Esas frías cifras ponen de manifiesto la magnitud del problema, máxime cuando podríamos afirmar que la compra compulsiva es una adicción no vergonzante (casi nadie se sonroja al decir que se ha comprado cinco pares de zapatos en una visita a los grandes almacenes de turno o que en las últimas rebajas no pudo resistirse a llevar a casa seis jerseys que estaban muy baratos o que tiene tantas colonias que ya no tiene espacio para almacenarlas, etc.), es decir, no se vive tan trágicamente como la adicción al alcohol, a Internet o al móvil.
¿Por qué comprar si no se necesita? ¿Por qué comprar si se tiene el armario lleno de ropa? ¿Se compra sólo porque es barato? ¿Se compra sólo por el placer de comprar? Preguntas que intentaremos dar respuesta en las siguientes líneas.
Adictos a las compras
En nuestro mundo occidental hace muchos años que se abolió la esclavitud. No obstante, hoy día algunas personas se encuentran presas de su tendencia compulsiva a jugar (ludópatas), a comer (bulímicos), a trabajar (workaholics), al gimnasio (vigoréxicos), a los chats de internet, los móviles, los videojuegos (tecnoadictos) o a las compras (oniómanos)... Son los adictos sin drogas.La nueva forma de esclavitud de nuestra juventud es una esclavitud provocada por el propio individuo que comienza y termina en él mismo, originando un vínculo dependiente, con una actividad o una máquina.
La dependencia supone una desvaloración de uno mismo, al mismo tiempo que se hipertrofia el “objeto” del que se depende: droga, persona o cosa (objeto de compra). Implica, pues, dos aspectos: el individuo se siente débil y tiene que apoyarse en algo y ese algo es tan 'maravilloso' que no hay nada que temer. El gran inconveniente de esta situación es que la persona se atrofia y bloquea su posibilidad de crecimiento psicológico; al depender evita el sufrimiento cotidiano, pero hipoteca toda su posibilidad de realización.
Toda dependencia se establece a través de una relación perversa: el objeto es utilizado para unos fines a los que, en principio, no estaba destinado: así, las máquinas tragaperras planteadas como un pequeño juego de azar se convierten en el primer objeto de necesidad para el ludópata, o la nevera llena que nunca sacia al comedor compulsivo, o comprar por comprar sin tener en cuenta la utilidad del objeto de compra.
Es decir, las adicciones se inician como conductas que causan placer (chatear en internet, comprar de forma compulsiva, jugar a las máquinas tragaperras, etc.) pues el sujeto disfruta de esa acción y de alguna manera compensa su fracaso como persona, en el trabajo o con los demás.
En principio, pues, es una forma de buscar una gratificación, como otros podemos ir a la peluquería o viajar. El problema surge cuando, en un plazo más o menos largo, dependiendo de la personalidad de cada sujeto, esa actividad esclaviza, y uno se siente obligado a repetirla, a pesar del malestar que le ocasiona. En estos momentos ya debemos hablar de dependencia o adicción.
Y esto es así, porque la conducta adictiva (en nuestro caso, las compras compulsivas) se caracteriza por la capacidad que tiene para producir gratificación inmediata o alivio de algún malestar. Por esto, es fácil que termine por generar dependencia, es decir, un patrón desadaptativo, que conduce a un deterioro global de la persona.
Comprar por comprar
Comprar de forma descontrolada ha recibido diferentes nombres: "shopping disorder", "trastornos de adquisición anormal" o "compra compulsiva". Es evidente que es difícil situar el límite de lo normal y anormal en este terreno. La compra anormal o compulsiva se caracteriza por la necesidad inevitable de comprar y que puede llegar a provocar importantes problemas familiares, interpersonales e incluso económicosTal es el caso de Antonio, de 50 años de edad, que refiere una necesidad imperiosa de comprar, sobre todo, música: discos, cds, etc. Es tal la cantidad de música que compra que no tiene tiempo material para escucharla, pero si acude a una sección de música, no puede salir sin comprar algo. También Marta tiene un problema parecido aunque, en su caso, los objetos de deseo de sus compras son los zapatos. La explicación para ella es muy sencilla, como me dijo en una ocasión: “Hoy me he comprado tres pares de zapatos pues estaban muy rebajados”. Pero la realidad era que tenía más de veinte pares de zapatos, y además, como le dijo su hijo pequeño, muchos de ellos los tenía “repe”.Las motivaciones de este tipo de conductas son muy diversas; en el caso de Antonio siempre está relacionado con una bronca con la mujer o con los hijos, lo que provoca la pataleta de irse a los grandes almacenes y 'jugar' a ser Onassis; en el caso de Marta es el aburrimiento el que le lleva a llenarse de cosas (zapatos), que nunca sacian completamente.
Las nuevas posibilidades tecnológicas (tarjetas de crédito, comercios online, etc.) han facilitado aún más el comprar compulsivamente, pues, sin dinero en el bolsillo e incluso sin moverse de casa, se puede satisfacer ese impulso.
Las compras compulsivas (incrementadas en las épocas de rebajas o en las grandes ofertas de dos por uno) pretenden neutralizar, en muchas ocasiones, el vacío de una vida poco satisfactoria o mitigar una ansiedad producida por el trabajo, los hijos o la misma situación precaria económica.
Desde el punto de vista psicopatológico, las compras compulsivas están relacionadas con los cuadros de ansiedad o depresivos o en los grandes cuadros de exaltación del ánimo, como es la manía. Así, la oniomanía puede darse en otras enfermedades como el trastorno bipolar o el trastorno límite de la personalidad
Retrato robot de un comprador compulsivo
- Nueve de cada diez adictos a las compras son mujeres.
- Joven y de nivel económico medio o alto.
- El inicio de las compras compulsivas suele ser en la adolescencia, aunque pueden pasar varios años hasta que se da cuenta que su conducta es anómala.
- Muy preocupadas por "el tener" y no por "el ser" (en terminología de Erich Fromm).
- Se suele acompañar con un trastorno de ansiedad, depresión o consumo patológico de alcohol o drogas.
- No compran por necesidad sino por el placer mismo de comprar yposteriormente se sienten culpables pues son conscientes de que el gasto ha sido innecesario.
- Entre los rasgos de personalidad más frecuentes en los compradores compulsivos podemos señalar: la inseguridad, la dependencia y la necesidad excesiva de agradar y de buscar la satisfacción de forma inmediata.
Prevenir la adicción a las compras en los adolescentes
Una de las preguntas que subyacen en relación con este problema es: ¿por qué la sociedad actual favorece las dependencias? José Antonio Marina da una respuesta: “Uno de los elementos del sistema de creencias del adicto es la exaltación de lo fácil. Nuestra sociedad de consumo nos hace pensar siempre en lo que es más barato y produce más felicidad. El dos por uno, tan sugestivos en los anuncios de los supermercados (dos corbatas por una, llévese dos kilos de peras y pague uno, etc.) está presente en muchas de nuestras acciones: conseguir la felicidad con el mínimo esfuerzo. Es como si el joven fuera aprendiendo que lo fácil es sinónimo de bienestar".Por este motivo, crear un clima de confianza y fortalecer la autoestima será un buen caldo de cultivo para que el adolescente no se deje arrastrar por la tendencia a buscar satisfacciones inmediatas y a evitar los sacrificios. Así evitaremos la “nueva esclavitud”: las adiciones sin drogas.
Medidas para evitar las compras compulsivas
- Elaborar un presupuesto mensual y controlar de forma diaria los gastos.
- Eliminar la práctica de comprar con tarjeta de crédito. Comprar con dinero en metálico nos hace ser más conscientes de los gastos reales en los que hemos incurrido.
- Evitar las compras de última hora.
- En caso de acudir a las rebajas, procurar ir con una lista de necesidades y no salirse de ella.
- Una forma indirecta, pero muy eficaz, es favorecer las actividades recreativas al aire libre y las acciones que fortalezcan la autoestima.
Educar en la no-dependencia
Un desarrollo armónico de la personalidad debe estar construido sobre el soporte de que el poseer o tener por sí mismo no es suficiente para ser feliz y que en tanto en cuanto seamos más autónomos (en tendencias, inclinaciones, etc.) seremos más sanos mentalmente. He aquí algunas claves para conseguir ese alto objetivo:# 1.- No es más feliz el que más tiene
Los medios audiovisuales nos bombardear constantemente con la sensación de que para ser feliz hay que tener un buen coche o una buena casa o las zapatillas de moda. Nuestro mensaje, desde que el niño comienza a poseer (un juguete, ropa de moda, etc.) debe orientarse a enseñarle a disfrutar de lo que se tiene, aunque sea poco, y no lo que tenga el primo o el vecino del quinto. Uno puede no tener muchas cosas, pero ser feliz con lo poco que tenga. No es cierto que vales lo que tienes, sino que vales lo que eres (Fromm).# 2.- Un “poco” de frustración es necesario para crecer psicológicamente
Hoy tendemos a saciar de forma automática todos los deseos del niño: los patines, la bicicleta, un helado, etc. Se confunde el deseo con la realidad. Pero cuando las frustraciones y contrariedades llegan, el adulto no está preparado para asumirlas. Se produce así la infelicidad y la tendencia a tener que suplir esas deficiencias con “cosas”: comprar y comprar.# 3.- Preocuparse por el mundo exterior
La posición del “tener” está centrada en uno mismo. Gira en torno a las propias necesidades: primero yo, después yo y después también yo... Poner el punto de mira en los otros es una forma de relativizar el poseer. Es una manera de vencer el narcisismo patológico que lleva al consumismo.# 4.- Favorecer la autoestima y la valoración de sí mismo
Como hemos dicho antes, una forma de contrarrestar la tendencia a comprar por comprar es fortalecer el yo, reconociendo las capacidades del niño o adolescente y valorando en su justa medida sus logros conseguidos: notas, acciones de solidaridad, renuncia a uno mismo, etc. Hay que primar “el ser” sobre “el tener” para que de adultos puedan disfrutar de forma correcta de su “tener” (riqueza, posesiones, etc.) De esta forma conseguirán no necesitar “las cosas” para estar bien.http://elmundotlp.blogspot.com/es