Contracrónica Berlinale (parte II)

Segunda y última entrega del especial del European Film Market, a saber, el mercado en el que hombres y mujeres de medio mundo negocian las películas que se proyectarán en salas o en las pantallas del hogar en los próximos años. Este 2012 los nuevos proyectos de Terrence Malick y el de los Hermanos Coen fueron las estrellas de la función, nadie ha visto imágenes de los mismos pero todos los quieren. Ya se sabe que el futuro siempre resulta más atractivo que el presente. De los que sí se vieron imágenes fueron de los títulos que analizamos a continuación. Una tanda de películas que quizás lleguen a nuestro país.

"The eye of the storm" (Fred Schepisi)

Tercer acto en la carrera de un director que siempre fue más artesano que artista y que, a juzgar por el despropósito dramático de su última obra, ya ha rodado sus 100 mejores secuencias. "The eye of the storm" lo tiene todo para estrenarse en nuestro país y en cualquier otro: un reparto consistente (Geoffrey Rush, Judy Davis, Charlotte Rampling), personajes de alta alcurnia que deben lidiar con problemas de herencia y buenas dosis de humor negro. ¿Qué falla? Que alguien se olvidó de contratar a un montador que se encargase de articular con sentido las secuencias del film. Como él no está, ni se le espera, lo que queda es un pastiche sin ritmo ni evolución dramática que ahuyenta al comprador y desconcierta al espectador.

"Howling" (Ha Yu)

Autoproclamado el gran thriller coreano del año, sucesor de "The Chaser" y "A bittersweet life", "Howiling" se presentó con todos los honores en el Mercado. Sala llena, talonarios preparados y expectación máxima. Dos horas después, en la sala quedaban los perseverantes y los durmientes, los talones seguían sin llevar firma y de"Howling" sólo se veían las cenizas. Thriller que repite una fórmula mil veces vista, a saber: una pareja de policías que no se soporta, un asesino en serie que se desconoce, un elemento sobrenatural que quizás no lo es tanto y más cadáveres que en el congelador de Haníbal Lecter.

"The fourth state" (Dennis Gansel)

Una de las grandes apuestas del cine germano para este 2012. El director de "La Ola" y una de las estrellas patrias (Moritz Bleibtreu) unen ¿talentos? para ofrecernos un thriller político en el que un periodista del mundo de la moda se ve envuelto en un caso de corrupción política en la Rusia de nuestros días, la de Putin, Medvedev y la docena y media de periodistas asesinados por año. La película tiene tres pecados que la condenan a uno de los anillos del infierno de la indiferencia: su protagonista resulta antipático, su argumento es previsible y las situaciones están tratadas con la sutileza de un tractor. A pesar de todo ello, algunos podrán disfrutarlo como divertimento de sábado mediodía.

"Arbitrage" (Nicholas Jarecki)

El tercero de los hermanos Jarecki (responsables de "Capturing the Friedmans") debuta en la ficción con un drama centrado en un Gordon Gekko de nuevo cuño, un millonario cuyo castillo de lujosos naipes está a punto de venirse abajo cuando su amante muere en un accidente de coche, su empresa no se venderá por el dinero que él espera y su hija inicia una investigación de las finanzas de papá. A papá lo interpreta Richard Gere, en uno de los mejores papeles que se le han visto desde que se hizo budista. Su esposa es Susan Sarandon. El triángulo lo cierra Tim Roth, en el papel del detective dicharachero que quiere encerrar al silencioso millonario. "Arbitrage" es la típica película que producía Hollywood hace veinte años, un entretenimiento carente de aspiraciones pero no de calidad.

"Robot & Frank" (Jake Schreier)

La nieta de "Cocoon" y "Nuestros maravllosos aliados", una vuelta al cine almibarado que producía Amblin en los años 80. Ensalada de géneros que mezcla el drama lacrimógeno, la comedia paródica y el thriller low cost centrado en un antiguo ladrón de guante blanco que sufre Alzheimer y al que su hijo decide comprarle un robot del hogar para que cuide de él. Él es Frank Langella, ella es Susan Sarandon y los hijos los encarnan Liv Tyler y James Mardsen. Con un reparto así, ¿qué puede fallar? El vilano de la función quiere ser cómico y acaba por resultar caricaturesco y el tercer acto de la película echa a perder todas y cada una de las buenas intenciones iniciales.  A pesar de ello, "Robot & Frank" contiene un puñado de interesantes reflexiones y, si uno se acerca a ella sin demasiadas expectativas en la maleta, quizás salga del visionado gratamente sorprendido por la experiencia.

"Leave it on the floor" (Sheldon Larry)

En palabras de su director: "he tardado 20 años en hacer la película". A juzgar por los espectadores, alguno de ellos debería haberlo invertido en clases de guión o dirección. "Leave it on the floor" es un musical que se situa en una respetuosa equidistancia entre "Rize", "Rent" y "Burlesque". Es decir, un espectáculo repleto de canciones cantadas por bailarines sin voz, poblada por chistes sexuales y relaciones amorosas de quita y pon. Con mejores canciones sería candidata a cult movie, con mejores actores habría ganado algún premio en la Berlinale, tal y como está da para unas risas con amigos un jueves noche.

"The ambassador" (Mads Brügger)

Uno de los mejores documentales del Festival. Las miserias de África, el conflicto entre Occidente y China por conseguir todos los minerales que allí se esconden, la corrupción, los asesinatos, el drama diario de un continente visto a través de un periodista danés que se hace pasar por embajador de Liberia en África Central para denunciar el contrabando de diamantes y la corrupción institucional que allí impera y de la que un gran número de occidentales se aprovechan. Una obra arriesgada, de impecable factura y buen ritmo que tiene garantizado el estreno mundial ni que sea en televisiones y portales como el nuestro.