Revista Psicología

Cómo luchar contra el perfeccionismo

Por Somospsico

Cómo luchar contra el perfeccionismo

La necesidad de alcanzar la perfección es una idea que está afianzada en la mente de muchas personas. Así, lograr llegar a ella ya sea a través del trabajo, el deporte o incluso nuestra propia imagen corporal, puede convertirse para muchos en una verdadera obsesión.

Lo que quizá estas personas no se hayan planteado es que el concepto de “perfección” lleva implícita una cualidad muy relevante y que en sí misma lo define: su subjetividad. Nadie puede asegurarnos totalmente en qué consiste tener un cuerpo perfecto, ser un marido o esposa perfectos o ser un deportista perfecto. Al tratarse de un constructo, la perfección es algo creado por nosotros mismos, algo de lo que no podemos tener la certeza de haber alcanzado nunca puesto que no sabemos realmente lo que es.

Es importante apuntar esto, puesto que resulta fundamental para entender el por qué de las muchas veces continua e infinita obsesividad por alcanzar metas altísimas pero a la vez difusas. Dado que nunca estamos satisfechos con lo alcanzado, la perfección siempre va un paso por delante de nosotros. Por más deprisa que corramos nunca la alcanzaremos, puesto que siempre habrá algo que podamos hacer mejor, un proyecto en el que trabajar más a fondo, la posibilidad de brindar una atención más cercana a los nuestros o una centésima que superar en una carrera.

En realidad, esta constante necesidad de “superación” suele enmascarar profundos sentimientos de inferioridad y de demanda de aprobación en las personas. Para ellas, nunca nada es suficiente para recibir esa palabra de aliento, apoyo o cariño que nunca escucharon. Y, simplemente, aprendieron que al menos de esa forma conseguían cierto reconocimiento dada su “enorme fuerza de voluntad”.

Por lo tanto, si te sientes realmente fuerte, si crees que eres capaz de mejorar y crecer como persona y de superarte, desde aquí te animamos a que luches por encontrar un equilibrio. Quizá sea bueno que comiences a plantearte que ya no necesitas seguir demostrando nada a nadie, que las cosas que han podido ocurrirte en tu vida y que te causaron más o menos sufrimiento, con mayor o menor conciencia en las personas que pudieron contribuir a ello, no merecen seguir atormentándote. Piensa que es posible que la persona verdaderamente más fuerte, la más inteligente, la más atractiva o la más rápida, puede ser aquella que sepa frenar a tiempo. Aquella que tenga la suficiente “fuerza de voluntad” (como tanto le gusta decir ahora a la gente), para encontrarle un sentido a lo que hace y, sobre todo, para lograr ser “el más rápido” y “el más guapo” sin la necesidad de mover un músculo ni de obsesionarse con su imagen. Simplemente, aceptándose y queriéndose como realmente todos y cada uno de nosotros merecemos.

SomosPsico - Blog de Psicologia

 foto|Michal Marcol


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista