Marina Perezagua, joven y prometedora escritora, debuta con esta obra barnizada con una pizca de locura, amor y erotismo. Criaturas abisales es un libro formado por catorce relatos, cada uno de ellos narrado con una gran elegancia y maestría, pequeñas historias que reflejan la habilidad de la escritora para gestar personajes entrañables e inolvidables, dotadas de magníficos argumentos y escritas, sobre todo, con una imaginación formidable. Los relatos de Marina Perezagua se caracterizan por dibujar la cara oculta de las situaciones cotidianas, siempre aderezados con un toque sutil de fantasía. Historias que en ocasiones trasladan al lector al mundo de lo posible y que desde la primera página producen una sensación de admiración para después convertirse en asombro, conduciendo al lector a través de un gozoso viaje literario.
Entre las criaturas que habitan en las profundidades de este libro podemos hallar un amplio abanico de extraños personajes y situaciones, como la mujer antropófaga que siente un miedo exacerbante por explicar su inverosímil condición a su mejor amiga o como el hombre que, en una situación extrema para la humanidad, utiliza sus pechos con gesto altruista para amamantar a cachorros de diversas especies animales. Uno de los relatos comienza en un escenario donde varios grupos de padres y madres desesperados transportan carros repletos de muñecas con el propósito de quemarlas en las hogueras gigantes que se han levantado en las plazas de la ciudad. Un inicio realmente impactante.
Marina trata muy bien temas como la locura, el delirio, el amor (eterno y obsesivo). En sus relatos, advertimos que la locura se presenta sin avisar, de repente, sorprendiendo al lector. Es el caso de una anciana que espera semidesnuda la llegada de su amante, figura principal de un cuadro colgado en el salón familiar, mientras rememora esa presumible relación, todo ello contado a partir de e-mails que el hijo escandalizado escribe a su hermano o también como ocurre con el relato titulado “El testamento” con el que Marina comienza con la siguiente frase: “Como cualquier virus, la locura se contagia”, en el que la señora Jacobs se vuelve completamente loca tras no sentir suyo al hijo que ha engendrado. El amor es también un tema compartido por varios de estos relatos. Personajes que aman hasta la saciedad, que encierran a sus amantes en la cárcel conducidos por una pasión irremediable, parejas que hacen el amor sobre una alfombra con la intención de generar energía eléctrica mediante el acto amatorio, novios octogenarios que no han perdido la llama del amor tras el paso de los años… En fin, toda una serie de historias interesantísimas, originales, a veces desconcertantes, pero sobre todo, que no dejan indiferente al lector. Marina asegura con su libro un rato entretenido.
La lectura de Criaturas abisales se convierte poco a poco en una lectura adictiva. Al terminar de leer uno de los relatos, rápidamente se comienza el siguiente con la esperanza de hallar una calidad similar al anterior, un final sorprendente, una historia peculiar, un personaje fuera de lo común y les puedo asegurar que en ese sentido no defrauda en absoluto porque en la escritura de Marina se reúnen todos los ingredientes que necesita un buen relato. Es una suerte que editoriales independientes como Los Libros del Lince apuesten por autores de este calibre. Desde luego, merece la pena conocer la literatura de Marina Perezagua. Otra forma diferente de entender el género fantástico.
Editorial: Los Libros del Lince
Páginas: 146