Revista Cocina
Siempre me han gustado los refranes populares, será porque desde que tengo uso de razón los he escuchado en mi entorno y he seguido la costumbre de decirlos cuando he tenido oportunidad…vamos que como los “antiguos” soy refranera. Uno de ellos es muy peculiar, dice así: “Sarna con gusto no pica” y viene a significar que quien quiere algo de forma voluntaria, no siente molestias por las posibles incomodidades.Esta paremia conoce una réplica: Sarna con gusto, no pica, pero mortifica; con ello se indica que siempre se produce algún daño, inquietud, incluso molestia.
En la cocina, también viene bien echar mano al rico refranero español y ésta es una de ésas ocasiones, preparar coliflor, hay que sufrir su temible, desagradable y casi inevitable olor para disfrutar posteriormente de una riquísima y sana verdura; por muchas recomendaciones o “trucos” para suprimir o atenuar que se transmiten en el mundillo “gastronómico” y que personalmente no me atrevo a desmentir, pero que según tengo entendido no suelen ser demasiado efectivos, igual quienes lo hayan puesto en practica posteriormente no suelen indicar la realidad, que no sirven para mucho.
Consejos que quizás son muy útiles, desde el que indica que hay que añadir al agua de cocción un trocito de pan, zumo de limón o colocar sobre la tapa un trozo de miga de pan; otros indican que para que no huela la cocina hay que hervirla en mitad de agua y mitad de leche, incluso el hecho de añadir una manzana verde cortada en trozos mientras se cuece.
Hay quién para reducir ese olor tan “desagradable” para la gran mayoría, la cuecen en el microondas, sin añadir nada, ni tan siquiera agua, por lo que sólo se perciben su olor en el instante de abrir el micro y aún menos si la colocan en una bolsa cerrada y especializada para cocinar en ella, que las hay.
También el olor es menor si se cuece en una olla rápida, al vapor, con poca agua, de forma que la coliflor esté en un cestillo y el agua no la toque; al destapar la olla expres se percibe un olor más ligero que cociéndola normalmente, que prácticamente durará poco y la coliflor queda blanca y en su punto.
Esta última formula es la que yo suelo usar cuando no puedo cocerla tradicionalmente, ya que a pesar de todos los consejos la gran mayoría de las veces la cuezo a fuego lento en la pequeña hornilla de mi patio, al aire libre…… aunque digan que “sarna con gusto no pica”….en “Mi cocina” gusta la coliflor, pero no es plato de buen gusto el olor que deja mientras se cocina…he de reconocer que “me pica” si la hago en el interior.
Una curiosidad ¿sabian que como su propio nombre indica, la coliflor es en realidad una flor?Según he podido leer, es un conjunto de flores pequeñas agrupadas, de la familia de las crucíferas, a las que también pertenecen el brócoli, la lombarda, el repollo, la col….
¿Cómo la he preparado?
Cortar la coliflor en tallos; para ello hacer un corte por la parte inferior de la coliflor y del tallo principal y, con la ayuda de un cuchillo pequeño, sacar pequeños ramilletes con un trocito de tallo en la parte inferior. Sumergirlos en un cuenco con agua, a fin de eliminar las posibles impurezas. Poner los tallos enteros dentro de una cacerola salando el agua al gusto y cubrirlas con agua, dejándola cocer aproximadamente unos quince minutos (para saber si está cocida, pinchar el tallo, si está tierno será el indicador de que está lista). Sacar y escurrir bien. Colocar los tallos en un fuente especial para hornear.Precalentar el horno a 180º C.Mientras en una cacerolita echar dos o tres dados de mantequilla y ponerla al fuego.Una vez que esté derretida añadir dos cucharadas soperas de harina y remover durante unos minutos. Salpimentar al gusto.Agregar un vaso bien colmado de leche y remover con unas varillas.Cuando estélista la bechamel, echarla por encima de la coliflor y cubrir con queso rallado.Hornear durante unos diez minutos aproximadamente, hasta que se forme una costra doradita y crujiente.
¡¡ Buen provecho !!