(Del artículo de Vicky Stein, graduada en
Ecología y Biología Evolucionaria, que trabaja en el Servicio de Prensa de la Universidad
de Stanford)
La Universidad de Stanford, situada en Silicon Valley y tercera en el ranking mundial de universidades, tiene un
programa llamado “Profesores HHMI” (Howard Hughes Medical Institute), que permite a
investigadores científicos transmitir la emoción de la ciencia a los
estudiantes de pregrado. Los profesores elegidos modelan una reforma
fundamental de la manera por la que la ciencia de pregrado se enseña en las
universidades de investigación a través de una enseñanza innovadora que muestra
el rigor y el valor de la investigación científica. Los profesores del HHMI se
comprometen a ampliar y mejorar las oportunidades de investigación para
estudiantes de pregrado y se les anima a compartir ideas y colaborar con sus
compañeros para mejorar la educación científica.
(Vista parcial del Campus de Stanford)
Este año 2017 dos profesores de Stanford, Elizabeth Hadly y Carl Wieman, han sido seleccionados como Profesores del Instituto
Médico Howard Hughes (HHMI). Cada uno recibirá una subvención de 1 millón de
dólares para promover durante los próximos cinco años sus innovaciones en la
educación científica de pregrado. Ambos han creado planes interdisciplinarios
que alejan a los científicos de pregrado de sus clases y los alientan a
desarrollar habilidades para resolver problemas del mundo real.
Elizabeth Hadly, Profesora de
Biología Medioambiental, quiere cambiar la experiencia de pregrado de Stanford enviando
más estudiantes al extranjero para experimentar el trabajo de campo en pequeños
grupos. Espera armarlos con las habilidades que necesitarán para abordar los
problemas ilimitados del cambio ambiental global fomentando la comprensión y la
interdependencia creada por los viajes y la exploración.
Para Hadly la mejor manera de presionar a
los estudiantes para que piensen de manera amplia y en todas las disciplinas es
alentar a grupos pequeños de estudiantes a experimentar juntos el trabajo de
campo: darles "experiencias extraordinarias en lugares
extraordinarios".
"Solo cerca del 60 por ciento de nuestros estudiantes van al extranjero, y
la mayoría de los estudiantes van a uno de nuestros programas de estudio en el
extranjero. Aunque hay excepciones, tienden a estar en países europeos muy
similares al nuestro", dijo Hadly. Tiene la intención de ampliar las
oportunidades de estudio de sus estudiantes en el extranjero en grupos pequeños
en estancias en países que actualmente no se ofrecen como programas de
Stanford. Hasta ahora, se ha asociado con lugares en India, México, Brasil y
varios países de África. "Esperamos conseguir sumergirnos más en otra
cultura, donde no solo proporcionamos información a esa cultura, sino que esa
cultura nos proporciona información", dijo.
Hadly señaló que este tipo de experiencias
de campo a menudo tienen un coste prohibitivo para los estudiantes de entornos
menos privilegiados. La subvención HHMI ayudará a muchos de esos estudiantes a
viajar al extranjero.
El programa de Hadly aborda la diversidad
desde muchos ángulos diferentes: el de los estudiantes que van al extranjero,
de las ubicaciones y las comunidades donde se integrarán, y de las disciplinas
de las ciencias y las humanidades. "Tenemos un mundo que está cambiando
más rápido que nuestra forma tradicional de formar estudiantes a través de
disciplinas singulares", dijo. Espera comenzar con estudiantes del primer
año en Stanford, enseñando un curso que insta a los estudiantes a colaborar a
través de las humanidades, las ciencias sociales y las STEM (Science,
Technology, Engineering & Mathematics).
"Mi objetivo principal para todo el
alumnado", dijo Hadly, "es que comprenderán y apreciarán, de una
manera profunda, por qué una diversidad de temas, personas, líderes del
pensamiento, culturas y conjuntos de habilidades son básicamente la forma por la
que tenemos que acercarnos al futuro del planeta”.
Carl Wieman, Profesor de Física y Educación,
espera crear una nueva generación de científicos, ingenieros y doctores
profesionales adaptables, que estén mejor preparados para resolver nuevos
problemas en sus lugares de trabajo en lugar de limitarse a realizar pruebas
rutinarias en el aula. Su subvención apoyará los esfuerzos en al menos cinco
escuelas diferentes de Stanford para desarrollar evaluaciones y herramientas
que ayudarán a los estudiantes a aprender a tomar nuevas situaciones con calma.
En asociación con hasta cinco otras
escuelas de Stanford, Wieman quiere crear una nueva forma de evaluar si las
clases preparan a los estudiantes para pensar de forma innovadora.
“Para prosperar en el puesto de trabajo no
se trata de saber muchos hechos”, dijo Wieman. Más allá de los fundamentos, los
detalles no son tan importantes porque generalmente se enseñan en el trabajo.
Pero a través de las disciplinas, lo que importa es cómo los trabajadores
responden a problemas que se salen de su quehacer cotidiano. También dijo: "En medicina, tener la habilidad de
reconocer que el centésimo caso tiene una anomalía importante y no es solo una
ligera variación en los otros 99 casos: esa puede ser la diferencia entre
salvar a las personas o que se mueran". En una línea similar dijo "los
desastres en plantas de energía nuclear son excelentes ejemplos de personas que
siguen ciegamente los procedimientos sin reconocer dónde esos procedimientos ya
no se aplican, y pasan por alto los factores críticos”.
Colaborando
estrechamente con Dan Schwartz, Decano de la Graduate School of Education,
Wieman trabajará para crear nuevos tipos de pruebas que determinen en qué
medida los estudiantes de Stanford pueden responder a nuevas situaciones y
nuevos problemas en una variedad de campos, y luego explorar formas de enseñar
estas habilidades de adaptación de manera más efectiva. "Ninguna
instrucción puede preparar a las personas para cada situación a la que se
enfrentarán", dijo Schwartz.
¿Qué tipo de instrucción puede
prepararlos para continuar aprendiendo una vez que abandonan el aula? Es
poco probable que la enseñanza tradicional del estilo de conferencias sea la
solución, han dicho Wieman y otros antes ya. Con la subvención HHMI, él y
Schwartz intentarán medir y mejorar hasta qué punto los graduados de Stanford
están preparados para enfrentar desafíos nuevos e inesperados en sus campos.
El programa de Stanford podría resumirse con la expresión anglosajona "To think outside the box" (Pensar fuera de la caja), una metáfora que significa pensar diferente, de manera no convencional o desde una nueva perspectiva.
Revista Ciencia
Cómo la Universidad de Stanford estimula a científicos que quieren cambiar la forma en que los estudiantes aprenden
Por Rene Aga @RAVAZESus últimos artículos
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