El otro día, viendo un programa de televisión de un cocinero inglés de renombre, vi este curioso truco que me dejó patidifusa. Porque a ver...de toooooda la vida, el huevo pasado por agua, (casi) todos sabemos que son 3 minutos a partir de que empiece a hervir el agua y el huevo duro 10, ¿no?
Con esta nueva forma de preparación, conseguimos una clara cuajada y muy esponjosa, combinada con una explosión de deliciosa yema líquida...
Qué, ¿Nos hacemos con un buen trozo de pan?
Dificultad: bebés de 1 a 3 años
Tiempo de preparación aproximado: 6 minutos
Raciones: 1
INGREDIENTES
- agua
- 1 huevo mediano
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- Ponemos agua fría en un cazo e introducimos el huevo.
- Encendemos el fuego a temperatura fuerte y esperamos a que empiece a hervir.
- En el preciso momento que levante el hervor, retiramos del fuego y dejamos reposar 6 minutos dentro del agua. Ni uno más ni uno menos.
- Pasado ese tiempo, lo sacamos y esperamos un minuto a que pierda un poco el calor (a no ser que os queráis quedar sin huellas dactilares). Y ya lo tenéis listo para comer.
- Bien optéis por retirar la cáscara de la parte superior o bien lo vaciéis en el plato, antes de comer le añadís un poco de sal y un hilo de aceite de oliva virgen extra.
- Ahora sólo os queda buscar un buen trozo de pan crujiente para degustar "la combinación perfecta"...
Info: Para los que no sepan lo que es un huevo pasado por agua, sólo decirles que es una forma de preparar el huevo en la que se consiguen unas texturas muy parecidas a las del huevo frito pero con muy pocas calorías. Para comerlo, eso ya depende de las preferencias de cada uno. Algunos le dan unos golpecitos con la cuchara en la parte superior, retiran la cáscara de la parte de encima y lo van comiendo con la cuchara o mojando trozos de pan. Otros, directamente después de retirar la cáscara de la parte superior, lo vacían con la cuchara y lo comen directamente en el plato. Como os digo, esto ya queda a la elección de cada uno...