Crece el comercio electrónico, aumenta la demanda de seguridad en envíos y transacciones

El auge del comercio exterior está beneficiando a muchísimas empresas y profesionales que se desenvuelven, de una u otra manera, en este ámbito. Las primeras beneficiadas del auge del e-commerce son las firmas y marcas que comercializan sus productos y artículos sin tener en cuenta barreras geográficas. Por otro lado, las empresas relacionadas con comercio exterior y transporte internacional también están viendo aumentar su cartera de clientes.

A este incremento de las ventas vía internet está contribuyendo muchísimo el desarrollo de paquetes de seguros para que tanto comprador como vendedor sepan que su compra-su venta va a llegar al punto indicado y en el plazo de tiempo estimado. Muchas compañías han lanzado ya este tipo de seguros en comercio exterior que son de utilidad tanto para los compradores como para los vendedores. En el caso de la empresa remitente, esta puede vigilar en todo momento por dónde anda el paquete que va hacia el destinatario. Este último puede comprobar igualmente que todo va según lo prometido y que su compra llegará en el plazo de tiempo estimado.

Este es un plus en materia de comercio electrónico. La clave de esta eclosión ha estado en la seguridad pero en otro ámbito, la seguridad en tema de pagos y transacciones económicas. Los Estados están trabajando con mucho ahínco para conseguir que no se produzcan errores a la hora de realizar actividades económicas en compra-venta de artículos vía online. Mucho se ha avanzado en esto, la verdad, y estamos seguros de que aún queda mucho que mejorar.

Lo cierto es que este cúmulo de ‘seguridad’ en todas y cada una de las partes, fases o pasos que conforman una operación de comercio electrónico y especialmente en comercio exterior van a permitir a las empresas poder abrir fronteras y mejorar su cuenta de resultados. Esto está siendo especialmente importante en un momento de auténtica contracción de la demanda interna. Los españoles se encuentran un poco a la espera de ver que todo va mejorando y cada compra o adquisición es fruto de un proceso más lento y mucho más reflexionado que en tiempos pasados.