- Supone la paralización de proyectos puestos en marcha, con fuertes inversiones en el sector rural.
- Impacto negativo en el empleo de los secotes agrícola, ganadero y forestal.
- Consecuencias en emisiones de CO2 y en la prevención de incendios.
- Recuerda que la biomasa no había cumplido los objetivos del plan de Energías Renovables ya que su instalación no llegó a 40 % de los objetivos previstos. Por lo tanto no puede ser considerada culpable de la situación de tarifa.
- Que el gobierno debería considerar otras externalidades que tiene el sector de la biomasa y especialmente en todo lo relativo a contribuciones medioambientales.
- En muchos países europeos, la biomasa es el segundo sector de generación eléctrica tras la hidraúlica frente a nuestro sistema que todo está basado en eólica.
- Frente a tecnologías que no son gestionables, la biomasa sí lo es. La producción de biomasa no depende de condiciones externas y supone un flujo continuo de alimentación a la red.
- A finales del pasado 2011, la Comisión Nacional de Energía (CNE) publicó un informe sobre la propuesta de orden de tarifas y primas de las instalaciones del régimen especial de generación de electricidad. Según los datos actualizados a 20 de diciembre, la biomasa y el biogás obtuvieron 271 millones de euros en primas por la generación de 3.681 GWh. Los pronósticos para 2012 son de 264 millones de euros por 3.898 GWh. Es decir, está previsto menos pago de tarifa para 2012. Recordemos que el déficit de tarifa eléctrico causante de la moratoria, asciende hasta 24.000 millones de euros.
- Las tarifas de la biomasa son muy ajustadas a lo que se está pagando por el consumidor. La tarifa está en niveles de 0,1763 euros /kilowatio frente a lo que pagamos en factura de 0,15 euros/kilowatio hora. Si miramos la fotovoltaica, la tarifa alcanza 48,87 euros/kwh.
- La creación de empleo en la biomasa es espectacular frente a otras tecnologías. Para la producción de electricidad en una planta cuya potencia es de 2 MW, se necesita un mínimo de 7 personas en planta. Además para la recolección de biomasa, si esta es forestal se requiere un total de 15 personas y si es cultivos energéticos sería necesario un total de 3.
- La biomasa puede llegar a crear un total de 14.000 empleos durante la vida útil de las plantas, con un beneficio neto para el Estado superior a los 130 millones de euros anuales, si tenemos en cuenta los impuestos generados por la actividad y las contribuciones sociales de los trabajadores. Las inversiones que podría alcanzar este sector se aproximarían a los 4.000 millones de euros
- El ministro de Agricultura ha manifestado su apuesta por políticas forestales y los cultivos energéticos en recientes comunicados.
APPA Biomasa alerta de las consecuencias de la moratoria
El área de biomasa de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) ha emitido un comunicado en el que pone de manifiesto que las medidas contenidas en el RDL 1/2012 supondrán serias dificultades añadidas para el desarrollo del sector de la biomasa y el biogás tanto por la imposibilidad de poner en marcha las nuevas plantas que ya estaban en fase avanzada de proyecto o incluso finalizada su construcción pero sin preasignación, como por la total incertidumbre que genera la nueva situación. Según APPA Biomasa, estas plantas implicaban un fuerte desarrollo de inversiones cuya desaparición tendrá como consecuencia directa e inmediata una considerable pérdida de empleo y un fuerte impacto en los sectores agrícola, ganadero y forestal, donde se multiplicarán los efectos negativos sobre el empleo y la actividad productiva.
En este sentido APPA Biomasa "quiere mostrar públicamente su profunda preocupación por las consecuencias que van a tener para el sector de las biomasas las medidas que contiene el RDL citado porque, en la práctica y a menos que se reglamente en breves semanas los procedimientos para dar continuidad al sector en el marco de lo previsto en su artículo 3, suponen la total desaparición 'sine die' de cualquier nueva iniciativa en este campo". Las consecuencias derivadas de esta paralización no son sólo económicas, sino también ambientales, dada la gran relevancia de este sector en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en el aprovechamiento de los montes y en la prevención de incendios forestales.
Hay que recordar que las biomasas son precisamente las tecnologías que no deberían ser incluidas en la Descripción de Motivos de este RDL. Porque ni se trata de tecnologías renovables que hayan superado con creces sus objetivos para 2010 (se ha cubierto menos del 40% del objetivo recogido en el PER 2011-2020 recientemente aprobado por el Gobierno), ni han supuesto nunca un incremento del sobrecoste para el sistema, puesto que la potencia instalada en absoluto refleja la que potencialmente sería susceptible de ser instalada en España. Al no determinarse la duración de la moratoria, se desincentiva totalmente cualquier nuevo proyecto o inversión debido a la inseguridad presente y futura que ello comporta. Por ello, APPA Biomasa entiende que el Gobierno debe acometer reformas de calado en el funcionamiento del mercado eléctrico de manera que se resuelvan de una vez por todas las disfunciones actuales. La asociación considera especialmente injusta la aplicación de este RDL a los sectores de la biomasa y del biogás en España, que se han esforzado durante los últimos años en tratar de ajustar sus marcos regulatorio y retributivo a la realidad, sin que se haya considerado hasta ahora por parte del regulador el importe de las múltiples externalidades positivas -sociales, económicas y medioambientales- que inducen, puesto que las biomasas son intensivas en generación de empleo y porque convierten residuos de fácil combustión espontánea e incontrolada en recursos valorizables energéticamente.
Asimismo, APPA Biomasa insta al Gobierno a que considere a las biomasas como una energía renovable altamente eficiente y beneficiosa, que incluya en sus balances de rentabilidad directa la estimación de las externalidades que esta tecnología genera -en especial los ahorros medioambientales que produce- de modo que aflore la evidente eficiencia de la energía producida a partir de las biomasas, que sopese debidamente los retornos fiscales que induce y, sobre todo, que tenga en cuenta el empleo intensivo que puede crear no solo en su actividad específica, sino en los sectores agrícola, ganadero y forestal.