Revista Cocina

¡Cocinando, que es gerundio!

Por Especialistamike
Pues nada, aquí vuelvo al ataque con otra mini-entrada de esas que sirven para ganar tiempo de cara a escribir algo más jugoso y en condiciones... 
Nuevamente el tema culinario a escena, con una receta bien sencilla de hacer y que esta mañana hemos perpetrado para comer: un lomo a la sal. Esta forma de cocinar el lomo es herencia directa de mi madre (¡mamá, un saludo!) y en casa era una cosa habitual. 

¡Cocinando, que es gerundio!

La prueba del crimen...


Basta con coger un lomo de cerdo, pintarlo con un poco de aceite de oliva (y si os gustan las hierbas aromáticas, pues también...), colocarlo en la bandeja del horno sobre una cama de sal gorda humedecida ligeramente, y cubrirlo por completo con más sal humedecida. Luego al horno (precalentado previamente a unos 200ºC durante unos diez minutos), y allí lo tenemos a unos 180ºC durante más o menos una hora. Todo depende del grosor y el tamaño de la pieza de carne. Cuando la costra de sal que se ha formado comienza a resquebrajarse, es señal de que empieza a estar listo. Sólo nos queda sacarlo , dejar que enfrie, retirar la corteza de sal (que se quita muy fácilmente) y cortarlo en rodajas, más o menos gruesas a gusto del consumidor. 
En casa lo solíamos comer con un poquito de pimienta y un chorrito de limón, aunque hoy le hemos acompañado de una salsa de pimienta verde de esas de sobre, que te ahorran tiempo, dinero, y no están nada mal. También se puede hacer con carne de ternera (que se hace antes y se puede dejar menos hecha...) o con pescado. Ya me contareís si lo probaís, o si lo habeís probado ya y teneís vuestra forma particular de hacerlo, no dudeís en contarlo, ¡que yo saco rápidamente el libro de recetas  y apunto!

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