El chocolate es uno de los mayores placeres del mundo y, con el frío parece que siempre nos apetece una buena taza de chocolate caliente.
Para mí, el chocolate debe quedar denso y, para lograrlo, tan sólo debemos seguir estos pasos.
En un cazo ponemos a calentar la leche, cuando esté bien caliente, retiramos del fuego y añadimos el chocolate (si es de tableta, lo troceamos). Disolvemos bien y volvemos a poner en el fuego.
Llevamos a ebullición, retiramos y, cuando deja de burbujear, volvemos a poner al fuego hasta que hierva otra vez.
Repetimos esta operación tres veces, removiendo constantemente hasta obtener un chocolate denso.
Si queréis aromatizarlo, podéis añadir canela o nuez moscada!!