Y Love Of Lesbian regresaron a la actividad en directo dando un manotazo en la mesa. Cuando otros grandes grupos como Vetusta Morla o Izal duplican o triplican fechas en la capital, el quinteto catalán retornó a la sala La Riviera y puso el cartel de “no hay entradas” en 3 noches consecutivas. Tenían por delante el reto de defender en directo un disco tan personal como es “El Poeta Halley”. Y con maestría y picaresca supieron salir del paso con solvencia, anotándose un nuevo triunfo en Madrid, al menos la noche que les vimos, que fue la 2ª de las 3 programadas.El viernes 22 de abril salimos para la sala La Riviera cuando los últimos rayos de sol de la tarde enmendaban como buenamente podían un día turbio y lluvioso. Llegamos al recinto sobre las 20.20h y en el acceso de prensa tuvimos una amable charla con Carme Tasias de Music Bus, la cual se vio interrumpida cuando la propia Carme me informó que el concierto arrancaría a las 20.30h; por cierto, detalle muy positivo este de comenzar a esa hora. De esa forma, y ofreciendo un repertorio generoso, se sale de la sala con tiempo de sobra para poder ir a cenar algo a algún restaurante. Si un concierto empieza a las 22h, mal te las vas a ver para cenar fuera de casa. Nada más saber de la acertada y temprana hora de inicio, me despedí atropelladamente de Carme y accedí rápido al recinto; pensaba que, como es tristemente habitual, el show arrancaría a las 21.30h o a las 21h como temprano. Reitero, y disculpen si soy pesado, que es un acierto arrancar un concierto a esa hora.La sala ya estaba casi a reventar, pero conseguí una situación más o menos aceptable (sin necesidad de echar morro, como por desgracia hacen muchos que llegan tarde) y me coloqué cerca de la columna derecha que hay en la sala según miras al escenario, lugar aproximado donde vi a Suede 2 años y medio atrás. Ahí conocí a una pareja muy agradable, Cristina y Javier, con los que compartí interesante conversación los pocos minutos que en esta ocasión mediaron entre mi entrada a la sala y el arranque de la música y con los que coreé a pleno pulmón varias de las canciones que sonaron.Los lesbianos fueron más o menos puntuales y algo antes de las 20.40h las luces se apagaban para dar paso a los “5 más 2” (Ricky Falkner y Dani Ferrer acompañan, como en giras anteriores, al grupo en escena). La histeria total se desató cuando ese hombre-objeto que baila “Dancing queen” que es Santi Balmes salió en último lugar para comenzar directamente con una de las canciones más destacables del último disco, “Cuando no me ves”. Acierto de pleno, creo, aunque yo tenía casi seguro que comenzarían con “Planeador”, como inicio menos arriesgado y más obvio del show.No obstante, “Planeador” también estuvo situada en el quinteto de apertura, pero el mejor momento del primer combo de temas para mi gusto lo protagonizó el rutilante single “Bajo el volcán”. Sorprendentemente ganó mucho en directo, y no en pro de meterle más caña, sino de restarle parte de la intensidad instrumental que tiene en estudio; curioso. Aquí la fabulosa “Bajo el volcán” en el video que grabamos de la misma.
El grupo mostró su habilidad a la hora de escrutar “El Poeta Halley” en directo. Me deleité en el plano personal con una de mis favoritas, “Océanos de sed”, de la cual Balmes afirmó no saber ni él de qué va, siendo un ejercicio de escritura automática (pues bien vamos nosotros intentando desentrañar de qué van las canciones el pasado viernes...). No hubo riesgos y no hubo cabida para temas de perfil bajo, íntimo o recogido (quizás para futuras ocasiones). Por tanto, no desfilaron temas como “En busca del mago”, “Los males pasajeros” (quizás la que más eché de menos de este palo) o la canción título. La única concesión en este sentido fue “Contraespionaje”. El resto de composiciones apostaron por la vertiente potente, cosa que se vio en la estrategia de enlazar las contundentes “IMT” y “El Yin y el Yen”.Acierto fue que “El ciclo lunar de Halley Star” fuera el punto final a la fiesta de casi 2 horas y media de actuación. Los ritmos funk de este tema fueron lanzados de forma más acusada si cabe que en el formato del disco por parte de Saldarriaga y al término se cedieron los amplificadores al “Purple rain” de Prince, que a modo de homenaje sirvió para que desfiláramos la gente en pro de sus coches, metros o paseos, si es que tienen la suerte de vivir relativamente cerca de la sala. “El ciclo lunar de Halley Star” supuso un final de concierto de apoteosis. Aquí queda el video que grabamos de la misma, en este caso con el móvil (un Lg L1II...) con sonido saturadísimo (escúchenlo a niveles mínimos) y con imagen atroz; es lo que hay, no tenemos mejores medios.
Y, ¿esto es todo? ¿Aquí acaba nuestra crónica? Parece mentira que no nos conozcan. Ya saben que nos gusta extendernos y lo único que sucede es que en esta ocasión no apostamos por la narración lineal, sino que vamos a acometer una nueva crónica de concierto de forma algo desestructurada, a medida que nos van asaltando los recuerdos.Miren, por ejemplo ahora me viene a la mente un momento en el que Balmes se puso la venda antes de que le escalabren, por ejemplo nosotros mismos, que somos muy dados a lo que viene al cuento. Santi dijo que era probable que muchos se marcharan de la sala diciendo algo como “menudos cabrones, que no han tocado ésta, ni ésta, ni la otra…”. Y es que Love Of Lesbian, como dijo Santi Balmes en el speech que comentamos, tienen ya un repertorio extenso, con lo que las bajas son notables. Comprobamos con tristeza que “Las malas lenguas” de “1999 (O Cómo…)” es una de las damnificadas y que “Universos infinitos” tampoco fue de la partida. Aquí abajo un primer plano con mucho zoom de un Santi Balmes desgañitado al micrófono.Del disco “boom” de la banda, que a su vez les informamos que es el que protagoniza la entrada que más visitas de largo tiene en la presente bitácora, apareció en primer lugar “Segundo asalto”, en una versión acústica en la que solamente estuvieron en escena Santi, Julian y Jordi Roig, “Allí donde solíamos gritar” (que, por fortuna, han retomado en formato normal, con intensidad instrumental desde el primer segundo), “Club de fans de John Boy” y la sesuda, concienzuda y simplemente maravillosa “1999”. Quedaría hueco en los bises para “Algunas plantas”, con proclama de Balmes hacia la legalización de la marihuana.Hubo sorpresas agradables. Unas cuantas canciones por las que no apostaba y que funcionaron muy bien. La primera de las que nos descolocaron, pero que encajó sin chirriar fue “Música de ascensores”, más bien en el primer sector de actuación. En el primero de los bises, los lesbianos, con reproche al aire de Juli intentando reivindicar el ep “Nouvelle Cuisine Caníbal” que sacó el grupo antes de “El Poeta Halley” (y nosotros nos damos por aludidos, ya que ni siquiera le mencionamos en el artículo del último disco del grupo del pasado viernes a modo de antecedentes… Glups), afirmando que fue un disco que muchos no entendieron por mucho que lo explicaron. Y curiosamente la elegida “El manifiesto delirista” se coronó como uno de los puntos álgidos de la actuación. Sí, así fue. Una pequeña venganza por su quizás no muy gran aceptación cuando fue editada en el correspondiente EP.Canciones muy para los fans, de esas que siempre son muy agradables de escuchar, como son “Noches reversibles” o “Maniobras de escapismo”, vinieron a completar un set list en el que también hubo un momento muy destacado para “Belice” del anterior trabajo de larga duración “La Noche Eterna. Los Días No Vividos”. No podía faltar “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”, que tuvo sus correspondientes galones como gran hit al situarse en los bises y “Oniria e insomnia”, que también tomó partida en el tramo final del show cuando nadie se la esperaba. “Los seres únicos”, también del lp anterior, sonó en formato muy emotivo al estar dedicada a Bowie (artista de cabecera para Balmes) y al también malogrado el día antes en este horrible año de pérdidas que está siendo el 2016, Prince.Y así a grandes trazos o pinceladas, el quinteto oficial compuesto por Balmes a las voces, Juli a las guitarras, Joanra Planell al bajo, Oriol Bonet en la batería y Jordi Roig a las guitarras, más Falkner y Ferrer como acompañamiento de lujo, firmó la 2ª de sus noches de histeria en Madrid. Balmes se mantiene bien como un frontman que llena el escenario a pesar de su reducida estatura (cosa sobre la que bromeó junto a Julián en un par de ocasiones durante el show); Santi se cambió hasta en 3 ocasiones de camisa o camiseta, lució a ratos esa chistera con ojo de pupila puntero-láser azul e incluso cual Anthony Kiedis se cantó una canción de torso desnudo; aquí abajo la prueba.Julián Saldarriaga claramente es el 2º de a bordo. Hizo varias intervenciones al micro entre canción y canción secundando a Santi en este sentido. Más discretos, centrados en sus labores instrumentales, estuvieron Jordi y Joanra. De Oriol Bonet destaca, creo que ya lo he dicho en alguna de las crónicas anteriores de conciertos de LOL que pueden encontrar en este blog, que es el que quizás más expresión de disfrute tiene durante la actuación. Desde nuestra posición le veíamos siempre en la batería con una sonrisa de oreja a oreja. Por cierto, ¿hace falta decir qué canción es la que estaba sonando cuando tomamos la siguiente fotografía en la que aparecen Julián y Joanra?No olvidemos los detalles de la escenografía. Es muy plausible el juego de luces que ha dispuesto Love Of Lesbian para esta gira y las proyecciones que se reproducen sobre el telón de fondo, más allá de estar perfectamente coordinadas en tiempo con las letras cuando se apuesta por ello, aciertan al decidirse por utilizar varias de las imágenes que forman parte de la estética e historia del grupo; por ejemplo, pudimos ver a la chica de la pareja protagonista de los videos de “1999 (O Cómo…)” en varias ocasiones y otros videoclips como el de “Bajo el volcán” que se proyectó mientras que sonó la canción.Arriba de estas líneas, Oriol Bonet medio oculto en su batería. Nuestro veredicto es que Love Of Lesbian no se jugaron el tipo y apostaron a caballo ganador. No hubo riesgos de atreverse con los temas menos directos de “El Poeta Halley” y dispusieron su generosa selección de canciones muy cuidadosamente colocadas en el extenso listado de temas que tocaron. No faltaron tampoco los singles “tótem” de discos anteriores (salvo “Universos infinitos”) y hubo algún que otro guiño a temas de carácter ya añejo que el grupo sabe que son muy del agrado de sus devotos. Toda esta receta por lógica desembocó en un gran éxito que se vio refrendado con gusto para la percepción de Balmes al chequear que el público coreaba como posesos cada una de las nuevas canciones; y es que está claro que a los lesbianos no les resbalan las críticas (léase lo anterior sobre el pasado ep que comentó Juli) y son varios los comentarios disonantes de críticos y algunos fans sobre el último álbum.Quizás sea el mejor concierto de los que he vivido de Love Of Lesbian. No es un caso como me sucede con Second, que les haya visto un porrón de veces, pero sí que habré sumado un quinteto de ocasiones en los que he visto al grupo. El presente y futuro inmediato promete un verano de éxitos en el directo para la banda y veremos cómo juegan su papel los siguientes temas que sea escogidos como single/videoclip para reforzar la posición del grupo en la actualidad musical. Finalizo diciendo que ha sido un placer nuevamente informar de las andanzas de Love Of Lesbian (confiamos en que no sea la última) y agradecemos mucho a Carme Tasias de Music Bus una vez más que nos tuviera en cuenta para poder contarles sobre este destacado concierto y también por el cariño con el que siempre nos trata a “DMR”.