¿Empiezas a sentir fatiga y cansancio sin motivo aparente?, ¿sabes qué es la astenia primaveral?
Hoy te explicamos qué es y te damos algunos consejos para que lo consigas
¿Qué síntomas presenta?
La llegada de la primavera trae consigo cambios de temperatura, de luz, de horarios y de alimentación que pueden suponer importantes cambios para el organismo ya que a éste le cuesta adaptarse. Ante esta situación, el organismo reacciona manifestando una sensación de cansancio, agotamiento, somnolencia, falta de motivación, apatía, insomnio e irritabilidad. La astenia o fatiga primaveral afecta casi al 2% de la población y con mayor incidencia a mujeres de edades comprendidas entre los 35 y 60 años
¿Cuáles son las causas?
Suele ser una fatiga de carácter leve y las causas son difíciles de concretar, al parecer están relacionadas con el cambio climático que tiene lugar en esta época del año. La razón de este decaimiento es también una disminución notable de los niveles en sangre de una sustancia denominada endorfinas. Las endorfinas, conocidas coloquialmente como hormonas de la felicidad o del bienestar, se producen en el cerebro como respuesta a diversos estímulos y son capaces de retrasar la sensación de cansancio y aumentar el umbral del dolor. La fatiga es una señal del organismo que nos indica de esta manera la necesidad urgente de reposo, por lo que disminuye la actividad corporal y nos sentimos decaídos, con falta de energía. Los síntomas pueden durar varios meses pero van remitiendo conforme el organismo se adapta a la nueva situación. En algunos casos, la fatiga primaveral se ve acentuada en personas que padecen cuadros de ansiedad, depresión nerviosa, estrés o están sometidas a un gran esfuerzo físico o emocional. Una alimentación inadecuada también puede conducir a estados de fatiga o potenciar la fatiga ya existente. Si los síntomas no remiten y van acompañados de otros conviene consultar al médico por si enmascaran alguna patología de mayor importancia.
¿Qué tratamiento tengo que seguir?
No es necesario ningún tipo de tratamiento, la astenia primaveral cede conforme el organismo se va adaptando y esto puede durar unos días o varias semanas. De todas formas, como medida de prevención se aconseja tener un estilo de vida saludable: seguir una dieta equilibrada, respetar los horarios de las comidas, dormir las horas necesarias y hacer ejercicio físico de forma regular.
Consejos para sentirte lleno de energía
1. Cuida tu alimentación La primavera es un buen momento para adquirir buenos hábitos alimentarios. Como por ejemplo aumentar la presencia en nuestra dieta de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras de temporada. Podemos conseguir los nutrientes necesarios si hacemos una elección correcta de los alimentos: - Intenta evitar los azúcares simples (bollería, repostería, pastelería) y opta por los hidratos de carbono complejos, presentes en cereales, fruta y verdura, que ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre.
- Da preferencia a los productos integrales (pan, tostadas integrales o cereales integrales), más ricos en fibra, vitaminas y minerales, como las vitaminas del grupo B (presentes en la avena, germen de trigo y soja) y el magnesio (frutos secos), catalogados como nutrientes antifatiga.
- Evita el exceso de grasas saturadas y colesterol y aumenta la presencia en la dieta de ácidos grasos polinsaturados, como los omega-3, abundantes en el pescado azul y en productos enriquecidos.
- Limita el consumo de fritos, salsa, rebozados y comidas muy elaboradas. Opta por cocciones más ligeras como la plancha, el papillote, el horno o los salteados.
- Reduce el consumo de bebidas excitantes como el café o los refrescos de cola, no abuses del alcohol o de las especias. Una dieta equilibrada te ayudará a mantener un buen estado anímico. Sin embargo, en algunas ocasiones, cuando la ingesta no es la adecuada, es conveniente tomar algún complemento dietético rico en vitaminas del complejo B como el germen de trigo, soja o avena, vitamina C, jalea real, levadura de cerveza, polen o magnesio, entre otros.
2. Hidrátate Te recomendamos beber entre 1,5 y 2 litros de agua, también puede ser en forma de infusiones, mejor sin azúcar aunque podemos añadir algún edulcorante.
3. Haz ejercicio Al hacer ejercicio creamos endorfinas que nos hacen sentir mejor. No hace falta apuntarnos al gimnasio, con caminar cada día unos 45-60 minutos ya es suficiente. Mantén una vida activa, sube las escaleras en lugar de usar el ascensor, no uses el coche para trayectos cortos, etc.
4. Y sobre todo mantén una actitud positiva en tu día a día!
En la revista Próxima a ti encontrarás más consejos para poder superar estos cambios