Los fines de semana suelo publicar alguna receta dulce, pero en esta ocasión, como el plato es de fiesta, creo que este congrio con fideos y langostinos es más adecuado elaborarlo y degustarlo en familia y sin prisas el fin de semana, que es cuando se suele disponer de más tiempo.
Un plato que bien se puede tener en cuenta para las fiestas que se nos avecinan, ya que incluso, al día siguiente está si cabe más sabroso, puesto que absorbe mucho más los sabores y aromas.
Ingredientes
- 750 g. de congrio de la parte abierta (tiene menos espinas)
- cabeza o unos trozos de cola para el fumet de pescado
- 12 langostinos
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- unas ramas de perejil
- sal y pimienta
- 2 tomates naturales rallados
- 1 cucharada de pimiento choricero
- 1/2 vaso de vino blanco
- unas hebras de azafrán
- 300 g. de fideos
- 1.500 ml. de fumet de pescado (ver receta) y de langostinos (ver receta)
Preparación
- Cortar el congrio en rodajas gruesas (como de 3 cm.). Salpimentar y reservar.
- Pelar y cortar los langostinos en 3 ó 4 trozos (según sean de grandes), reservando alguno entero para decorar. Reservar.
- Preparar un fumet de pescado con la cabeza o un trozo de la cola del congrio (ver receta).
- Hacer lo mismo con las cabezas de los langostinos, dejando algunos enteros para decorar (ver receta).
- Picar la cebolla en trocitos pequeños y pochar en un buen aceite de oliva virgen. Pochar a fuego suave para que no tome color.
- Cuando comience a dorar, añadir el tomate rallado y cocer unos minutos.
- Añadir el pimiento choricero.
- Sofreir las rodajas del congrio en la preparación anterior.
- Machacar en el mortero los ajos con el perejil y el azafrán; desleir con el vino blanco y añadir al guiso del congrio.
- Echar el fumet de pescado y marisco y cuando rompa el hervor, añadir los fideos.
- Cocer los fideos el tiempo que recomiende el fabricante para que queden en su punto y cuando falten 2 ó 3 minutos para apagar el fuego, añadir los langostinos.
- Finalizada la cocción, dejar reposar unos 5 minutos y servir de inmediato para que estén un poco caldosos. (Al día siguiente, ya no estarán caldosos porque la pasta absorbe todo el caldo, pero estarán incluso más sabrosos porque también absorben todos los sabores.)