creas realidad

Observando la naturaleza , vigilando el infinito horizonteLa yegua era parte de mi misma, eramos una. 
Ella conocía mi estado de ánimo, mis debilidades y mis fortalezas.Me enseñaba el inmenso poder que tenía en mi energia.Imperiosa la llamaba a la yegua más bonita del mundo, para mi existencia.Recuerdo que cuando me la regaló mi acompañante de vida, me quedé eternamente agradecida y enamorada de ambos. 
Había cumplido todos mis sueños ! tener caballos, perros, gatos, vivir en una Aldea, pasarme la vida en la naturaleza... era todo lo que quise vivir y estaba viviendo!!!!
Os dais cuenta? creamos realidad Todo lo que de pequeña soñaba era la realidad que vivía, increible!!! La vida me colmó de regalos y de Alegrías! al igual que tambien superé las penas en ese perfecto equilibrio que es saber vivir la vida.Comprendí aquello que decía siempre mi madre "querer es poder" que traducido a mi lenguaje es " creas tu propia realidad"Todo lo que quieres, puedes obtenerlo, hoy diría lo mismo de otra forma, creer es crear, si crees en tus sueños, el Universo conspira contigo para hacerlo realidad y cumplirlos.Aquel gran regalo, una hermosa yegua de 3 años llena de fuerza!!!!  sin domar, salvaje y vigorosa, solo quería galopar y ser la más rápida de todos, iba a la velocidad del viento!  Nadie quería montarla cuando estabamos pasando temporadas en una hípica, le tenían miedo, ella era capaz de cualquier cosa,Solo hubo un valiente en aquella época, mi compañero de vida , pero ella no quería su disciplina y lo lanzó entre sus orejas despedido por el aire , con la suertaza de no hacerse daño, pero no antes de rozarle las pierdas por las paredes de un túnel, llegó a romperse el reloj , regalo de nuestra boda, al golpearse  con una piedra en esa caída, aún menos mal que nada más le ha pasado.Cuando me regaló la yegua, sentí un miedo atroz, pensaba que no podría montarla nunca , sentí que no podría vencer mi miedo.Ella o yo, así fue la cuestión.¿Como tenerle miedo a mi sueño? pensé , si es el regalo más maraviloso de todos los regalos es este para mi , como puedo tenerle miedo?No podía permtirme tener miedo, ese lujo era demasiado caro para mí, tener un caballo al  fin y no poder montarlo por miedo... Así que dejé a mi hijo esperándome y le dije vengo ahora, vamos a conocernos en el monte la yegua y yo, le puse la montura y la cabezada con las riendas, me subí en ella y comenzamos a andar. Subí llena de valor, sabía que nada podía hacerme bajar de mi valor, al salir de la cuadra, estaba muy tranquila, hasta era maravillosa nuestra conexión, llegue a olvidarme del miedo que tuve.Todo cambió cuando quise volver, al saber que íbamos camino a casa, ella se puso nerviosa, solo tenía una única intención, deshacerse de mi.Entonces tuve claro que era el momento decisivo, como cuando un hijo te reta y tu debes ser recto y tajante par que sepa que poca broma hay con la autoridad y firmeza del que sabe manejar.Aunque en esos momentos temblaba, ella se levantaba de manos para tirarme o sacarme de encima, me sacudía en el aire para desmontarme, siendo inesperta pero valiente, tomé coraje y me bajé de ella  con las piernas temblorosas para coger una rama con hojas (por el ruido) y dejarle claro quien levaba las riendas en ese recorrido. Me subí de nuevo con determinación y valentía, teniendo claro que ella no me iba a ganar en valentía. Sabía que dependía toda nuestra relación futura de ese profundo instante, o ponía orden y las cosas claras o acababa en el suelo y ella galopando sola con riesgo a un grave accidente y sin poder volver a montarla por haberme ganado esa batalla.Así que con determinación y valentía, le dí un solo toque de ATENCIÓN y ella respondío con lealtad toda su vida... Supo que yo era valiente y lo aceptó para siempre. Ella no dejama a cualquier persona subirse a su lomo, solo a mi y a mi hijo pequeño hasta el fin de sus días. Nunca más tuve que enfrentarme con ella , la amo tanto ...que ella vive conmigo y vivirá en la eternidad.... nos hemos fundido en una sola ALMA , mi amada IMPERIOSA...Siempre dije que era la mitad de mi Alma. Ella se llamaba IMPERIOSA, gracias a su caracter indomable.
Fue el primer gran regalo de la persona que ocupa mi vida y que me acompaña en toda mi experiencia.
Así, de repente, sin darme cuenta, obtuve la plenitud de mis sueños , compartir la vida con un ser equino, una maravillosa yegua, hermosa y joven, llena de brio  y alegría.
Un potro lleno de fuerza que tiraba a quien quería dominarla. Ella era como yo, fuerte y libre. Mis primeras experiencias con ella fueron magnificas, tenía que superar mi miedo y ella me ayudo a ver mi gran fuerza y mis miedos.
No soportaba el control por la fuerza como otros caballos dóciles, ella respondía solo al amor y a la firmeza. Llegamos a entendernos a la perfección, recorrimos muchos kilometros por Galicia, hasta fuimos a una de las cabalgatas en La Coruña y pude galopar con ella en la Plaza Maria Pita consiguiendo que nadie la pinchase, por qué querian tranquilizarlos a con sedantes  pero mi yegua se sedaba conmigo, no necesitabamos nada más que comprendernos y se portaba mejor que ningún otro caballo. 
Mi vida fue en su mayoría rodeada de caballos, puedo decir que lo que aprendí de ellos es que nosotros tenemos que domarnos a nosotros mismos, ellos solo necesitan que sepamos comprenderlos, no domarlos, no domesticarlos, si no comprenderlos y ellos se entregaran a nuestra voluntad solo con comprensión, solo con amor.
Debemos corregir nuestros errores humanos, los caballos no son nuestros esclavos, ellos son parte de nuestra vida como los perros o gatos, compartir paseos con ellos es emocionante, pero  someterlos u obligarlos es despreciarles como seres vivos.
Por eso nunca  me gustó competir, si no solo dar paseos por el monte, siento que el caballo merece respeto, forzarle a hacer ejercicios no me parece algo natural, aunque si respeto que todos aprendemos de nuestra propia INCONSCIENCIA cuando hacemos cosas que no nos damos cuenta, las hacemos y al pensarlas a toro pasado, vemos nuestra ignorancia y atrevimiento al no ser conscientes del daño que ocasionamos con nuestros actos.
Poco a poco aprendemos de nuestros actos, el ser humano hasta hoy ha sido muy inconsciente, salvo los grandes sabios de la humanidad, que al ser CONSCIENTES ya sabían todo esto.