Tras cuatro años de investigación, un trabajo conjunto entre el Instituto de Biomecánica de Valencia, el Instituto Tecnológico Textil de Alcoy y el Instituto Europeo del Sueño, se ha presentado BabyKeeper, un nuevo colchón que reduce los factores de riesgo de muerte súbita en los bebés. Según explican los expertos, se han logrado reducir hasta en un 72% esos factores de riesgo, como por ejemplo evitar que el bebé respire nuevamente el C02 que evacúa durante la respiración, eliminar el exceso de calor o evitar las sustancias tóxicas que puedan estar presentes en el ambiente.
Los desarrolladores del colchón BabyKeeper explican que es una herramienta esencial para la prevención de la muerte súbita de los lactantes. De todos modos hay que recordar que existen varias hipótesis y teorías patogénicas en torno a este síndrome, así como diversas patologías infecciosas, respiratorias, metabólicas, cardíacas, etc. Como sabemos, la muerte súbita es una de las principales preocupaciones de los padres, hay que tener en cuenta que cada año mueren en Europa unos 2.400 bebés y el 85% mueren antes de los seis meses de vida.
BabyKeeper, el colchón que previene la muerte súbita, se lanza al mercado farmacéutico y cuenta con la certificación sanitaria y comunitaria correspondiente, la prevención la realiza especialmente con los factores antes descritos. Los expertos explican que se ha demostrado que el exceso de calor, la posibilidad de volver a respirar el C02 expirado y la toxicidad resultante de los componentes de los productos que rodean a un bebé, afectan a su respiración y lo estresan, por ello, recomiendan eliminar los objetos cercanos a la cuna evitando que estén cerca del bebé en un momento tan vulnerable como es el sueño.
El nuevo colchón BabyKeeper cuenta con la firmeza adecuada para facilitar el descanso y reducir el riesgo de muerte súbita, en este sentido, un estudio británico demostró que la superficie en la que descansa el bebé es un factor que puede contribuir a reducir el riesgo. Su superficie, ya sea en una postura lateral o boca abajo, no fuerza al sistema respiratorio y no provoca su obturación. No se necesitan sábanas, elemento que podría provocar asfixia, su superficie es resistente a los líquidos y flujos orgánicos gracias a la composición de su núcleo, por lo que no se pueden producir reacciones químicas que liberen determinados componentes químicos perjudiciales para la salud de los bebés.
Cuenta con una estructura especial de membrana abierta que logra reducir la re inhalación del C02 al evitar su acumulación y no superando en ningún caso el 3’5% de concentración, por debajo del umbral de seguridad establecido en un 5%. En el caso de regurgitación del flujo gástrico, el líquido no produce encharcamiento, por lo que se reduce el riesgo de ahogo en los bebés. Hablando del calor y el sofoco, gracias a que el colchón cuenta con un diseño reticular del núcleo y un tejido 3D en la funda, se mejora la evacuación del calor y se facilita la transpiración.
El colchón ofrece protección permanente contra los microorganismos gracias a que se núcleo integra la función higiénica Sanitized, lo que garantiza una protección contra moho, bacterias y otros agentes patógenos. El colchón es fácil de limpiar y se seca rápidamente, este es otro beneficio a añadir que facilita que el entorno de descanso del bebé esté siempre en las mejores condiciones higiénicas. A través de la página oficial de BabyKeeper podréis conocer toda la información relacionada con el colchón.
El colchón para prevenir la muerte súbita del lactante se comercializa en farmacias a un precio de entre 150 y 250 euros, dependiendo de la medida.
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Colchón que reduce los factores de riesgo de muerte súbita en los bebés