Revista Salud y Bienestar
Para nadie es un secreto que actualmente nos encontramos en una situación de crisis. Cada día en consulta vemos pacientes que no consiguen su tratamiento o que no pueden comprarlo porque se ha vuelto muy costoso.
Sin embargo, esto no debe ser una razón para dejar de cuidarse, y en el caso de la hipertensión arterial, que afecta a 1 de cada 3 adultos mayores de 60 años, se convierte en un asunto de salud pública.
La grave crisis que vive Venezuela nos ha llevado a ver cada día más pacientes que, en la búsqueda de mantener una alimentación suficiente para ellos y sus familiares, dejan su bienestar en segundo plano. Existe un desánimo generalizado, donde el velar por la salud pareciera no ser “tan urgente”.
Nada más alejado de la realidad. Es en este momento cuando cobra mayor importancia. Es necesario que cada miembro de la familia se encuentre lo más sano, y fuerte posible para poder sobrellevar la situación actual. Debemos prevenir emergencias, hospitalizaciones, discapacidades y la muerte de cualquiera de nosotros.
Lo que es una enfermedad compensada (por ejemplo la hipertensión arterial controlada) puede transformarse en un infarto, un "ACV", o una enfermedad renal, con un tratamiento mucho más costoso y complejo, que afectaría al individuo y a su entorno.
Entonces, que puede hacer usted, si es hipertenso, para cuidarse (también es válido si tiene un familiar con esta condición):
1. No se olvide de que es hipertenso. No deje pasar más de una semana sin tomarse la presión arterial. Esto puede hacerlo gratis en cualquier ambulatorio o farmacia y anótelo, para que no lo olvide. Si nota que la presión arterial está por encima de 140/90 o por debajo de 110/70 en varias ocasiones, debe acudir a consulta.
2. No suspenda su tratamiento porque usted “se siente bien” o “no se siente nada”. Esto puede sonar obvio pero no lo es. Recuerde que esta enfermedad es silenciosa, y que puede ocasionar daño progresivo a todos los órganos del cuerpo (el corazón, el cerebro, los ojos y los riñones son sus preferidos).
3. No se quede nunca sin el medicamento para la presión arterial. Cuando este esté por terminarse, si no lo ha conseguido, debe preguntar a su médico que puede hacer (lo puede sustituir por otro o modificar la dosis). No tome esa decisión usted, manténgase en contacto con su médico. En el 90% de los casos hay otras opciones de tratamiento que si se consiguen y están al alcance del bolsillo.
4. No sustituya un medicamento por otro por que se llaman parecido o le dice un amigo que son iguales. Tampoco modifique la dosis de uno por otro (he visto un caso de tomar 5 tabletas de enalapril de 10 mg cada 8 horas para sustituir al captopril de 50 mg. Esta dosis es mucho mayor a la recomendada). Deje esas decisiones en manos de su doctor.
5. Todo lo que pueda hacer para mantener una buena calidad de vida es ganancia para usted y su familia. Eso implica una dieta baja en sal y grasas, ejercicio físico moderado, abandonar el tabaco totalmente, café y alcohol en exceso, y técnicas de manejo del estrés.
6. Sabemos que el escenario económico es difícil, pero no deje de asistir a sus controles médicos por lo menos semestralmente. Allí el doctor podrá examinarle, ajustar sus tratamientos y solicitarle los exámenes que le correspondan.
7. Si usted presenta otra enfermedad crónica, como la diabetes o cardiopatía isquémica es necesario que la mantenga lo más controlada posible. Cumpliendo el tratamiento y acudiendo periódicamente a sus controles.
8. Apóyese en redes sociales, grupos de WhatsApp y páginas web de farmacias para la búsqueda de sus medicamentos. Esto es más fácil para los más jóvenes de la casa, pídales ayuda.
Estos consejos pueden aplicarse para el cuidado de otras enfermedades crónicas, son fáciles de seguir y muy efectivos. Usted puede ser un paciente activo y hacer mucho para proteger su salud y también la de los demás compartiendo esta información. Gracias!!