Y tu me dirás: -¿zanahoria morá? ¿Y eso de dónde es?
Pues fíjate que es una variedad "pura" por así decirlo, de la zanahoria, porque en un principio ésta era blanca, amarilla y morada. El color naranja lo consiguieron los holandeses mediante cruces, para honrar a su casa real, los Orange.
Y tanto la "honraron" que consiguieron que nos olvidáramos de las variedades primigenias.
Es una pena, porque esta variedad tiene seis veces más propiedades que la naranja, y aunque en crudo es un poco más amarga, cuando la cueces es más dulce. De hecho, era el edulcorante que se utilizaba antes de la llegada de la caña de azúcar.
Por cierto: ¿sabías que la zanahoria, al contrario que otras hortalizas, tiene más vitaminas cuando es cocinada que en crudo? ésto es debido a que sus paredes celulares son muy firmes y en crudo sólo se obtiene el 25% de nutrientes, mientras que cocidas llega hasta el 50%. ¡Ea!, ya puedes acostarte tranquilo, que ya has aprendido otra cosa más...
Donde más se cultiva esta varidad es en Cuevas Bajas, Málaga, donde además celebran el primer fin de semana de Diciembre la Fiesta de la zanahoria morá para promocionar este tubérculo. Merece la pena asomarse por allí, ¿verdad?
Esta crema la ví en el blog Cocinando entre Olivos y me conquistó enseguida, por lo fácil y lo rica que se veía (bastante más que la mía, que mis fotos no le llegan ni a la suela de sus zapatos) y como yo no tengo el curry de mango que ella usó, pues me tuve que conformar con un curry en polvo más normalito, pero que le da un sabor buenísimo. Claro que si no te gusta el curry, pues eso, que no se lo pongas y ya está.
Pero lo que no puedes cambiar es terminar el plato con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, a ser posible de cosecha temprana, porque así, en caliente, no sabes los aromas que desprenden y el sabor que le aporta. Yo utilicé el picual de Supremo, porque me gusta cómo contrasta el ligero amargor con el dulzor de la crema, por lo que te aconsejo esta variedad, pero si es demasiado heavy para tí, prueba con otra, aunque ya te digo yo que el picual le va de miedo.
Ah! y cuando hagas las chips de zanahoria, no hagas las justas... haz muchas porque se comen como las pipas! Yo las he frito en picual porque se absorbe menos y quedan más crujientes, pero si lo quieres con menos calorías, puedes secarlas al horno. En cualquier caso, te van a faltar!
Ingredientes:
- 1 cebolla
- 1 patata grande
- 3 zanahoria moradas
- sal
- agua o caldo de pollo
- tomillo y romero
- 1 cucharadita de curry
- sal
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- Pela y pica la cebolla en trozos medianos y sofríe en un poco de aceite de oliva virgen extra.
- Pela y corta en trozos la patata y añádela a la cazuela cuando la cebolla esté transparente.
- Pela la zanahoria y corta en trozos. Una de ellas, la cortas con una mandolina en rodajas muy finas, para hacer los chips, pero los reservas.
- Echa los trozos grandes de las zanahorias moradas y añade agua o caldo de pollo hasta que queden casi cubiertas, y añade un poco de sal.
- Le incorporas el tomillo y el romero y deja cocer unos 20 minutos hasta que estén tiernas.
- Ahora, tritura todo muy bien, que quede un puré fino.
- Fríe en aceite de oliva virgen extra, las rodajas finas de las zanahorias que habías reservado, hasta que queden doraditas. Sácalas y escurre en papel de cocina para quitarle el exceso de aceite. Sazónalas.
¡QUE APROVECHE!!
- Sirve la crema caliente, con un buen chorro de aove, y sobre ella, las chips de zanahoria morada.
No te imaginas lo ricas que están las chips, con una cervecita viendo tu película favorita...