Si la semana pasada repasábamos el cine del último tercio de 2014, hoy toca hablar de otro de los temas estrella de este blog: los cómics. Echaremos un vistazo al panorama de varias editoriales y de lo que he podido leer de ellas, empezando por las propuestas de las dos casas más grandes para continuar con propuestas más modestas e interesantes.
MarvelLa conocida como la Casa de las Ideas puede que nos tenga a todos contentos con su creciente y divertido universo cinematográfico, pero su propuesta editorial deja cada vez más que desear. Los marcoeventos se han convertido en la norma, y de ser algo excepcional han pasado a un mínimo de dos al año, a cada cual más absurdo y vomitivo: Pecado original, Axis y en 2015 nos espera un refrito de las Secret Wars. Muy bien. Se da la tendencia general de que, mientras que las grandes series se ven trastocadas por este tipo de planes, son las más pequeñas y sencillas, aquellas por las que nadie apostaba, las que brillan en el plano creativo y hacen las delicias de los lectores, como las cabeceras recién estrenadas dedicadas al Hombre hormiga y a la Chica ardilla. Mientras el resto de títulos vengadores resultan soporíferos, los Imposibles Vengadores de Rick Remender y del dibujante Daniel Acuña concluyen una saga prolongada que recuerda al tono épico y fatalista de Días del futuro pasado y que conecta con los sucesos de sus etapas en Imposibles X-Force y Vengadores Secretos. Se funden las posibilidades de las mitologías mutante y vengadora y Acuña alcanza su cénit artístico.
La renovación mutante comenzada por Jason Aaron y Brian Michael Bendis ha llegado a su fin. El primero concluyó su ya mítica etapa en Lobezno y la patrulla X de forma más que satisfactoria para luego empezar una nueva cabecera, La asombrosa Patrulla X, resucitar a Rondador Nocturno y huir de mala manera a los seis números. Mientras tanto, Bendis nos contentó a todos con las jugada de traer a los cinco mutante originales al desfigurado presente, pero este truco ya se ha estirado hasta la saciedad y resulta demasiado cargante.
Por suerte para Daredevil, Mark Waid llegó a la serie y decidió abandonar la faceta oscura que había convertido al cuernecitos en el sufrido Batman de Marvel. Waid escribe historias de corte superheroico (con sus buenas dosis de oscuridad), desarrolla la vida personal de Matt Murdock y nos entrega una etapa memorable junto a los lápices de Paolo Rivera, Marcos Martín y, sobre todo, Chris Samnee. Historias como la del Hombre Topo o la venganza a fuego lento de un viejo enemigo demuestran que es un cómic que de verdad merece la pena leer.
Otro cómic que va a su aire es Ojo de Halcón. Matt Fraction deja de lado la vida de Clint Barton como vengador y se centra en sus enredos personales, con ecos del Peter Parker de los ochenta. Nos cuenta también las desventuras de Kate Bishop, la joven arquera, y de paso brinda a David Aja la posibilidad de jugar con la narrativa y dibujar locuras tan divertidas como el número dedicado al perro.
Mientras tanto, Spider-man hace años que dejó de ser el personaje que yo conocía y los Guardianes de la galaxia protagonizan una serie bastante pobre escrita por Bendis, a años luz del trabajo de Abnett y Lanning que redefinió al grupo estelar.
DCDesde el reinicio de los nuevos 52, como universo de cómics carece de cohesión alguna. Los nuevos títulos aparecen y con frecuencia son cancelados, pero hay algunas cabeceras que destacan por sus tramas o como mero divertimento, como Harley Quinn. El caballero oscuro celebra sus setenta y cinco años con una serie semanal centrada en Gotham, Batman Eternal, mientras que vive aclamadas etapas gracias a Scott Snyder y Greg Capullo en Batman y a Buccelato y Manapul en Detective Comics, con las que espero ponerme al día pronto. El hombre de acero protagoniza una correcta etapa en Superman gracias a Geoff Johns y John Romita Jr. en su primer trabajo fuera de Marvel en muchos años, y parece que Grant Morrison va a poder hacer de las suyas en Multiversity.
En cuanto al sello Vértigo, es un mero eco de lo que fuera durante los noventa, si bien destacan Hermano Lono, el sangriento spin-off de 100 balas, y la mezcla entre terror y ciencia ficción de El resurgir, de Snyder y Sean Murphy.
ImageSu modelo basado en publicar cómics y dejar que sean los propios autores quienes mantienen los derechos de sus personajes continúa dando sus frutos en una etapa dorada de cómics creativos y transgresores, como algunos de los que recomendamos a continuación.
Brian K. Vaughan y Fiona Staples nos deslumbran en Saga, la mulitpremiada odisea espacial de corte iconoclasta, violenta y muy divertida en la que destacan unos personajes con los que no nos cuesta simpatizar. Otra serie espacial que acaba de comenzar es Copperhead, pero su premisa ya ha cautivado a muchos, pues se trata de una inspectora de policía que llega a un enclave minero alienígena a investigar los crímenes que se cometen en una comunidad cerrada y repleta de oscuros secretos.
El terror es otro de los géneros cultivados con más mimo por Image. Destacan el final de Fatale y el comienzo de la nueva serie del tándem Brubaker-Phillips, The Fade Out; el comienzo de Wytches, una versión macabra de Las brujas de Roal Dahl, cortesía de Scott Snydery Sean Murphy; y Outcast, acerca de una epidemia de posesiones demoníacas y del elegido para detenerlas. Robert Kirkman continúa con Los muertos vivientes y arranca una nueva e interesante etapa tras el final anticlimático de la guerra abierta contra Negan.
Bastante más particulares resultan propuestas como Southern Bastards y Sex Criminals. La primera es un cómic ambientado en un diminuto pueblo de Alamaba que nos habla del peso del pasado, un tebeo duro, violento y oscuro. La segunda es la alocada apuesta de Matt Fraction y Chip Zdarsky acerca de una joven pareja que puede detener el tiempo mientras hace el amor, ocasión que aprovechan para robar todo lo que pueden. Tiene el lujo de haber sido reconocido como uno de cómics de 2014 en varios medios.
Cómics en líneaCada vez surgen propuestas más interesantes (y de mucha calidad) que exploran las posibilidades del soporte digital, como por ejemplo The Dreamer, de Lora Innes; Polar, de Víctor Santos, y The Private Eye, el producto estrella de la iniciativa Panel Syndicate, de Brian K. Vaughan y Marcos Martín.
Y vosotros, ¿qué cómics actuales recomendáis?