Las aves son muy atractivas, pues las hay en todos lados, son vistosas y fáciles de ver e identificar.
Su observación es una actividad divertida, sana, barata, que acerca a la naturaleza, que puedes compartir, sin límites de edad, pues no requiere esfuerzo físico. Puede llegar a ser una pasión, pero como todo hay que aprender. Es fácil, te enseñamos cómo.
El equipamiento básico para ver aves son unos prismáticos y una guía de aves, que en otras entradas del blog te hemos enseñado a elegir. También es importante llevar una libreta para tomar notas, pues nos obligará a fijarnos con más detalle y las anotaciones serán una referencia para próximas salidas.
En la actualidad hay muchos aficionados a las aves e ir con uno de ellos es una manera fácil y cómoda de aprender, pero también puedes aprender por tu cuenta.
Comencemos por la fácil
Como hay muchas especies lo más práctico es comenzar con lo fácil. Para ello recomendamos aprender en parques urbanos y zonas ajardinadas, pues aquí el número de especies es reducido y las aves están acostumbradas a las personas, lo que nos permite una mayor proximidad. Aquí podemos familiarizarnos con más de 30 especies.
Como mejor se detectan es pasear lentamente, sin meter ruido. Algunas especies se dejaran ver fácilmente (paloma torcaz, mirlo, urraca, petirrojo). Otras las detectaremos moviéndose o cantando entre las ramas de árboles ya arbustos (carboneros, herrerillos, pájaros carpinteros, pinzón vulgar) o en el suelo buscando granos.
En qué hay que fijarse
Algunos factores a tener en cuenta son:
Tamaño. Es útil intentar comparar su tamaño con el de especies con las que estemos más habituados, como el gorrión o la urraca.
Forma. Muchas veces la forma es un factor fundamental. Cola larga, patas cortas, cola ahorquillada, alas redondeadas….
Color. Hay que fijarse en los colores y en su diseño. Para ello es útil conocer las diferentes partes de un ave que suelen explicarse en las primeras páginas de la guía. Para el color hay que tener en cuenta las condiciones de luz, pues si estamos a contraluz no veremos algunos colores y otros nos parecerán muy oscuros.
Hábitos. Hay especies gregarias y otras solitarias, donde está posada, la forma de volar o la forma de andar pueden ser claves para la identificación.
Hábitat. Además de los grandes ecosistemas (humedales, pueblos, estepas, etc) hay que fijarse en el microhabitat. Unas se mueven por las ramas más altas de los árboles, otras entre arbustos ó por el suelo. Si está posada sobre una piedra
Sonido. Por el sonido se pueden identificar la mayoría de las aves pero hay que saber mucho para ello. No obstante podemos hacer anotaciones sobre el canto de un ave y ver que dice la guía al respecto. También podemos buscar el canto en internet, por ejemplo en http://www.bird-songs.com/indexes.htm
Una vez sepamos identificar una veintena de especies y nos hayamos habituado en qué hay que fijarse, podemos dar el salto a otro ecosistema. Para aprender son recomendables los bosques y las zonas húmedas.
Especies más difíciles
Hay aves difíciles de identificar. Por ejemplo los no iniciados tienden a catalogar genéricamente las aves negras como cuervos. También puede parecer difícil reconocer golondrinas, aviones y vencejos, pero con un poco de práctica pronto aprenderemos a reconocerlas.
Luego hay grupos que nos costarán más, como rapaces, currucas, mosquiteros o limícolas.
Claves para él éxito
Además de los puntos ya señalados lo fundamental es tener paciencia y, sobre todo, práctica. Una vez tengamos unos conocimientos básicos podemos rematar nuestro aprendizaje saliendo al campo con otros aficionados. Hoy en día, gracias a internet, es fácil encontrar grupos ornitológicos locales con los que salir a compartir la nueva afición.
Es una afición que engancha mucho y pronto querremos aprender de cantos o buscar determinadas especies. Luego querremos saber más de árboles, flores, mariposas,…. Una gozada!!
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