Revista Cultura y Ocio
Siempre que vuelvo a ver a Los Deltonos, la banda de Muriedas, Cantabria, salgo con una sonrisa en la cara. Se nota que cuanto más poso, experiencia y buen hacer tiene una banda, más tiempo lleva en la carretera, acumula buenos discos y los expone en directo con enorme calidad, más merece la pena verlos y disfrutar de su propuesta. En los tiempos que corren, donde en las televisiones imperan los reality shows, cuya única preocupación es aupar a un don nadie al éxito fácil, y si es guapete o guapilla mejor, y no hay programas de interés musical de verdad como antaño, ir a un concierto de un grupo auténtico se ha convertido en algo casi, por así decirlo, de otro tiempo, algo antiguo, pasado de moda. Yo nunca he sido de modas (bien lo saben los que me conocen), así que seguiré, mientras el cuerpo aguante, yendo a ver a bandas como Los Deltonos, todas las veces que pueda.
Anoche volvieron a bordarlo en su terreno, el del rock blues enérgico, con toques de country-rock y boogie. La banda comandada por Hendrik Röver, a la voz y guitarra, goza de un estado de forma envidiable, con la formación actual con Fernando Macaya a la otra guitarra, Pablo Z al bajo y Javier Arias a la batería. Sonaron como una auténtica apisonadora desde el tema inicial, y en la hora y media larga que duró el show fue un absoluto disfrute, y hacedme caso, cuando ves a los músicos disfrutar en el escenario y lo transmiten, es un síntoma de que todo va de lujo, cosa que se notaba en un público entregado, cantarín y la mar de contento, entre los que me incluyo, como no.
El listado de temas, teniendo en cuenta su amplio repertorio, fue una colección de enormes canciones. De su último y gran disco homónimo del año pasado tocaron Sur, No saber, Magia, Caviar y SanMartín (ésta en los bises). Del álbum anterior Salud! cayeron Merecido y Salud!. De Saluda al campeón sonó Saluda al rey, y de La Caja de los truenos ese temazo que es No por nada. Elvis, Gasolina y Brindemos (escándalo de tema) del GT, Repartiendo y Discotheque Breakdown del Buenos tiempos, Como decía yo del Sólido. Listo o ¿Por qué voy a tratarte bien? del Bien, Mejor y Mirar atrás también sonaron de manera fantástica. Pero ya en los bises hubo un momento muy especial cuando sonó Soy un hombre enfermo, temazo de tomo y lomo y aquella canción llamada Qué podríamos hacer, ambas de su primer disco Tres Hombres enfermos.
En definitiva, un disfrute total, en cuanto al sonido fue una absoluta gozada (aunque noté la voz algo baja y la batería muy alta), verles a un metro no tiene precio y sin duda Hendrik seguía fabricando algunos solos de esos que se quedan para el recuerdo, nunca olvidemos que se trata de uno de los mejores guitarristas de este país. Buen concierto y siempre un placer volverles a ver.
Os dejo con el tema Magia, que sonó anoche.