¿Cómo tener disciplina al emprender? Esta es una pregunta muy recurrente que me hacen y me han hecho muchas de mis clientas de coaching y muchos lectores de mi blog. Me preguntan cómo he logrado ser productiva o disciplinada para conseguir de forma constante mis objetivos durante todo este tiempo.
Esta es una pregunta muy común que nos hacemos muchas personas, sobre todo, cuando estamos empezando a emprender. Yo también pasé por la fase de estar un poco perdida en mis inicios tal y como expliqué en este post en el que hablaba por qué no es fácil empezar a emprender. De hecho, a muchas de las personas con las que trabajo también les pasa que no consiguen organizarse, disciplinarse o incluso les cuesta hacer ciertas actividades que no les apetece demasiado realizar.
He grabado el siguiente vídeo que resume este post. Así que puedes elegir: ver directamente el vídeo o leer el post completo.
Maternidad y emprendimiento
Como sabrás, hace casi un año (¡cómo pasa el tiempo!) he sido mamá de dos preciosas mellizas. Me gustaría hacer un paralelismo entre el emprendimiento y el mundo de la maternidad que me ha brindado grandes aprendizajes. En mi blog, ya te compartí en un par de artículos mis aprendizajes sobre esta nueva etapa de mi vida. En estos artículos, te compartía que, en mi caso, la maternidad fue algo muy deseado y muy buscado. Incluso, me costó bastante llegar a ser madre y, por fin, lo conseguí.
Mucha gente me dice que disfrute de la maternidad. Si bien, es muy cierto, pues estoy disfrutando muchísimo de mi maternidad. Disfruto cuando me miran mis niñas, cuando me sonríen, cuando las toco... Sin embargo, como todo el mundo sabe, la maternidad no es un camino de rosas. Tienes que cambiar pañales. Lavarles la ropa. Se ensucian. A veces, tengo que cambiar 3 pañales seguidos a una de las niñas porque, aunque acabas de cambiarlo, ya está sucio otra vez...
Con esto lo que quiero decir es que la maternidad tiene muchos momentos que no son agradables ni fáciles. El hecho de levantarme por la noche a dar biberones o a dar el pecho. A lo mejor me he levantado a las 9 y son las 11 y todavía sigo dando pecho a las 2. Además, siendo 2 niñas todo se multiplica. La maternidad tiene muchos momentos que a lo mejor no te apetecen, pero soy consciente de todo lo que deseo tener a esas hijas, de todo lo que les quiero dar.
Encuentra tu propósito
Todos los pequeños contratiempos y dificultades que entraña la maternidad pasan a segundo plano. Sé que, si no doy de comer a mis hijas o no les cambio el pañal, mis hijas no van a estar bien y para mí son muy importantes. Y todo esto ocurre porque tengo un gran propósito. Mi propósito va más allá de mí.
En este caso, ese gran propósito es la vida de mis hijas pequeñas que dependen de mí, a las que adoro, a las que amo. Este propósito es mucho más importante para mí que las pequeñas dificultades que me voy a encontrar en la crianza. Por supuesto que hay momentos muy duros: cuando están malas, pasar noches sin dormir... Es decir, hay un precio que pagar como todo en la vida.
Compromiso interno
El emprendimiento es igual, sobre todo, cuando estás empezando. Al principio no puedes delegar, no puedes decir "esto no me gusta: que lo haga otro" o renunciar a tener que lidiar con la tecnología. Muchas personas tenemos terror y pánico al mundo de la tecnología y queremos que lo hagan otras personas.
Lo entiendo, yo también he pasado por ahí. Cuando empecé había muchas cosas que no sabía cómo hacer. Me sentía frustrada y había cosas que directamente no hacía porque no era capaz de llevarlas a cabo. Sin embargo, no dejé de hacer lo que hacía porque tenía un gran propósito: vivir de lo que me apasiona, poder ayudar a muchas personas y que este sea mi modo de vida.
Yo elegí ese modo de vida, lo mismo que elegí ser madre. Claro que la maternidad tiene momentos muy difíciles y muy duros. Es un proceso, como todo en la vida.
No hay problemas, hay procesos. (Borja Vilaseca)
Si decidiste conscientemente ser madre o decidiste conscientemente emprender, los momentos incómodos son la otra cara de la moneda. Si para ti esto es realmente importante, si apuestas por ello, si quieres dedicarte a lo que te dedicas, entonces vas por buen camino.
Encuentra tu para qué
En mi caso, elegí dedicarme al coaching, a ayudar a otras personas. Habrá momentos que no te apetezca dar sesiones. Recuerdo tener días que tenía 4 o 5 sesiones y era un poco cansado realizar tantas sesiones al día.
Y lo que menos me gustaba eran sesiones de venta. Odiaba vender, no sabía cómo hacerlo. Sin embargo, estaba comprometida. Tenía ese compromiso interno. En Coaching estratégico nos dice Tony Robbins: "No es lo mismo motivación que compromiso".
Hay muchos días que no estoy motivada porque estoy de mal humor, estoy cansada, he dormido mal o simplemente no he dormido, pero tengo un compromiso. Mi compromiso es mi negocio y mis clientes. Ese compromiso es el que me hace dedicarme a ello me guste o no me guste. Ese compromiso tiene que nacer de ese propósito, tu para qué. ¿Para qué tengo este negocio?
Trabajo vs. hobby
Si lo que quiero es simplemente pasarlo bien, entonces mi negocio sería un hobby. Un día me apetece y trabajo, otro día no...
Ahora hay una tendencia, especialmente en el mundo espiritual, de que si es esfuerzo no es para ti o que el trabajo debe ser mero disfrute.
Claro que el trabajo tienes que disfrutarlo, pero también hay un esfuerzo porque, sino no sería trabajo, sería un hobby. Quizás no sea trabajo cuando ya seas un gran referente, tengas muchísimo dinero o tengas muchísima presencia y puedas delegar. Quizás en ese momento sólo te dediques a hacer aquello que te apetezca porque tendrás todo automatizado o porque simplemente la gente con oír tu nombre, como sucede con Tony Robbins, ya sabe que puede confiar en ti.
Pero al principio, cuando estás empezando con tu negocio, hay mucho trabajo. Y es precisamente al principio cuando mucha gente se rinde porque se da cuenta de que los resultados no llegan enseguida. Porque seamos honestos: el resultado no te va a llegar de la noche a la mañana.
No te compares, todo tiene su proceso
A veces, incluso, caemos en el error de compararnos con los grandes. Queremos hacer lo mismo que grandes referentes como Eckhart Tolle, Tony Robbins o Marie Forleo. Los referentes hacen algo y queremos hacer lo mismo. Puedes hacerlo, pero hasta que tú llegues a ese nivel hay un proceso, un esfuerzo, hay muchas incomodidades y es el precio a pagar como todo en la vida.
Si realmente quieres compararte con ellos, fíjate en ellos cuando empezaron. Muchos de los grandes suelen compartir sus comienzos, sus dificultades, dudas, miedos, etc. Y verás que son personas como tú, que ellos también lo pasaron mal, también les costó llegar a ver resultados, también estuvieron frustrados o a punto de tirar la toalla.
Pero perseveraron y ahora son referentes. Fíjate en cómo lograron estar donde están, no en la posición que ocupan ahora.
Decidir conscientemente
Lo primero es tener claras tus prioridades:
Si tienes un compromiso, quieres vivir de tu emprendimiento...
Si sabes que este trabajo te apasiona, te da placer, aunque no todos los días te apetezca hacerlo...
Si te lo tomas en serio, como un trabajo...
Si eres consciente de que, en tu negocio no va a ser todo bonito, lo mismo que sucede con la maternidad...
Sin ir más lejos, yo misma, incluso estando embarazada hasta la semana 37 que es cuando di a luz, seguía trabajando y trabajaba 8-10 horas al día. Fines de semana incluido.
Pero tenía clarísima mi motivación: me apasiona lo que hago, tengo un propósito y quiero vivir de ello, no veo otra opción y para mí esto no es un hobby.
Uno tiene que elegir. Si el emprendimiento es un hobby, no es emprendimiento. Si es un hobby, está genial, lo puedes hacer y trabajar cuando te apetezca.
Cuando es un trabajo, tienes una responsabilidad frente al mundo, frente a otras personas que van a ser tus clientes. Habrá cosas que no te gusten, pero vas a tener que hacerlas, aprenderlas, invertir en tu negocio...
Uno decide. Porque nadie puede obligarnos a hacer algo que no queramos. Nadie puede obligarnos a decidir.
Mi estrategia: conecta con un propósito superior
Somos nosotros quienes tenemos que ser conscientes de para qué hago lo que hago, cuál es ese propósito superior. Preguntarte: "¿Esto es un trabajo o es un hobby?". "¿Quiero vivir de esto?"
Habrá una serie de pequeños sacrificios, aunque no nos guste esta palabra. Sacrificios en cuanto a tiempo, esfuerzo o estar algunos días sin motivación. Y en este post que escribí, compartía ya mis 9 tips y un bonus para conseguir esa motivación y vencer la apatía.
Y precisamente, ese compromiso interno, el para qué hago lo que hago tiene que estar muy presente. Tener esa visión de dónde quiero estar en 5-10 años porque si voy un poco a la deriva y no sé dónde voy, como en el cuento de Alicia, ¡qué más da qué camino tomar!
Pero si sé dónde voy y digo, por ejemplo: "Yo en 5 años quiero que mi negocio funcione, que haya una automatización, quiero trabajar menos horas, ganar esa cantidad mensual, etc." para conseguir eso, tengo que esforzarme ahora.
Y esta es la estrategia que a mí me funciona, no tengo ninguna estrategia especial. Para mí la estrategia es la motivación interna y más que motivación es compromiso. Esa responsabilidad con los demás. Ese propósito más allá de mí misma porque no sólo es mi negocio, es un negocio que trabaja con personas, ayudando a personas.
Y para mí no hay nada más importante. Incluso, si tengo que renunciar a cosas en mi vida. Obviamente no renunciar a toda mi vida ni sufrir porque tampoco se trata de eso. Ya que, si sufro, probablemente este no sea el camino. Pero si hay algunas actividades que no me apetece hacer o no estoy muy motivada, no le doy importancia porque sé que es mucho más importante ese propósito superior.
Así que espero que estas estrategias te sirvan. Espero que tomes conciencia y decidas si realmente emprender es lo tuyo. Si el emprendimiento es tu camino o quizás lo tuyo es un hobby que te encanta. No es lo mismo porque no se vive realmente de un hobby salvo casos excepcionales. Así que si ya has decidido que emprender es lo que realmente quieres, te diré que te espera un camino de grandes aprendizajes, pero si aplicas las ideas que te he compartido, merecerá la pena.
Y tú, cuéntanos: ¿sientes que el emprendimiento es un sacrificio demasiado grande? ¿Te cuesta encontrar motivación? ¿Disciplina? ¿Qué estrategias o trucos utilizas tú para ser constante y no rendirte por el camino?