Es temprano, perdón por la horrible prosa y si tal vez tengo faltas de ortografía pero bué, el insomnio me da sueño.
Cosas que he escuchando y que tengo ganas de refutar pero sin demasiado tiempo y con una saturación futbolística que le debo al comienzo furioso del blog y a cierto lector de insulto voluntarioso que tiene un blog conforme a su capacidad. Hoy (¿o cuándo juega?) tengo ganas de ver a Racing, si los primeros 15 me ayudan, no me desmayaré frente al televisor ante la sorpresa de mi familia. Antes, diré una cosa o dos:
En Europa a Messi no lo marcan
La especie X, raza de origen desconocido encargada de comentar fútbol por televisión, ha vuelto a las andadas y ha repetido esta semana aunque con menor énfasis que otras veces, que Messi en Europa tiene ventajas debido a que los defensores no son tan duros como en sudamérica. Vamos a aceptar por una vez que están acertados, ¡oh, sabios del fútbol!, tenéis razón. Pero a ninguno se le ocurre pensar que un jugador como Messi enfrentando mayores obstáculos sería todavía mejor de lo que es.
Hablar de los goles de Messi
No sin creciente asombro he estado viendo la manera en que en diferentes medios se habla de los cinco goles de Messi como avalando con ellos que es uno de los mejores de la historia. No es sino caer en la trampa del resultadismo. L10 es uno de los mejores de la historia aunque no convirtiera tres goles por partido, ¿o no lo ven jugar al chico?. No quiero escucharlos el día que no hiciera goles, por Dios, qué desgracia.
Colgados del éxito
También con mucho asombro leí en cierto periódico que Bielsa podría haber hecho jugar a la selección Argentina como juega ahora el Bilbao siempre que lo hubieran sostenido en el cargo. De Bielsa podemos discutir si ahora les da más libertades a los jugadores, si aprendió de las derrotas más duras, si es insoportable dando conferencias de prensa, si el Bilbao juega bien o no, si sigue teniendo fe en los centros, si más de un jugador tendría ganas de acomodarle el comedor en la pieza de un sopapo debido a la cara de trastornado y a los gritos que da en el banco de suplentes, si es un invento mediático, en fin, todas esas cosas podemos discutirlas y cada uno hará su reflexión. Pero me parece una burla que digan que Bielsa necesitaba más tiempo en la selección Argentina después de seis años al frente del equipo. ¿Me están jodiendo?. Bielsa desperdició al mejor futbolista argentino de aquella época, y lo mandó a Orteguita a correr a Roberto Carlos y a entregarse a los defensores contrarios, ¿de qué estamos hablando? .
Debate y competencia
El fútbol está rodeado, no falta mucho para que se rinda. Por un lado, los mandriles que van a la cancha a gritar estupideces y a tirar piedrazos, por otro lado, los medios que avalan y fogonean esa conducta, más allá, los futbolistas que no se hacen cargo de que el fútbol les pertenece ¡ahora!, los entrenadores que a falta de vidas mejores están convencidos de que ganan partidos, y más acá, muy especialmente, el debate constante que se hace de un juego que se explica en veinte minutos. Todos conspiran en contra del fútbol. El día que uno de los bandos ganara la discusión, le van a querer quitar a los perdedores del debate todas las medallas obtenidas en la competencia. Me voy a reír tanto tanto tanto...
Sálvese quien pudiera
Recibí un correo de una persona muy amigable que dice que es futbolista y que además de pedirme permiso para integrar el staf (¿se escribe así?) de mi humilde blog (el staf completo soy yo), me exige, amable pero firme, que retomara los análisis de los jugadores que hice al comienzo del blog porque, según él, "le hace un bien al fútbol y a la gente". Lo cuento para que todos tuviéramos certeza de la locura a la que hemos llegado, si no es un loco que quiere la contraseña del blog para robármelo, es un loco que quiere que un ajeno le solucionara los problemas. Mi respuesta es: Cómo no, enseguida.
Un poco de música:
Sí, porque la música es linda. A diferencia de todos ustedes.
Buen fin de semana, les deseo una gigantesca epojé que iluminara sus vidas, y hasta el lunes, si es que me dan ganas.