Crema catalana - 12 recetas, 12 bloguers

Ya sabéis que este año he decidido seguir adelante con la iniciativa 12 Recetas, 12 Bloguers que ya reactivé en 2018. Con ella pretendo homenajear, cada mes, a esos bloguers (y sus blogs) que siempre están ahí, a las que ya he cogido cariño e incluso considero amigos aunque no nos conozcamos en persona. Siempre he pensado que la mejor manera de devolver tanto cariño y apoyo es cocinando una de sus recetas. Y por eso estamos aquí.
Para el mes de Agosto he elegido a Verónica, alma mater de Cocinando para mis cachorritos, un blog cuyo nombre me atrajo desde el minuto uno porque esta madrileña no solo es cocinera y bloguera sino que a sus cachorritos los tiene siempre presentes en sus recetas. Y eso mola. Con Vero he compartido reto durante mucho tiempo y en su cocina podéis encontrar de todo, muy bien explicado y con opciones para todo el mundo. ¡A visitarla si no la conocéis!
Se que me repito pero es que con Vero me ha pasado como con muchos de mis homenajeados, que encontrar una sola receta para cocinarla es muy difícil. Al final la elección ha sido un tanto particular. Primero porque mi Danny me regaló un soplete para la cocina en mi último cumpleaños y quería probarlo. Además, la caUsalidad (el hecho de llevar una dieta rica en proteínas) ha hecho que tuviera en la nevera las yemas que necesitaba así que escogí su crema catalana (sin lactosa), me gusta mucho este postre y aún no estaba en el blog.
Ingredientes: 5 yemas de huevo; 500 ml leche entera; 100 g azúcar (+ 50 g para quemar); 20 g Maizena; 1 cucharadita esencia de vainilla; 1 tira de piel de limón; 1 rama canela.
Preparación: Separar unas cucharadas de leche fría para disolver la Maizena. Reservar.
Batir las yemas con el azúcar y la vainilla con las varillas hasta obtener una crema. Reservar.
Poner a infusionar el resto de la leche con la piel de limón y la canela a fuego mínimo hasta casi ebullición. Colar (por si se ha formado nata), añadir la Maizena disuelta y mezclar bien.
Volver a poner al fuego mínimo e ir añadiendo la crema de huevos y azúcar poco a poco sin dejar de mover con las varillas. Continuar moviendo hasta que espese (veréis que la espuma desaparece).
Pasar a los recipientes planos que vayamos a usar (yo he utilizado los típicos de barro) y dejar enfriar antes de pasar a la nevera toda la noche.
En el momento de servir, espolvorear el resto de azúcar por encima y quemar con el soplete para que se forme la costra. ¡Y a disfrutar!

Antes de despedirnos hasta el mes que viene (¿quién será el próximo?), he pedido a Vero que conteste a un pequeño test con el que sabremos un poquito más de ella. ¡Gracias guapísima, por la receta y por prestarte a contestar!

1. Un ingrediente: La frambuesa
2. Una fuente de inspiración: Mi huertito
3. Un utensilio: Una sartén buena, de las que pesan y nunca se pegan
4. Una afición: Leer
5. Un destino: Italia, Roma
6. Una comida: Los helados
7. Un libro: Inés y la alegría (Almudena Grandes)
8. Una película: Tierra y libertad. La gran huida. Tú y yo
9. Un sueño: Viajar
10. Cocinar es... viajar sin salir de mi cocina, cuidar a los míos (y a mí) y convertir la necesidad de alimentarnos en placer. A veces también es una obligación, esos momentos de agotamiento en los que, sin embargo, tienes que hacer la cena...

¡Ah! Y si te apetece compartir la entrada ¡estás en tu casa! ¡Un besazo!