Título original: Contracted
Año: 2013
Duración: 84 min.
País: Estados Unidos
Director: Eric England
Guión: Eric England
Música: Kevin Riepl
Fotografía: Mike Testin
Reparto: Najarra Townsend, Caroline Williams, Alice Macdonald, Katie Stegeman, Matt Mercer, Charley Koontz
Productora: BoulderLight Pictures / Southern Fried Films
Después de una mala noche de alcohol y sexo con un desconocido, Samantha comienza a experimentar síntomas extraños. Su vagina empieza a sangrar, luego su ojo, su piel cae, sus dientes ennegrecen... Y su humor resulta más y más agrio. El médico carece de respuestas claras y su madre, su novia y sus amigos comienzan a preocuparse.
Eric England director de Madison County, mezcla el mito vampírico con las enfermedades de transmisión sexual, y alecciona al espectador, recordándole tomar las pertinentes precauciones en las relaciones sexuales esporádicas. Y en el peor de los casos, acudir al médico al primer síntoma sin vergüenza, y sobre todo, no ocultar la verdad.
Mediante un prólogo bastante largo que se desarrolla en una fiesta particular, se nos presenta a sus personajes principales que forman el trio lésbico, Samantha, Alice y Nikki, interpretadas por Najarra Townsend, Alice Macdonald, Katie Stegeman, respectivamente. Todas ellas bastante correctas en sus interpretaciones, aunque la atención se centra en Samantha. Su madre interpretada por Caroline Williams, ejerce de madre sobreprotectora, pero no se exprime lo suficiente.
El ritmo de la película es pausado y algo lento en su primer tramo, así que los amantes del gore y el terror más escabroso pueden ver su paciencia tocada y hundida. Sin embargo, sin llegar a un clímax absoluto, ni a lo explicito, la historia va in crescendo, y siempre, desde la sutileza nos deja escenas escabrosas en su parte central, que se limita a sugerir antes que mostrar abiertamente. Quizás, pueda parecer excesivo para un espectador corriente, pero nada fuera de la tónica para el amante del terror.
El punto endeble se encuentra en su inconcluso y poco resolutivo desenlace, más propio de una teleserie. Un final que se centra claramente en una continuación, en lugar de la resolución del argumento. Me ha parecido poco cumplidor si lo comparamos con el resto de película, dejando al espectador con una sensación de vacío. No significa que sea malo, pero cuando la enfermedad de la protagonista avanza promete un final bastante más explosivo.
Los efectos especiales son artesanales, recurren al maquillaje en todo momento, al menos así me lo ha parecido, no he visto recursos digitales, cosa que se agradece. El apartado sonoro juego un papel importante en la transformación/degradación física de la protagonista. No estamos ante una película explicita a nivel visual, todo es bastante sugerido, pero lo suficientemente efectivo en el contexto de cada escena.
Hay algunos flashbacks que acrecientan la tensión en el desenlace, cuando Samantha huye en coche, pero no eran necesarios. Una cosa que resuelve adecuadamente son las dosis de humor, totalmente dosificadas, no hayamos más de tres o cuatro momentos y de manera muy formal, sin desmadrarse como en otras muchas producciones.
El guion sin ser la originalidad personificada, mantiene la coherencia, mediante unos resolutivos diálogos. Es cierto que la historia está construida a base de tópicos, pero funciona dinámicamente. La banda sonora de Kevin Riepl (ABC's of Death) permanece ausente la mayor parte del tiempo, y en pocas ocasiones recurre a temas destacables, un score que se basa mucho en los efectos sonoros.
Una película que ofrece minimalistas dosis de terror y sin recurrir a la violencia explícita nos muestra alguna escena digna del mismísimo David Cronenberg.
Puntuación
Publicado por
Machete
en
18:25
Etiquetas:
3 Estrellas,
Festival de Sitges 2013,
Machete,
Terror,
Thriller
Machete
Ayer era un hombre decente viviendo una vida decente. Ahora es un brutal salvaje que debe masacrar para mantenerse vivo.