El clypeáster es una de las más curiosas criaturas marinas. Es un verdadero erizo, pero difiere de las especies clásicas por su forma aplanada como una galleta y sobre todo por la ausencia de las características púas largas.
En el clypeáster, las púas se han transformado en finas agujas, cuya longitud no excede uno o dos milímetros. Esta cobertura le da un aspecto aterciopelado, y normalmente se cree que este animal está provisto de revestimiento piloso. Los relieves y dibujos que adornan su caparazón son bien visibles y generalmente tienen formas armoniosas. A pesar de su aspecto más o menos perfectamente circular, el clypeáster está conformado de acuerdo con el modelo pentagonal propio de todos los erizos del mundo. El clypeáster se encuentra en las orillas arenosas, donde frecuenta las aguas muy poco profundas. Vive en las zonas donde no está expuesto al oleaje, que es nefasto para él. Es abundante y se pueden recoger varios centenares por metro cuadrado cuando las condiciones favorables le permiten proliferar. El clypeáster lleva una existencia monótona, enterrado casi completamente en la arena. Algunas especies, puesto que existen varias, se entierran totalmente, otras dejan ver solamente su relieve; otras se entierran al bies, conservando una parte de su caparazón fuera de la arena. Las espinas del clypeáster están cubiertas de cilios que, mediante un movimiento continuo, crean débiles remolinos de agua que atraen las partículas alimenticias en suspensión. Estas partículas llegan a la boca del animal gracias a una corriente de mucus.Grupo: EquinodermosClase: EquinoideosOrden: ClipeastroideosFamilia: ClipeástridosGénero y especie: Peronella japonica (clypeaster)Revista Ciencia
También se le llama "dolar de las arenas"
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