Vivimos las últimas horas de una cumbre mundial que va a tener una repercusión clara en nuestro futuro, ya se ha dicho de sobre en torno a lo que se debate y hay que decidir en la COP21 de París, pero … esta vez hay un importante matiz, puede que sea la primera vez en la hay un seguimiento en tiempo real de todo lo que allí acontece más allá de lo que cuentan los mass media y que es posible acceder a documentos y borradores, con lo que el potencial de presión y maniobra de ONGs y otros movimientos sociales aumenta de manera importante.
Un último borrador
Casi a última hora de ayer se conocía el texto del último borrador. Prácticamente desde el lunes la actividad en torno a COP21 ha sido eso, una sucesión de textos, declaraciones en torno a los mismos, reuniones para ir alcanzando consensos y disparidad de opiniones y valoraciones sobre los compromisos recogidos en estos borradores.
Para los que tengáis interés (ya de manera histórica) este es el enlace al borrador Versión 2 de 10 de Diciembre. Y así lo describen muy gráficamente en EFEVerde.
EFEVerde resume así COP21
Destaca tanto el acuerdo en materia económica para crear y dotar ese fondo de adaptación, del que se beneficiarán a priori fundamentalmente los países en desarrollo, como el cambio desde “descarbonización” de la economía a la “neutralidad de emisiones”, que supone renunciar a sustituir el uso de combustibles fósiles, algo que las presiones del lobby petrolero ha logrado cambiar. Junto a esto, el hecho de que ya no vaya a haber un compromiso concreto de reducción de emisiones, sino que el objetivo es que no aumente la temperatura más de 2ºC y la reducción de GEI será tanta (o tan poca) como sea necesaria (o suficiente) para lograrlo. También a nosotros nos parece un poco descafeinado y creemos que de nuevo se da prioridad a la economía que a las cuestiones de sostenibilidad.
¿Se comprometerán las empresas?
Otra de la cuestiones relevantes, las empresas ya no pueden ponerse de perfil ni durante el desarrollo de la cumbre ni en la implicación con los compromisos. Un 20% del coste de esta cumbre ha estado sufragada por empresas a través de patrocinios que han rentabilizado en forma de diferentes acciones de comunicación (o tal vez greenwashing o postureo ambiental) sin embargo no se les ve tan activa en lo que a impulsar el debate y la adopción de acuerdos. Sin embargo, su papel es determinante, hasta el punto de que mientras que recae la responsabilidad en los estados (y sus gobiernos) resulta que hay empresas cuya Huella de Carbono es superior a la de importantes estados, sin ir mas lejos, The Guardian muestra tres empresas del sector de alimentación que superan en emisiones GEI a Holanda.
Frente a eso, si que hay empresas comprometidas y también se están conociendo iniciativas en favor de la reducción de emisiones de GEI y la generación y el aprovechamiento de energía de origen renovable.
Bajar los compromisos a la calle
Este será el reto una vez que haya acuerdo. Es de destacar el trabajo desarrollado para acercar la información por parte de periodistas y medios muy implicados, a los que ha movido precisamente el interés por hacer llegar información de manera directa y poder palpar qué se cocía en COP21 París. Han llevado la cumbre a casi cualquier dispositivo electrónico y a la vez, han contribuido a que hasta París llegaran diferentes puntos de vista que no estaban allí ubicados.
Si hasta ahora la clave ha sido hacer ver la gravedad del fenómeno del cambio climático, ahora es necesario entender que sin un nuevo modelo energético, sobre todo en cuanto a las fuentes de abastecimiento y esta es la parte que incumbe a la “política” de los acuerdos, y un uso mas racional de la energía, y ello conlleva cambios importantes en nuestros hábitos diarios, se trata de la parte “social” o “ciudadana” y va a ser difícil mitigar los efectos ya generados y poder revertirlos. Y ese es el mensaje a trasladar, haciéndolo además de una forma que consiga convencer y cambiar comportamientos, casi nada.
Iniciativas en esta línea ha habido numerosas y mas que se van a poner en marcha desde ahora, con mejor o peor intención y capacidad de éxito, sin duda se trata de un reto global que va a cambiar de manera importante la sociedad global, pero es que el objetivo al que se enfrenta no es para menos. Por eso confiemos en que se alcance un acuerdo a la altura de las necesidades, luego vendrá el reto de estar a la altura como sociedad. Y ahí estaremos fomentando una cultura de sostenibilidad que ayude a avanzar hacia una economía baja en carbono.
@tehagoeco
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