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Coccidiosis canina

Por Jgallego19
Coccidiosis canina

La coccidiosis canina es una enfermedad que de no ser tratada a tiempo puede producir un cuadro grave en la patología del animal que le puede conducir a la muerte.

Los responsables de esta enfermedad se llaman coccidios, unos pequeños protozoos (organismos unicelulares) que viven en el tracto intestinal de los perros.  Esta enfermedad es más común en los cachorros de menos de seis meses de edad que en los perros adultos.

Los ooquistes son los huevos donde están los parásitos. Tienen una capa protectora que los hace muy resistentes, y se encuentran dentro de las heces fecales.

Estos huevos pasan por el tubo digestivo y llegan a estómago, donde los jugos gástricos eliminan la cubierta que los protege. De ahí van al intestino delgado, desde donde provocan la infección hacia todo el cuerpo.

¿Cómo se transmiten los coccidios?

Un cachorro no nace con estos parásitos en su intestino. Sin embargo, una vez nacido, el cachorro está expuesto frecuentemente a las heces de su madre, y si la madre está arrojando los agentes infecciosos en sus heces, entonces es probable que el cachorro los ingiera y los coccidios se desarrollen dentro de los intestinos del animal.

Un cachorro, hasta los seis meses de vida, no tienen ningún tipo de inmunidad contra los coccidios. A menudo esta causa tiene efectos muy graves para el animal.

Desde que el perro se infecta, hasta la aparición de la enfermedad, pueden pasar al menos 13 días. La mayoría de los cachorros que están enfermos de coccidiosis tienen al menos dos semanas de edad.

La mayoría de las infecciones son el resultado de la propagación desde la madre, aunque éste no es siempre el caso. Cualquier perro pequeño que esté infectado es contagioso para otros cachorros. En un criadero de perros, refugio o clínica veterinaria, es conveniente aislar a los animales infectados de los que no lo son.

Síntomas de la coccidiosis.

El signo principal de un animal que sufre coccidiosis es la diarrea. La diarrea puede ser de leve a severa, dependiendo del nivel de infección. La sangre y mucosa pueden estar presentes, especialmente en casos avanzados. Los animales que están severamente afectados también pueden vomitar, perder el apetito, deshidratarse y, en algunos casos, morir a causa de esta enfermedad.

La posibilidad de coccidiosis siempre debe tenerse en cuenta cuando te encuentres al lado del animal (sobre todo en cachorros menores de seis meses de vida) una deposición suelta o diarrea. Un examen fecal microscópico hecho por un veterinario, detecta los quistes que confirman el diagnóstico.

Cabe mencionar que el estrés puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de la coccidiosis. No es raro que un cachorro aparentemente sano, al llegar a un nuevo hogar desarrolle una diarrea varios días después, dando lugar a un diagnóstico de coccidios.

Si el cachorro ha estado en el nuevo hogar menos de 13 días, significa que se infectó de coccidiosis antes de su llegada; recuerda que el período de incubación de la enfermedad son unos 13 días. Si el cachorro ha estado en el nuevo hogar más de éste tiempo, entonces la coccidiosis muy probablemente se habrá producido después de la llegada del animal.

Riesgos de la enfermedad.

Aunque muchos de los casos son leves, no es raro ver como una diarrea sangrienta da como resultado la muerte por deshidratación del animal. Ésta es la consecuencia más común en animales que están enfermos o infectados con otros parásitos, bacterias o virus.

La coccidiosis es muy contagiosa, en especial entre los cachorros de menor edad. Pueden llegar a contaminarse perreras enteras con cachorros de muchos grupos de edad afectados al mismo tiempo.

Tratamiento.

Afortunadamente la coccidiosis se puede tratar. Diferentes medicamentos son utilizados para su prevención y posterior tratamiento. Debido a que estos medicamentos no matan a los microorganismos, sino que inhiben su capacidad de reproducción, la eliminación de los coccidios no es rápida.

Los tratamientos farmacológicos requieren generalmente de una a tres semanas de duración.

¿Cómo se previene la coccidiosis?

Como ya hemos comentado, los coccidios se transmiten por las heces de los animales portadores del virus, por lo que es  muy importante un saneamiento estricto en el ámbito de nuestra mascota. Todo el material fecal debe ser eliminado. El hogar donde viva el animal infectado, tiene que estar ordenado de tal manera que ni los alimentos ni el agua puedan llegar a ser contaminados por heces.

La mayoría de los desinfectantes no funcionan bien contra los coccidios. Los mejores métodos para eliminar los coccidios son la incineración de las heces, el vapor de agua para la limpieza del hogar, la inmersión en agua hirviendo de prendas o mantas que tenga el animal infectado, o una solución del 10% de amoníaco en agua.

Los coccidios pueden soportar la congelación.

Las cucarachas y las moscas pueden llevar mecánicamente coccidios de un lugar a otro. Los ratones y otros animales pueden ingerir los coccidios y, cuando se mueran, ser comidos por un perro, lo que puede infectar al canino.

Las especies de coccidios de perros no infectan a los seres humanos.


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