Ya no hay duda de que la obesidad canina es un problema común en las clínicas y cuyo tratamiento aún resulta poco exitoso.
El diagnóstico no es difícil. Lo más importante es el reconocimiento por parte del dueño y su compromiso, con estos dos factores se tiene ganada el 50% o más de la batalla. Pero ¿Por qué esperar a que la mascota tenga sobre peso y no actuar antes través de una educación nutricional al cliente para su mascota?
En nuestra consulta veterinaria nutricional insistimos mucho en las grandes ventajas de mantener a un perro delgado, tanto económicas como de salud. Para nosotros es un fracaso la consulta nutricional si tenemos perros con sobrepeso, ya no se diga si están obesos.
¿La obesidad es un problema común?
Lo dijimos líneas arriba. Para dato sirva decir que en estados unidos la obesidad en perros pasó del 25% en 1996 al 34% en 2006. Más del 40% de los perros actualmente tienen sobrepeso.
¿Cómo saber si mi perro está obeso o con sobrepeso?
Actualmente existen esquemas como el que incluimos. Las pautas generales y sobre las que los veterinarios deberían educar a los propietarios para evitar el sobrepeso son las siguientes. El estado ideal es el número 5. Las costillas no se deben observar a simple vista pero sí se deben de palpar, una mínima capa de grasa debe de cubrirlas. Visto el perro desde arriba debemos notar la cintura. Visto de lado, el perro debe de tener una forma ligeramente cónica, es decir la parte más ancha en el pecho, adelgazándose conforme se avanza hacia el vientre.
¿El peso es la clave en la reducción de peso?
El peso no lo es todo ni es lo más importante. Pesa más un centímetro cúbico de músculo que uno de grasa. ¿Qué queremos decir con esto? Podemos tener dos pacientes iguales y uno pesa 25 y otro 23 ¿Cuál está más gordo? La pregunta tiene trampa, el peso aquí no determina la gordura, el de 23 puede ser “pura grasa” mientras que el de 25 es “puro músculo”, El de 25 está más delgado y más sano. Entonces, aunque el peso es importante, debemos de basarnos no solo en él sino también en la forma, para eso nos sirve el esquema antes descrito.
¿Qué es la condición corporal y la condición muscular?
La condición corporal es el análisis visual que se hace para ver la forma corporal y con base en ésta determinar si hay o no sobrepeso u obesidad, para eso sirve el esquema antes presentado. La condición muscular, es el “estado de carnes” en general del animal. Con un poco de experiencia se aprende a palpar la masa muscular y determinar si es un tejido muy fláccido o por el contrario, hay masa muscular fuerte. Algo similar a cuando tocamos el cuerpo de una persona correosa y ejercitada comparado con el de aquellas sedentarias.
¿Cuántas calorías hay que dar?
Esta es una pregunta muy común, pero es obvio que no es lo mismo rebajar de peos a un perro de 40 kilos que a uno de diez. Lo que tiene en común es que ambos deben de restringir el número de calorías. Cada caso se analiza por separado
¿Debe hacer ejercicio el perro mientras baja de peso?
Es lo más conveniente si ninguna enfermedad (problemas cardiacos) lo impiden. El efecto del ejercicio es muy benéfico en general, pero en pacientes en programas de reducción de peso lo es aún más.
¿Qué consecuencias tiene la obesidad en el perro?
Muchas y muy malas, igual que en el ser humano. Hablamos de problemas de osteoartritis, empeoramiento de las displasias de cadera, intolerancia al ejercicio, mayores peligros de cara a procesos anestésicos, dermatopatías (problemas de piel), diabetes, problemas cardiacos, mayor predisposición al desarrollo de cierto tipo de cánceres.
¿Cómo luchar contra la desesperación del paciente por buscar comida?
Una de las principales causas de fracaso en el tratamiento de la obesidad es la desesperación del dueño por ver cómo su mascota quiere comer más, roba comida, hurga en la basura, etcétera. Las dietas altas en fibra, ya sean caseras o procesadas ayudan a combatir este problema porque la fibra tiene cierto efecto saciante que ayuda a mitigar el hambre del perro. Dentro del plan nutricional se pueden elaborar “premios” altos en fibra y bajos en calorías.
¿Si damos una dieta baja en calorías podemos ofrecer la cantidad que deseemos?
Es un error muy común que comete la gente “Estoy consumiendo una dieta baja en calorías, la fruta es buena para adelgazar, puedo comer la cantidad que quiera”. Este tipo de pensamiento lo trasladan a la dieta de su mascota. Debemos recordar que una clave importante en el proceso de reducción de peso es reducir el número total de calorías ingeridas.
Hemos alcanzado el peso deseado ¿Podemos cambiar de dieta?
Sí, es lo más conveniente, pero hay que ver qué tipo de dieta se va a ofrecer. No puede ser una dieta hipercalórica. Se debe cuestionar al propietario sobre la actividad de la mascota, si ésta va a ser sometida a ejercicio tenemos más posibilidades de jugar con los distintos tipos de dietas.
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Carlos Gutiérrez, Veterinario
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