Confesiones del cuerpo, cuando la salud es más importante que la vanidad

He tenido varios pacientes a lo largo de los años que no entienden el concepto de que el peso es secundario. No los culpo, para ellos es importante lo que ven en ese momento y siempre hay que tener una motivación. 
En mi cabeza es más o menos así: tengo buenos hábitos, estoy saludable, estoy en mi peso ideal. En efecto, no vas a llegar al punto 3 cuando empezaste el punto 1 hace 2 semanas, pero vas a llegar ahí sin pensarlo. 
Después de mi experiencia personal y de la historia de tantos pacientes y amigos, creo firmemente que una parte importante en todo esto es aceptarte y quererte como eres. 
No se trata de pesar 100 kg, quererte como eres y seguir teniendo malos hábitos porque "no te importa lo que digan los demás". Los demás son lo de menos, lo importante eres tú y tu salud. Tampoco se trata de pesar esos 100 kg y deprimirte y hace dietas muy estrictas de 1-2 semanas, para no poder continuar y comer como loco después, mientras te ves al espejo llorando y odiando cada parte de tu cuerpo. Se trata de que si pesas esos 100 kg, te aceptes y como eres y te quieras tanto que empieces a cambiar tus hábitos y cuidarte... y cuando menos te des cuenta, ya vas a estar en 50 kg. Créanme, lo he visto.
Entre más te aceptes y te sientas mejor contigo mismo, más fácil vas a poder lograr estos cambios y más feliz vas a estar en el intento. No les estoy diciendo que sea tarea fácil de un día para otro, y menos con la sociedad en la que vivimos hoy el día con las modelos desgreñándose en la televisión y las celebridades tan delgadas en las revistas, pero es posible.
No pienses en lo que pesas, no pienses en cómo te ves, haz tus cambios necesarios y te va a llegar todo solo. Dile a tu cuerpo lo mucho que le agradeces todo y lo que lo aprecias, deja de torturarte con extremismos. El cuerpo es una maravilla y puede hacer todo, solo es cuestión de que lo veas así.
Si tu cuerpo hablara contigo, ¿qué te diría?