A continuación, echamos un rápido vistazo de la teoría sobre cómo se producen los vinos más comunes, es decir, vinos blancos, rosados, tintos o dulces. Es una explicación sencilla y ágil de como se hacen los vinos de manera habitual y dependerá mucho su método de elaboración según la zona, región o Denominación de origen donde se haga, ya que según sea su normativa, se podrá hacer uso o no de distintos elementos en su producción.
Vino Blanco Hecho a partir de uvas blancas o tintas (sin piel), la cual es despojada de su pedúnculo y pasa a ser estrujada, la prensa separará el mosto de la uva de sus pieles. Separado el mosto, este se somete a su primera fermenctación o fermentación alcohólica entre 12ºc y 20ºc y es fermentado en madera, acero inoxidable, fibra de vidrio, cemento,… según lo permita la D.O. en la que se produce y lo desee su productor. En esta fase y también según la normativa de la zona (en muchas partes no está permitida) se lleva a cabo la chaptalización o la acidificación. El vino vuelve a su lugar de primera fermentación con su lias o no según se desee, luego es filtrado, estabilizado y embotellado, donde se guardará en botella o saldrá a la venta.
Vino Rosado Muchos infravaloran un vino rosado, hacer un buen vino rosado es más dificil que producir un vino tinto o blanco ya que este se elabora o bien mediante la fermentación del mosto de uvas tintas o mezcla de tintas y blancas junto con las pieles durante un breve periodo de tiempo hasta obtener el color deseado. La otra forma de elaboración se hace mediante la mezcla de vinos tintos y blancos, método que está prohibido en la Unión Europea, excepto en Champagne.
Vino Tinto Normalmente de uvas tintas aunque a veces se mezcla con alguna uva blanca (poca cantidad) que es estrujada y se le quita el pedúnculo (raspón) total o parcialmente en el proceso de despalillado. El mosto, es fermentado con las pieles y en ocasiones con el raspón, es aquí como al igual que el vino blanco y si la normativa lo permite donde se hace la chaptalización.


Vino Dulce Puede elaborarse mediante el método del “corte de la fermentación” haciendolo en el momento deseado, donde se adquiere el equilibrio deseado entre azúcar residual y alcohol mediante la adición de azufre, componente que matará las levaduras restantes y dentendrá asi la fermentación, o bien, mediante la centrifucgación del vino para deshacernos de las levaduras. Si el mosto posee un contenido alto de azúcar, la fermentación puede detenerse por si sola, antes de que todo el azúcar se haya transformado en alcohol.