Las personas que desayunan bien son más productivas en el trabajo según afirma Unipressalud, especializada en la gestión de la seguridad y la salud de los trabajadores.
Esta afirmación da lugar a diversas consideraciones, ya sean a tener en cuenta por parte de los empleados como por parte de las empresas, pero lo que está claro es que las medidas supondrán un beneficio a dos bandas.
En cuanto al desayuno, los españoles somos caseros, ya que el 71,7% de nosotros desayuna en casa e invierte una media de 13,4 minutos para hacerlo según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Además, el informe de Hábitos Alimentarios del Ministerio de Agricultura y Alimentación afirma que un 69% de los españoles desayuna siempre lo mismo y explica que los que desayunan fuera de casa lo hacen en su mayoría en cafeterías, bares y hornos, representando el 75% de desayunos fuera del hogar.
Estos hábitos no son en sí buenos ni malos, pero sí es cierto que lo que debemos procurar es hacer un desayuno equilibrado y potente. Debemos ser conscientes de que el desayuno es la primera comida del día y que la ingerimos tras aproximadamente 8 horas de ayuno, por lo que debería aportarnos los nutrientes necesarios para emprender la jornada con fuerza y energía.
La bollería (35,2%) y el jamón y embutidos (29,2%) son los principales alimentos sólidos preferidos por los españoles durante el desayuno mientras que el café (67,3% de) y las bebidas con azúcar (9,1 %) son las bebidas preferidas. Estos alimentos, en una correcta combinación que aporte las calorías y nutrientes necesarios, son cruciales en lo que se convertirá en el resto de nuestro día, dado que según la Fundación Eroski, una alimentación deficiente o incompleta puede llegar a disminuir hasta un 30% el rendimiento en un trabajo físico.
Queda claro pues, que después de 8 horas de ayuno el cuerpo necesita nuevos nutrientes ya que se despierta con baja energía, y en este sentido, comer bien es indispensable para trabajar mejor según la Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional. Una buena alimentación es clave para mejorar el rendimiento laboral, tanto física como intelectualmente, o lo que es lo mismo, comer bien es sinónimo de rendir más en el trabajo.
Una alimentación monótona, austera y con ausencias de alimentos disminuye reflejos, genera falta de interés e irritabilidad, factores que afectan al entorno laboral y por lo que una adecuada combinación de alimentos, poniendo especial atención en el desayuno, ayuda a empleados a rendir más en sus tareas y fomenta el buen ambiente laboral que propicia un rendimiento mayor.
Este punto es interesante también para las empresas, que más allá de preocuparse por el bienestar de sus empleados, si miran por la productividad de la empresa deberían tener en cuenta estos consejos. Un trabajador o directivo bien alimentado conlleva múltiples beneficios tal y como afirma Carlos Martínez, director del Máster en Calidad Alimentaria de IMF Business School.
“Las empresas deben promover el bienestar nutricional de sus empleados y evitar los periodos prolongados sin comer ya que estas medidas mejoran la productividad empresarial” afirma el experto.
De este modo, motivar a los empleados a desayunar mejor es un beneficio a largo y corto plazo para todo empresario, ya que a efectos inmediatos conseguirá un clima más relajado en la oficina ya la larga la mayor productividad de sus empleados producirá mejores resultados para la empresa.