Esos elegantes y jamás imaginados gadgets que Q le da James Bond están un paso más cerca de nosotros ahora, con aplicaciones como las de monitoreo celular telefónico. Las 24 horas de Jack Bauer habrían sido mucho menos agitadas si se las hubiera tenido lo que nosotros tenemos hoy. La tecnología ha alcanzado a nuestra imaginación de manera sorprendentemente rápida, pero sin dejar de ser discreta, marcando el camino para que el monitoreo de teléfonos celulares se vuelva un uso común por parte del público en general, a medida que crece su popularidad. Los problemas que este tipo de programas resuelven son innumerables y sólo recientemente se le ha dado la publicidad que se merecen.
Algunos de los usos más prácticos de este tipo de programas son, por ejemplo, para los padres preocupados sobre el monitoreo de un niño problemático, para los empresarios que les confían documentos delicados a sus empleados, y que además desean garantizar que sus privilegios de internet no se vean abusados. Parece inevitable que se condone dicha reducción de la intimidad. Sin embargo, sus usos prácticos y ventajas son abundantes. Imagine la tranquilidad de los padres de un niño cuando saben que éste tiende al suicidio o que él (o ella) son víctimas del acoso cibernético. Estas son las áreas en donde el uso del monitoreo celular no es sólo práctico sino también necesario.
Los teléfonos que funcionan con los sistemas operativos como Android, iOS, BlackBerry e incluso Windows Mobile tienen tales capacidades, si usted instala estas aplicaciones. Los programas de instalación son prácticos y sencillos, sólo requieren el programa básico para instalarse en el dispositivo móvil que se desea supervisar. La aplicación es indetectable y una vez instalada grabará todos los mensajes de texto, las llamadas e incluso las ubicaciones del dispositivo, dependiendo de la aplicación que se haya adquirido. Dicha información se alimenta a un servidor remoto y es fácil de revisar, incluso si se elimina la copia original del mensaje o la llamada. Las aplicaciones de primera calidad permiten incluso que los monitores vean las fotos y los videos tomados con el teléfono, eludiendo así la necesidad de hacerlo directamente desde el teléfono.
Los dueños de pequeños negocios tienen mucho que ganar con estos dispositivos. Para mantener bajos costos y una alta productividad, necesitan asegurarse de que todos sus empleados realicen un gran trabajo sin divulgar información en línea o que pierdan productividad al navegar innecesariamente por la red. Incluso pueden estar seguros de que sus empleados no jugarán en los dispositivos inteligentes proporcionados por la compañía o que no navegarán por los sitios que no estén relacionados con el trabajo. Uno de los usos más importantes de estos dispositivos es la certeza de que los empresarios pueden garantizar que sus trabajadores no venderán información a los competidores o, en el caso de tratarse incuso de información sensible del gobierno, que ésta sea vendida a una nación hostil. Esto se logra mediante el control del correo electrónico y la monitorización de las ubicaciones, todo esto, en tiempo real.
Los padres con niños problemáticos serían capaces de controlar y monitorear sus mensajes de texto y llamadas, sin importar si estas son hechas por Viber o WhatsApp. Estas aplicaciones ayudan a asegurar que cualquier actividad en línea sea registrada y que sea fácil visualizarla en el monitor. El creciente uso de estas aplicaciones espías, utilizando todos los beneficios antes mencionados, se han disparado hasta el cielo. Finalmente se están presentando soluciones efectivas a las personas con necesidades especiales. Facilítese la vida adquiriendo una aplicación de monitoreo hoy.