Aunque sea un incordio, y se quejen, lo que más le gusta a los famosos es que los reconozcan y les hagan la ola, porque es prueba de eso, de que son famosos y lo peor que les puede pasar es que no los reconozcan o todavía peor, los confundan con otros.
Pues a Lindsay Lohan, es lo que le ha pasado, con un despistado empleado de American Airlines, en el aeropuerto JFK de New York, que no solo no la reconocí, si no que al verla exclamó
-¡Oh Lady Gaga!
Lindsay, se lo tomó con humor, y lo contó en su Twiter, que seguro allí no la confunden, aunque, aunque no lo confiese, en el fondo de su corazoncito, le dolió la confusión, porque es una clara demostración, de que ya no es lo que era, que su estrella va perdiendo brillo, como no le dé un nuevo rumbo a su vida.
Claro que la empanada mental del empleado era de órdago, porque si confunde a Lindsay con Gaga, es fácil que confunda un avión con una ballena, y ya veo a los pasajeros, del avión, surcando los mares en vez de surcar los cielos.
Hoy os recomiendo visitar a “Miguel Álvarez y su Blog Moral y Política”, seguro que os gustará.
“A grandes males, grandes remedios” el post, de hoy, en Ábaco de Colores.
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