Hoy te comparto una lista de aquellos pequeños tesoros que demuestran que alguna vez hubo un lector leyendo aquellas mismas páginas.
Un programa de la Cineteca de 1984
Hace cerca de cuatro años, una tía me regaló varios libros sobre arte y diseño para que repasara antes de aplicar a la universidad. Entre los libros que me dio había dos sobre la historia del cine. Dentro de la historia del siglo de oro estaba un programa de la Cineteca anunciando el ciclo de cine en honor a Dolores del Río. El programa tenía algunos títulos palomeados por lo que me imagino que el antiguo dueño* llegó a asistir a verlas.*Sé que es dueño y no dueña porque mi tía me comentó que los libros de cine se los dio un amigo suyo antes de morir. Mi tía es una lectora apasionada que trabaja en la industria editorial.
Una rosa seca
Hace varios años, en la secundaria, me encontré una rosa en un poemario de hojas amarillentas. Por un tiempo la dejé ahí y consideré también secar flores entre mis libros; pero más tarde pensé que podría llegar a lastimarlos y decidí no hacerlo. Por esa misma razón no conserve la rosa, pero todavía lo considero un gesto muy romántico considerando el género literario que eligió para guardarla.Una tarjeta motivacional
En el 2015 pasé un tiempo decaída considerando que estaba siendo muy negativa en la vida y que necesitaba cambiar mi perspectiva para empezar a ser feliz y aceptar mi vida tal cual era. Nunca fui alguien que le gustasen los libros de autoayuda, pero por primera vez decidí buscar en ellos algún consejo o recomendación para mi problema.Leí Actitud mental positiva de Napoleón Hill. Justo en la sección en la que menciona lo de voltear la monedad al lado positivo a través de los pensamientos positivos, me encontré una tarjeta que ponía: "crea, piensa y construye". Quizás sea una bobada pero en ese momento me hizo mucho sentido. Todavía conservo la tarjeta.
Postal con deidades Yorubas y sticker de veladoras
En esos mismos libros que me regaló mi tía, venían algunos libros de autoras latinas. Entre mis nuevas adquisiciones venía El monte de Lydia Cabrera, de la editorial Letras cubanas. Y justo abriendo el libro tiene un sticker pegado anunciando veladoras romáticas 'Siete Potencias'.Más adelante me encontré una tarjeta que muestra siete personajes católicos así como la escena de la crucifixión pero cada uno de ellos con nombre de deidad yoruba. No soy creyente de ninguna de las dos religiones así que no sabría decirles a detalle ni nombres (en caso de los católicos) ni si son deidades u orishas en el caso de los yorubas. Sólo sé que es una postal fuera de lo usual. Además, detrás tiene anotado con pluma los números: "-20-03-36-" en ese orden pero de cabeza a la imagen de la postal. Todavía la conservo.
Una envoltura de Halloween
Mi abuelo me regaló algunos clásicos durante vacaciones. Entre ellos venía El misterioso caso de Styles de Agatha Christie. Él me dijo que lo leyó hace muchos años. Cuando lo abrí me encontré una envoltura de dulce o chocolate de Halloween. Era una envoltura metálica naranja con cara de calabaza. Me pareció divertido encontrar algo referente a Halloween en un libro de misterio. Interesante combinación.Esas son algunas de las cosas más raras que he encontrado como marcapáginas dentro de un libro. Seguramente ustedes también se han encontrado varios más. Dime en los comentarios para que empecemos una búsqueda de objetos curiosos.