación: No nos apetece tomar lo mismo en verano y en invierno. Lo mismo sucede a la hora de merendar. Es probable que en invierno, merendar una infusión y fruta te apetezca mucho, pero en verano tu cuerpo te pedirá más un refrescante zumo de frutas o un granizado natural.
Horarios: La merienda también tiene sus horarios. Si hacemos una merienda muy tardía se nos juntará casi con la cena y descuidaremos esta última comida del día.