Revista Cocina
Hay recetas que desde el momento en que las descubres sabes que las vas a cocinar, aunque a veces no resultan ser tan apetitosas como te habías imaginado. Otras veces están ricas pero no tanto como esperabas y otras veces, no quedas muy conforme con el resultado pero que al probarlas con unas horas de reposo, te sorprenden.
Ésto último me pasó con esta receta, la ví, me enamoró, la cociné, me salió rica pero sin grandes expectativas, y cuando las serví después de unas horas de reposo estaban sencillamente exquisitas.
Se trata de unas costillas típicas suecas, que tradicionalmente se sirven en Navidad, preparándose con antelación y sirviéndose en buffet, en el llamado "julbord", (tanto la receta como esta información la obtuve de Canal Cocina).
Pues bien, tenía una comida con las amigas y decidí cocinarlas para salir un poco del tipo de platos que siempre llevo. Como os he comentado, no estaba muy satisfecha del todo, era un sabor muy parecido a las costillas agridulces, pero luego cambiaron totalmente de sabor, quedaron mucho más sabrosas. Las cocine el sábado a mediodía y después de enfriarse, las metí en la nevera. La comida era al día siguiente y al calentarlas resultaron ser todo un descubrimiento.
Podéis darle calor en el horno a temperatura bajita, ya que ya están cocinadas, o meterlas al micro, junto con su salsita que está para rechupetear. La carne queda jugosa y con mucho sabor,el tamaño de las costillas es el que cada cual quiera darle, yo las puse en trozos grandes para poder comerlas perfectamente sin tener que "escarbar" mucho, además se desprende perfectamente del hueso, no se necesita ni cuchillo.
Así que, animaros a prepararlas y ya me contáis.
Disfrutad...
2 kilos de costillas de cerdo cortadas en trozos grandes
4/5 vasos de zumo de naranja natural
1 cebolla pelada y entera
1 rama de canela
6 clavos
2 dientes de ajo enteros
4 cucharadas de miel
1 trozo de 3 centímetros aproximadamente de jengibre
100 mililitros de salsa de soja
En una olla grande ponemos todos los ingredientes y cocinamos a fuego medio durante 1 hora u hora y media, hasta que comprobemos que las costillas están bien blanditas.
Retiramos la carne y dejamos reducir la salsa. En unos minutos ya veremos que está espesita.
Guardamos la carne con su salsa y dejamos reposar unas horas o hasta el día siguiente. Este paso os recomiendo que no os lo saltéis porque merece la pena, los sabores se concentran tanto en la carne y en la salsa para que os quede perfecto.
Calentar a horno suave o al microondas y servir.
Más fácil no os lo puedo poner, ¿o no?.
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