Revista Recetas
Antes las calabazas equivalían a suspenso, ahora equivalen a comida muy rica y sabrosa.
Tengo una suerte inmensa, de vez en cuando me regalan algunas calabazas que hago de varias maneras, la más habitual en mi casa es la crema de calabazas con galletitas de queso y beicon (aquí) , también las hago rellenas... su elaboración ya os la podré otro día. La receta de hoy no es muy diferente en cuanto a la preparación de la crema que os he comentado con anterioridad, pero si en el resultado final.
La hice por primera vez un día que vinieron los padres de Pau a comer, pensé que era arriesgado pues son mayores y en ocasiones no hay que “marearlos” con sabores nuevos, pero les gustó el “riesgo” y es que vale la pena que la probéis.
Ingredientes para 6 personas: 1 Kg. de calabaza pelada, limpia y troceada 2 cebollas medianas 1 litro aprox. de caldo de verduras 250 gr. de gambas peladas sal, pimienta eneldo aceite de oliva virgen extra
En la olla ponemos un poco de aceite y añadimos las cebollas troceadas, unas vueltas y poner la calabaza , pasados unos 5 minutos verter el caldo, salar y cerrar la olla. Cocer unos 8-10 minutos. Triturar dejando un puré bien fino.
Mientras saltear en una sartén las gambas peladas , salar y dejar escurrir. Trocear, excepto unas cuantas serán para decorar.
Servir el puré con trocitos de gamas en su interior a modo de tropezones, decorar con unas gambitas enteras y espolvorear con un poco de eneldo.
NOTA: La cantidad de gambas es al gusto. ** Yo las compré congeladas y para descongelarlas las puse en el micro un momento, las coloqué en un colador para que expulsaran la mayor cantidad de agua posible. ** Podéis emplear perejil o cilantro. En lugar del eneldo.
Celiacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.