La colitis es el término médico usado para definir la inflamación del colon. El colon es la parte inferior del tracto digestivo. Se extiende desde el ciego hasta el recto, y junto con estas dos partes forma el intestino grueso. Muchas cosas pueden causar que el colon se inflame, incluyendo una infección bacteriana, una infección por parásitos internos y una condición conocida como enfermedad inflamatoria intestinal. Dependiendo de la causa subyacente, la colitis en los gatos puede ser aguda (repentina aparición), episódica (crece y disminuye) o crónica (de larga duración).
La inflamación del colon desencadena una cascada de eventos gastrointestinales a nivel celular que acaban por reducir la capacidad del colon para absorber el agua de los residuos sólidos antes de ser desechados. Esto hace que las heces del gato sean blandas, acuosas, grasientas y a veces teñidas de sangre.
Causas de la colitis en los gatos
Las causas de la colitis se pueden caracterizar de varias maneras:
- Trastornos intestinales infiltrantes primarios:
- enfermedad inflamatoria intestinal
- neoplasia maligna/cáncer
- Enfermedades infecciosas:
- enteritis aguda infecciosa
- parásitos internos
- infección bacteriana, fúngica (de hongos) o viral
- infección por otros microorganismos
- Otras enfermedades o trastornos médicos primarios que causan una irritación secundaria en el intestino grueso:
- administración de antibióticos que alteran la flora normal del intestino
- alergias a algunos alimentos
- sensibilidad o intolerancia a ciertos ingredientes de la dieta
- estrés ambiental
- ingestión de cuerpos extraños o toxinas
- sobrecrecimiento bacteriano
El Tritrichomonas foetus ha sido identificado como un patógeno gastrointestinal en los gatos domésticos. Este parásito puede infectar a los gatos de cualquier edad, raza o género, aunque tiende a aparecer con mayor frecuencia en los gatos jóvenes que viven en condiciones insalubres o en sitios muy concurridos.
Síntomas
Los síntomas más comunes de la colitis en los gatos implican cambios en la consistencia de las heces y viajes cada vez más frecuentes a la caja de arena. Los gatos afectados suelen tener diarrea, a menudo teñida de sangre, y malestar digestivo.
Los síntomas aparecen de repente cuando la colitis es aguda, aumentan y disminuyen cuando la colitis es episódica, y van empeorando poco a poco con el tiempo si la condición es crónica. Los gatos pueden ser muy estoicos y no mostrar signos externos de dolor abdominal, incluso cuando son graves.
Los dueños de gatos con colitis pueden notar alguna combinación de los siguientes síntomas:
- Diarrea con rastros de sangre roja (rectorragia)
- Diarrea con rastros de moco o grasas sin digerir (viscosa, heces sueltas grasosas)
- Esfuerzo para defecar, con o sin éxito (tenesmo)
- Evacuación difícil o dolorosa (disquecia)
- Aumento de la frecuencia de la defecación o del número de intentos
- Urgencia de llegar a la caja de arena
Éstos se conocen comúnmente como signos de “diarrea de intestino grueso”. Sin embargo, también pueden estar asociados con trastornos del intestino delgado.
Los gatos con colitis aguda, por lo general, tienen diarrea de intestino grueso y tenesmo (necesidad de defectar, aún con los instestinos vacíos), sin otros signos de enfermedad. Su excremento es pequeño en volumen, casi líquido o líquido y contiene moco y sangre roja brillante. La primera parte de la materia fecal puede parecer bastante normal, pero se vuelve turbia y gelatinosa al final.
Los gatos con colitis episódica o crónica moderada o grave tienen síntomas similares, pero duran semanas o meses en lugar de días. En los casos crónicos, el gato puede desarrollar signos de malnutrición, aunque ésto es poco común. La colitis crónica puede causar uno o más de los siguientes síntomas en los gatos, además de los signos de diarrea de intestino grueso comentados anteriormente:
- Se alejan para no ser tocados
- Se esconden de las personas u otros animales domésticos
- Duermen más de lo normal
- Vómitos
- Deshidratación
- Pérdida del apetito
- Pérdida de peso
- Pelaje deslucido
- Mala condición física
- Letargo
Si el intestino delgado, la parte superior del tracto intestinal, también se inflama, el gato puede tener heces negras alquitranadas, además de/en lugar de diarrea con sangre roja y moco.
Diagnóstico
Tu veterinario le hará un examen físico a tu gato y obtendrá una historia médica, y además tendrá en cuenta los síntomas que tú has notado. El veterinario puede ser capaz de determinar la causa dependiendo de cómo se ha presentado la colitis, es decir, si ha sido una aparición repentina, lleva tiempo sufriéndola o va y viene. Él podrá llevar a cabo las siguientes pruebas:
- Prueba fecal de bacterias, nematodos (gusanos) y Giardia
- Recuento sanguíneo completo. La mayoría de los casos revelarán un hemograma normal, pero algunos gatos pueden haberse vuelto anémicos.
- Perfil químico sanguíneo para evaluar la presencia de diabetes mellitus, enfermedad hepática o enfermedad renal.
- Análisis de orina
- Colonoscopia y biopsia para verificar si existe cáncer.
- Tripsina inmunoreactiva (TLI) para evaluar la presencia de pancreatitis.
- Pruebas del virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y del virus de la leucemia felina (VLFe), para comprobar si existe una enfermedad secundaria.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa por la que se inflama el colon y la frecuencia y severidad de los síntomas.
A la mayoría de los gatos con colitis aguda se le tratan los síntomas, debido a que la causa de su enfermedad no está determinada y por lo general mejoran por sí solos. Sin embargo, los gatos con colitis crónica o episódica casi siempre necesitan atención médica. En algunos casos, la colitis en realidad se puede curar. En otras ocasiones, sólo se puede controlar a través de la gestión médica y la modificación de la dieta.
Es preferible el tratamiento ambulatorio, a menos que la diarrea del gato sea tan grave que pueda deshidratarse peligrosamente y necesite líquidos por vía intravenosa y la reposición de electrolitos, y la atención deba darse en el hospital. Existen varios medicamentos disponibles para tratar la colitis, incluyendo antibióticos, antihelmínticos (medicamentos antiparasitarios) y otros medicamentos antimicrobianos. Los medicamentos anti-inflamatorios e inmunosupresores, especialmente los corticosteroides, se utilizan a menudo en los casos graves.
Quitarle la comida al gato durante 24 horas puede ayudar a minimizar la gravedad de la colitis, aunque esto sólo se debe hacer bajo la supervisión del veterinario. Eso sí, el gato siempre debe tener libre acceso al agua potable, a menos que el veterinario recomiende lo contrario. La ansiedad y el estrés también pueden contribuir a los brotes de colitis felina. Los gatos con tendencia a la irritación digestiva deben mantenerse en un ambiente tranquilo y seguro.
Si estos tratamientos no resuelven la colitis del gato, el cáncer de colon o algún otro trastorno pueden estar involucrados.
Pronóstico
El pronóstico para los gatos con colitis varía entre excelente y reservado. La colitis aguda generalmente responde muy bien a la atención médica. La colitis crónica alérgica también tiene un buen pronóstico con el tratamiento dietético adecuado. Las perspectivas para los gatos con otros tipos de colitis crónica o episódica es más variable, dependiendo de la causa de su condición. Si las infecciones y los parásitos pueden ser eliminados, el pronóstico también es bueno.