Como el día es a la noche, como la vida es a la muerte

COMO EL DÍA ES A LA NOCHE, COMO LA VIDA ES A LA MUERTE

LEJOS y tan cerca. 
Somos seres extraordinarios, o bien alimentamos nuestro Ego o nuestra Inocencia, esa es la única diferencia entre los seres humanos.
Según nuestro estado de ánimo y nuestra actitud, somos diferentes, dentro de un mismo día y en la misma persona, podemos ser felices y deprimirnos.
Escogemos como vivir. 
La vida está llena de maravillas y de tristezas.
Todo es un océano de contrastes, sentimientos encontrados, contradicciones a veces sin sentido, mundo surrealista que se cruza entre belleza y esperpento.
Si ponemos la mirada en los seres humanos vemos como muchos cometen atrocidades por no ser conscientes y como a veces la tierra se revela contra la vida creando tempestades.
Sucesos de terror y pánico que sucumben rápidamente a la belleza extrema de la naturaleza.
Como el día y la noche, como la vida y la muerte, contrastes, contradicciones, lucha constante entre sentimientos y pensamientos.
Podemos sentir amor y generosidad, hasta que se cruza una injusticia y nuestra rabia puede convertir el amor en odio, la generosidad en envidias, el respeto en celos, en desprecio hacia la propia vida que nos mece.
Confundimos sentimientos por interpretar mal los sucesos, suponemos cosas que no existen, las creamos para deformar la realidad en paz. 
Vivir es cuestión fácil, si no pierdes el guion, la clave está en buscar la felicidad, seguir el camino avanzando, olvidando lo que sobra, recordando solo lo importante, no preocuparse y aventurarse a tener nuevas experiencias para aprender más y dejar atrás lo que nos hace sufrir, procurando no hacer daño a nadie, perdonar y dar las gracias por todo lo bueno que ofrece la VIDA. 
Dejar de juzgar a los demás nos ayuda enormemente a enfocar nuestro objetivo, vivir felices, sin obligaciones ni compromisos hacia los que juzgan sin juicio.