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¿Cómo usar una caja de arena para perros pequeños?

Por Jgallego19
caja de arena para perros

La idea de entrenar a tu perro pequeño a usar una caja de arena como si se tratase de un gato puede sonar un poco raro. Pero, como la mayoría de las buenas ideas, es simplemente genial. Te mostramos las ventajas, qué necesitas y cómo enseñar a tu pequeño perro a usar una caja de arena para perros.

Ventajas de usar una caja de arena para perros pequeños

Imagínate que llegas tarde del trabajo y no tienes que preocuparte por la apestosa situación provocada por tu perro al hacer sus necesidades sobre tu alfombra. Suena un poco menos loco ahora, ¿no?

Proporcionar una caja de arena a tu perro (y entrenarle para usarla) le ofrece una solución a sus necesidades fisiológicas cuando lo necesite, no importa a qué hora del día o de la noche le entren las ganas. Además, también muy es conveniente, especialmente para los que viven en apartamentos o los que no tienen el lujo de tener un patio cercado en el que un pequeño perro puede correr y hacer caca libremente. Incluso si tienes una zona de césped, también tendrás que recoger las “minas malolientes” de tu perro, o esquivarlas cada vez que caminas por el jardín, a menos que aprenda a usar una caja de arena, claro.

Cómo enseñar al perro a usar la caja de arena

Entonces, ¿cómo puedes convencer a tu perro para que use una caja de arena? Tendrás que pasar varios meses ofreciéndole un refuerzo positivo cada vez que la utiliza, pero, por lo demás, el ejercicio no es diferente a cualquier otro tipo de entrenamiento sobre el control de sus esfínteres.

Puedes utilizar las mismas técnicas tanto en cachorros como en perros adultos. Alimenta y da de beber a tu perro a intervalos regulares a lo largo del día. Luego, llévale a la caja de arena y ayúdale a situarse dentro de ello. Dale una orden, como por ejemplo “baño”, para decirle que haga sus necesidades.

Si estás entrenando a un cachorro, lo más probable es que “evacúe” de 5 a 30 minutos después de comer o beber. Si estás entrenando a un perro mayor, busca las señales que indican que necesita ir al baño, como gimotear, ir y venir de un sitio a otro, u olfatear o caminar hacia la puerta. Cuando él utilice con éxito la caja de arena, ofrécele un montón de elogios y una golosina o recompensa. Si le pillas haciendo sus necesidades en otro lugar, regáñale suavemente y llévale a la caja. A medida que empiece a usar la caja de arena por su cuenta después de unos meses, continúa con los elogios a medida que disminuyes su dependencia de las golosinas.

¿Qué necesitas?

Necesitarás una caja de plástico grande para que sirva como caja de arena para tu perro. Hay muchos modelos en el mercado con diferentes características, incluyendo las cubiertas con un filtro que atrapa el olor, con funciones de auto-limpieza, con forma de iglú, y cajas con varias capas que tienen una reja o una capa de hierba en la parte superior y permite que los residuos se acumulen en una bandeja inferior. Pero no olvides que la caja debe ser lo suficientemente grande para que tu perro dé la vuelta con comodidad. La arena para la caja del perro es similar a la variedad para los gatos y hay muchos tipos, desde bolitas de papel con control de olores mediante el uso carbón activado, a simples arenas de arcilla. Para el control del olor, espolvorea bicarbonato de sodio en el fondo de la caja cada vez que la vacíes.

Si bien puedes estar tentado a colocar la caja en un rincón del sótano o una habitación de uso poco frecuente, ésto es una receta para el desastre. Tu perro necesita un acceso cómodo a la caja de arena y tú necesitas un recordatorio visual para limpiarla (que se debe hacer cada vez que el perro la usa, si es posible).

¿Pueden un gato y un perro utilizar la caja misma caja de arena?

Desgraciadamente, tu perro y tu gato no estarán demasiado contentos usando la misma caja. Los perros y los gatos hacen un uso muy diferente de la caja de arena. A diferencia de los perros, los gatos no necesitan entrenamiento para usar la caja de arena. Lo que tu gato necesita es el acceso a su propia caja, y esto es así tanto si sus compañeros de casa son perros u otros felinos. Sin este sentido de pertenencia, tu gato puede comenzar a rociar orina por toda la casa para marcar su territorio o negarse a usar la caja de arena por completo.

Los perros pueden ser territoriales también, por lo que, en un hogar con varios perros, cada perro podría necesitar tener su propia caja si afloran las peleas.


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