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Cómo superar un ataque de pánico

Por Somospsico

Cómo superar un ataque de pánico

Estás tranquilo en el salón de casa viendo la televisión. Es de noche, y ha sido un día agotador en el trabajo, pero por fin puedes tumbarte en el sofá y relajarte. De repente, sin entender muy bien por qué, comienzas a sentir que el corazón te late muy deprisa. Sin tiempo para reaccionar, notas como un escalofrío te recorre la espalda, mientras una inexplicable oleada de intenso miedo te inunda por completo. No comprendes nada, pero la sensación es tan desagradable que incluso llegas a temer por tu vida. Aún no lo sabes, pero estás sufriendo un ataque de pánico.

El ataque de pánico, también conocido como crisis de angustia, suele aparecer así, de repente. En pocos minutos empiezas a encontrarte mal. Tu respiración se vuelve agitada, sientes hormigueo en tus brazos o piernas, los latidos de tu corazón se disparan y puedes llegar incluso a desmayarte.

Lo que llama la atención es la forma en la que suelen ocurrir. Lo normal es que ocurran de noche, cuando te encuentras relajado y despreocupado, sin una amenaza real que pueda suponerte un peligro. Pero aún así suceden, con el consiguiente miedo y preocupación que suelen llevarte a pensar que te está ocurriendo algo grave o que vas a perder el control de la situación.

Para superarlo, lo mejor es estar informado para tratar de no concederles una importancia capital, y saber que en cuestión de minutos te encontrarás mucho mejor. Has de saber que, como en muchos de los problemas psicológicos, los ataques de pánico son un reflejo de que algo no marcha bien. Resulta realmente difícil encontrar la causa exacta de su aparición, pero lo que sí sabemos es que es una manifestación de una lucha en nuestra psique.

Si suelen ocurrirte o llegas a sufrirlos alguna vez, lo primero que debes hacer es concentrarte en respirar muy despacio. Trata de llenar tus pulmones de aire todo lo que puedas, retenerlo durante un tiempo y luego expulsarlo suavemente. Haciendo esto varias veces conseguirás disminuir poco a poco tu ritmo cardíaco.

Tan importante como mantener a raya los síntomas fisiológicos resulta combatir los síntomas cognitivos. Ahora que sabes lo que te ocurre, no permitas que te asalten pensamientos del tipo “voy a morirme” o “estoy perdiendo el control de mi cuerpo”. Reemplázalos por otros que te serán más útiles como “es sólo cuestión de minutos” o “soy perfectamente capaz de controlar la situación”

Es posible que sólo aparezca un episodio en toda tu vida, o también puede ser que te ocurra más de una vez. Sea como sea, has de lograr ir ganando poco a poco control en estas situaciones. Muchas personas quedan muy preocupadas después de un ataque, y comienzan a sentir miedo ante la posibilidad de sufrir otro. Es la ansiedad anticipatoria, y puedes combatirla si logras no darle al problema más importancia de la que realmente tiene.

Si trabajas con un terapeuta y consigues identificar tus puntos débiles y mejorarlos, muy probablemente los ataques de pánico ya no tengan ningún sentido en tu vida y terminen por desaparecer.

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foto|africa


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