Casi podría afirmar rotundamente que para mí es tradición que comienzos de septiembre en los últimos años traiga asociado vivencias de conciertos especiales. Lo de “especial” viene asociado principalmente a que me suponen un desplazamiento mayor del habitual (ir a Madrid ciudad) y el ir acompañado de gente algo particular. Para esta ocasión, se me presentó la oportunidad de acudir por primera vez a un concierto en fiestas de Alcorcón (en ese municipio ya vi a Revólver en julio de 2005 en un centro comercial que a día de hoy debe de estar medio muerto).
Alfredo Morales, amigo y colaborador del programa de radio de “Discos, música y reflexiones”, fan de Fangoria y todo lo que le rodea, me comentó que este pasado viernes 6 de septiembre actuaban en esta ciudad del sur de Madrid. Si el año pasado él y yo, junto a algún invitado de excepción más, fuimos casi en la misma fecha a Móstoles a ver a Ana Torroja, un año más tarde tocaba la réplica de Alaska y su séquito en el pueblo de al lado.
También me suponía la 3ª vez que vería a Fangoria tras sendas actuaciones en Torrejón, donde resido todavía, en 2007 y 2011. El peregrinaje en transporte público (como en muchos de estos conciertos a municipios que me cogen a paso cambiado de donde vivo, teniendo en cuenta que no nos cortaríamos a la hora de consumir bebidas alegres antes y durante el show), tuvo su aquel. Quedamos a las 21.30h en Príncipe Pío tras llegar allí en Renfe, para coger la línea 511, que según unas compañeras de curro nos dejaba al lado del recinto. Llegamos bien a Alcorcón, sobre las 22.15h, con el tiempo suficiente para ir a buscar hielo y vasos para disponer adecuadamente el “vodkate” que uno de nuestros acompañantes había comprado en un supermercado, el cual hizo sus estragos unas horas después en los trayectos en búho para volver a casa tras la velada.
Tras preguntar a varias “alegres y simpáticas Jessis”, como diría Alfredo Morales, dimos con una tienda de chinos donde proveernos de lo necesario (hielos, vasos y algunos aperitivos con decoración manchega en la bolsa bastante curiosos que no estaban mal del todo) y tiramos para el anfiteatro donde se celebraba el espectáculo. Cuando llegamos, 15 minutos antes de las 23.00h, hora de comienzo del show, estaba el graderío a reventar y nos situamos moderadamente cerca del escenario a la izquierda según miras al mismo, bordeando al gentío, ya que el acceso era desde la parte derecha. No sé cómo David y Sergio, los 2 que completaban este peculiar “cuarteto de la muerte”, consiguieron colar las bebidas y todo el material que llevamos; supongo que las aglomeraciones y la candidez de estos 2 amiguetes nuestros hicieron lo suyo al efecto (total, no supusimos ningún peligro para la integridad del resto, aunque a primera vista pudiera dar otra impresión).
Unos pocos minutos pasadas las 23h salieron a escena Fangoria con su formación actual, esa en la que Rafa Spunky y la bellísima guitarrista Ikerne, ya tienen casi tanto protagonismo o carisma como Nacho Canut e incluso la propia Alaska para los que seguimos al grupo. La apertura del show fue espectacular, con una interpretación de “Perlas ensangrentadas” que buscó, con éxito, meterse a la numerosa audiencia que poblaba el recinto en el bolsillo. Hablando del recinto, en 2004 o así recuerdo que pasé por Alcorcón en fechas cercanas a las fiestas y creía que los conciertos se celebraban en los campos de fútbol del polígono Urtinsa, con lo que esto debe haberse cambiado de lugar de celebración hace pocos años, supongo.
Este concierto está incluido dentro de la gira larguísima de presentación del bien aceptado “Cuatricomía”. Sonaron con fuerza, más bien en el tramo medio y final del concierto los 2 primeros singles del disco, “Dramas y comedias” y “Desfachatez”, y se incluyeron alguna que otra canción más que aún no tengo controladas. En el tramo inicial recuerdo (me van a disculpar que no tenga una visión o recuerdo muy claro del concierto; échenle la culpa al “vodkate”) que sonó “Miro la vida pasar”, un gran clásico del repertorio de Fangoria. Ya para esas alturas los bailarines que acompañan a Fangoria, encabezados como siempre por la espectacular Susana Reche, se habían sumado al espectáculo de coreografías. Buen encuadre el de la siguiente imagen: las vedettes, Ikerne y Alaska, aunque esta última algo cortada en la foto por el frenesí de las coreografías.
Quizás contra todo pronóstico, sonaron muy temprano en el orden del set list “Bailando”, en una versión algo actualizada/modernizada y la siempre sublime “¿Cómo pudiste hacerme esto a mi?”, que sonó bastante ajustada a su sonido orquestal gracias a las programaciones oportunas. Tras un breve parón que se realizó, el cual derivó en un paréntesis de techno duro, resultó un momento notable de la noche que se siguiera el concierto con “Retorciendo palabras”, sin duda otro de los grandes temas de Fangoria, perteneciente a su periodo clave de paso del underground al mainstream.
El tramo final contó con “Ni tú ni nadie”, que trajo al recinto un clímax muy especial de comunión entre espectáculo y público. Cuando parecía que todo iba a terminar, se hizo un guiño por parte de Alaska a su marido Mario Vaquerizo, invitando a las Nancys Rubias al escenario para interpretar su último single “Me encanta”. También hay que decir que Juanpe, la “Nancy travesti”, no se encontraba en escena, apareciendo junto a Mario “la Favor” y la guapísima Marta Vaquerizo. Con este final de fiesta, totalmente desparramado, se puso punto y final a casi 2 horas de show. Vean en la siguiente foto a Mario en plena pose y éxtasis en mitad de su aparición al final del concierto.
Hay que destacar que Fangoria llevan un espectáculo notable en sus giras, gracias a su espectáculo de bailarines y a un repertorio de temas siempre solvente, que se va renovando, incorporando los nuevos temas de turno y recuperando de cuando en cuando rarezas del pasado. Alaska sigue a sus 50 años muy digna en escena, tanto en movimientos, como en físico, como en voz y Nacho… Bueno, Nacho Canut ya sabemos que no destaca por ser muy expresivo desde sus teclados, siendo claro candidato a opositar para incorporarse algún día como miembro de pleno derecho de Kraftwerk. Spunky y sus coros (aunque de cuando en cuando también se encarga de las guitarras) tienen su gancho a estas alturas (alguno sé que va a ver a Fangoria principalmente por él… Sí, sí, así es, créanme) e Ikerne desempeña el lado rockero, tanto por sus acordes eléctricos de guitarra, como por su look, que alterna dureza y sensualidad a partes iguales. La siguiente foto muestra un duelo de bellezas al rojo vivo, cada una a su estilo: Ikerne vs. Susana Reche.
De las 3 veces que he visto a Fangoria, no ha superado esta ocasión a la actuación dentro de la gira de “El Transcendental Paso De La Astracanada Al Vodevil” en Torrejón de Ardoz en 2011, pero sí que superó a aquella de 2007 que ya comenté en su día me dejó algo frío. Fue un buen espectáculo, gracias a un set list que compensó bien lo nuevo del grupo con las etapas anteriores de Fangoria y de formaciones previas. Además, dejando de lado la gratuidad del evento, fue un éxito total de público, quedándose mucha gente fuera del recinto (pudimos ver que en un momento determinado se cerraron los accesos y nadie más pudo meterse en la zona interior del anfiteatro del Recinto Ferial de Alcorcón).
Con nuestra leve borrachera y ánimo, nos quedamos por ahí merodeando tras el final del concierto para ver si podíamos interactuar con el grupo. Tras un generoso rato de espera, vimos que Rafa Spunky e Ikerne se marchaban junto a más componentes del staff en una furgoneta enorme de color rojo. Alguno de nuestros compañeros comenzó a llamar la atención de Spunky, pero fue Ikerne, muy simpática y guapísima, la que se acercó a los que estábamos allí para hacerse algunas fotos. Spunky se nos escapó. Un rato más tarde sería el grupo de bailarines quienes fueron saliendo, pudiendo Alfredo Morales anotarse su tanto personal de la noche al hacerse una buena foto con la exuberante Susana Reche. Abajo de este párrafo el triunfo personal de Alfredo en la noche del pasado viernes y arriba el de Sergio, nuestro amiguete que dispuso el “vodkate”, y servidor de ustedes con la bella Ikerne.
Viendo que nos iban a dar las mil y el núcleo duro no aparecía por allí, decidimos a las 2.30h desistir en nuestra espera y comenzar el largo peregrinar hacia Torrejón de Ardoz, cosa que no se nos dio mal del todo, teniendo en cuenta que teníamos que coger 3 autobuses. A las 3.15h estábamos en Príncipe Pío y a las 3.50h en Av. América listos para coger el bus de las 4h (teniendo en cuenta que los buses del Corredor del Henares a Alcalá/Torrejón de Ardoz pasan cada hora; ¡qué vergüenza y qué envidia respecto a Alcorcón/Móstoles, que pasan cada 30 minutos!). En esos trayectos, con tantos giros y glorietas el “vodkate” hizo estragos y me dejó un mal cuerpo de aúpa, cosa que no había sufrido hasta entonces.
En resumidas cuentas, lo pasamos bastante bien y mereció la pena. Hubo lugar para varias anécdotas hilarantes al margen del show que no voy a contar por aquí, ya que sería meterme demasiado en el plano personal; seguro que algún blog por ahí comentará esas cosas. Fangoria goza de un momento envidiable de fama y éxito, consecuencia de mucho más que la buena aceptación del reality televisivo protagonizado por Alaska y Mario, ya que desde 2004, cuando comenzaron a expandir su propuesta musical, la cosa ha ido en progresión geométrica. Conciertos como éste, del cual hemos descrito nuestra experiencia personal, ponen de manifiesto esa ideal situación.