Cómo se mueve un huracán en el Atlántico
Septiembre suele ser el mes de más actividad de huracanes en el Atlántico y cuando estos tienen más fuerza. Se trata, más o menos, del ecuador de la temporada que empieza el 1 de junio y acaba el 30 de noviembre. Hay un pequeño truco para adivinar cuándo los huracanes empiezan a tener mayor peligrosidad: cuando se llega a la letra K. Acuérdate de nombres como Katrina o Mitch.
Te dejo una imagen espectacular del huracán Katrina, que alcanzó la categoría máxima en la escala de huracanes.
Justamente ahora tenemos tres ciclones afectando la zona atlántica: dos tormentas tropicales y un huracán.
Antes de seguir, un pequeño paréntesis para aclarar la diferencia entre ciclón, huracán y tifón. Todo son ciclones, pero dependiendo de la zona del planeta que afecten se llamarán tifón (en el Pacífico) o huracán (en el Atlántico). Por orden creciente de velocidad de los vientos, esta es la nomenclatura que se utiliza en meteorología: borrasca tropical - tormenta tropical - huracán categoría 1 - huracán categoría 2 - huracán categoría 3 - huracán categoría 4 - huracán categoría 5.
Como pasó con el reciente huracán Irene que afectó a la ciudad de Nueva York, la trayectoria de los huracanes en el Atlántico suele ser muy previsible. Todos siguen un mismo patrón, aunque como la atmósfera es caótica, a veces pueden darnos alguna sorpresa.
Los huracanes se forman siempre en las mismas zonas de nuestro planeta. Suelen ser zonas donde las aguas son cálidas. Mira las dos imágenes que te pongo a continuación. La de la izquierda indica la temperatura del agua del mar y la de la derecha el recorrido de los huracanes de la pasada temporada 2010.
Un buen ejemplo del típico movimiento de los huracanes en el Atlántico sería el actual Katia.
Los vientos alisios, que en las Islas Canarias llegan del Nordeste, desplazaron este ciclón, cuando aún era tormenta tropical, hacia el Oeste. Fíjate en el curioso mapa de vientos que te adjunto.
Una vez llega a zonas cercanas al Caribe o toca tierra, los vientos alisios se debilitan. En este punto dejan de tener importancia los alisios y toma relevancia la fuerza de Coriolis, que desplaza los huracanes hacia el Norte. En este momento queda bajo la influencia de los vientos globales, o Corriente del Golfo, que soplan de Oeste a Este. Es donde ahora mismo se encuentra Katia. En este recorrido suelen perder más fuerza, hasta que llegan a Europa en forma de borrasca común. Quizá Katia nos dé una sopresa y llegue como tormenta tropical al Reino Unido.
Como antes hemos comentado, esta es la trayectoria más común de los huracanes. Pero a veces la atmósfera es caótica y nos deja recorridos de huracanes curiosos, como Hanna, en 2008, cuando modificó su camino constante para afectar Haití, y luego seguir con su viaje.
Dentro de unos días hablaremos de los huracanes en el Mediterráneo. Están documentados y quién sabe si en un futuro nos tendremos que acostumbrar a ellos.