Cada bocado de estas delicias francesas es absolutamente irresistible. ¿Difíciles de hacer? Sinceramente, he leído auténticas leyendas urbanas sobre los macarons, comoutilizar claras envejecidas o tamizar un millón de veces el azúcar y la almendra... Sigue leyendo y verás lo fácil que es y el éxito que tienen!
Ingredientes:
-80grs claras.
-65grs almendra en polvo.
-160grs azúcar glass.
-15grs cacao amargo en polvo.
-1 cucharada de azúcar.
-1 pizca de sal.
Para la crema:
-3 cucharadas de queso crema.
-3 cucharadas de azúcar glass.
-1 cucharada de cacao amargo en polvo.
He oído que es necesario que las claras tienen que estar envejecidas (unos dias en la nevera, después de separarla de la yema) pero lo cierto es que yo no lo hago y salen de maravilla... Eso sí, a temperatura ambiente montan mejor que frías (pero eso no es sólo para los macarons).
También he visto cantidades complicadísimas, cuando en realidad sólo tienes que recordar: 1 de clara, 1 de almendra, 2 de azúcar. Es decir, la misma cantidad de clara y de almendra, y el doble de azúcar. En este caso, como los vamos a hacer de chocolate, he sustituido una pequeña cantidad de almendra por cacao...
Así pues comenzamos triturando al máximo la almendra (cuanto más fina quede, más fino saldrá el macaron), y la reservamos.
Montamos las claras con un pellizco de sal y una cucharada de azúcar hasta que queden firmes, pero no como un merengue porque si están muy duras, luego se bajan con más facilidad al mezclarlas con la almendra. La sal hace que monten mejor. Si no los quieres hacer de chocolate y quieres usar un colorante, éste es el momento de hacerlo.
Una vez montadas las claras añadimos la almendra, el cacao y el azúcar glass, todo tamizado. Y mezclamos con una espátula haciendo movimientos envolventes para que las claras se bajen lo menos posible. Una vez esté todo integrado formamos los macarons.
Para que te queden perfectos tienes dos opciones: en papel de horno dibuja círculos con la ayuda de algo redondo, y luego, al darle la vuelta al papel, podrás ayudarte del reflejo y no salirte del margen. Otra opción es comprarte una plantilla para macarons, que es super práctica porque al ser de silicona evita que se peguen, y además te sirve para vairas veces, con lo que te ahorras hacer los dibujos y mogollón de papel de horno. Una de estas plantillas me la compró Gema cuando estuvimos en Bruselas, cansada de verme hacer circulitos y de que hiciera macarons de mil tamaños diferentes!
Una vez tomada la decisión, con la ayuda de una manga pastelera vamos haciendo montoncitos de masa del tamaño de los circulitos, y cuando hayamos terminado, los dejamos secar a temperatura ambiente al menos 1 hora. Para saber si están listos, debemos tocarlos y que la huella del dedo no se marque en el macaron. Si se marca, debemos esperar otro rato, y así hasta que la corteza esté completamente seca.
Una vez los tengamos listos para hornear, los llevamos al horno precalentado a 160ºC unos 10 minutos (depende siempre del horno, y del tamaño de los macarons...), pero entre que estén crudo a que se quemen pueden pasar unos 3-4 minutos, así que hay que estar atentos! El esperar a que se seque el macaron antes de hornearlo hará que en el horno, suba el macaron sin deformarse la superficie (porque está seca) y crece el famoso 'pie' de burbujitas característico.
Una vez horneados los sacamos y los dejamos enfriar por completo antes de manipularlos, porque en caliente se rompen fácilmente.
Si no se despengan con facilidad es que les falta un poco, puedes llevarlos al horno un par de minutos más, y listo... Ya están preparados para rellenarlos!
A mí me encanta esta crema de chocolate con queso... Deliciosa! Sólo tienes que mezclar bien los ingredientes y ya está! Colocamos las crema en una manga pastelera y vamos rellenando la mitad de los macarons.
Con la otra mitad los ponemos encima y presionamos con cuidado hasta que la crema llegue al borde, y listos para tomar!
La crema la puedes sustituir por cualquier buttercream que te guste, o incluir cualquier colorante... Puedes hacer tantos diferentes como alcance tu imaginación!
¿Existe algo más suave, tierno y delicioso? No.