Revista Europa

Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexiones

Por Desde Hungría
Una vez resuelta (de forma provisional, claro), la crisis de Keleti, el número de inmigrantes ilegales en la capital húngara ha disminuido considerablemente, aunque siguen llegando de manera constante, en su camino a Alemania.
Ahora, el foco migratorio principal se ha desplazado a Röszke, donde en realidad siempre ha estado (pero claro, atrae menos a la prensa, quizás porque el Danubio no cruza partiendo la localidad en dos, como sí lo hace por la bella Budapest). Cada día miles de inmigrantes atraviesan la frontera entre Serbia y Hungría de manera irregular por este punto, donde les espera la policía húngara para que realicen el proceso obligado de registro de inmigrantes y la solicitud de asilo (que muchos rechazan, pues su objetivo es asentarse en Alemania, como ya he comentado en este blog).
Sin embargo, el campamento provisional de Röszke cuenta con una capacidad muy limitada, allí no dan abasto, ni de lejos, a registrar a las miles de personas que llegan diariamente. Muchas se agolpan en tiendas de campaña o improvisadas carpas, o simplemente permanecen al raso, esperando su turno. Estos días, además, el mal tiempo ha hecho su presencia con lluvias y temperaturas alrededor de los 8-10 grados por la mañana, lo cual ha complicado aún más las precarias condiciones en las que viven los inmigrantes. El protocolo de Dublín, que obliga a registrar a todo refugiado en el primer país de la UE que pisa, tan solo se levantó durante unas horas, y de nuevo Berlín y Viena aplican dicho tratado, que está siendo un quebradero de cabeza para las autoridades húngaras. Y este problema se va a hacer crónico si no se elabora una alternativa viable. Y además el invierno viene de camino. Y cada vez llegan más y más inmigrantes.
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexiones
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexiones
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexiones
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexionesInmigrantes en el campamento de Röszke y sus alrededores, donde malviven a la espera del registro de refugiado o de un buen momento para huir de la policía húngara. Estos días la lluvia y el frío han añadido más dureza si cabe a la situación.fotografías: index.hu
De todo este drama migratorio he escrito, y mucho en el blog. He comentado el penoso viaje que realizan desde Turquía estos inmigrantes, de las lamentables condiciones en las que lo recorren, del drama de la guerra y la miseria del que huyen en Siria, Afganistán o Irak. Guerras en las cuales la OTAN ha tenido un papel muchas veces fundamental. Del derecho que toda persona tiene a conservar su vida, su dignidad y de buscar una vida mejor. Pero, sin embargo, no me ha gustado como ha tratado la prensa, en general, el asunto. Y tampoco me gustan muchas cosas "raras" que he visto estos días. Y las cuales hoy quiero plasmar.
En primer lugar, por mucho que se empeñe la prensa, estas personas que llegan a Europa no son refugiados, al menos no en el sentido legal de la palabra. En mis días de estudiante de medicina en la Facultad de Szeged (Hungría), dentro de la asignatura de Medicina Forense, obtuvimos ciertos conocimientos acerca de los refugiados de guerra, cuando este problema en Hungría apenas tenía relevancia. Precisamente porque son los médicos forenses (cuyos pacientes son aquellos que están bajo custodia policial, no solo realizan autopsias como mucha gente piensa) quienes se encargan de asistir médicamente a los refugiados. Aprendimos qué es un refugiado: según la convención de Ginebra, toda aquella persona que se ve forzada a huir de su país de origen para salvar su vida, al ser perseguida allí por su etnia, raza, religión, ideas políticas, etc. Es decir, emigra de su país porque su vida corre peligro y se dirige a las autoridades del primer Estado "seguro" (normalmente fronterizo, por motivos prácticos), para solicitar el asilo. Durante este tiempo, se le proporciona alojamiento, seguridad, alimento, atención médica (he aquí el papel de los forenses), vacunas, etc, hasta que el conflicto de su país termine y sea seguro para ellos regresar.
Ocurre que esto es cierto para muchos de los inmigrantes que llegan a Hungría: escapan de sus países, devastados por la guerra, después de haber perdido seres queridos, haber visto muertos, sangre y destrucción. Algunos de ellos son niños que jamás deberían haber visto algo semejante, y que les marcará de por vida. Pero estas personas cruzan Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría... países seguros, y en ninguno solicitan el asilo, de hecho huyen de las autoridades cuando estas se lo ofrecen. Es decir, no se comportan como refugiados. Y hasta que no realicen la solicitud de asilo no son refugiados, sino inmigrantes ilegales, nos guste o no (a mi no me gusta eso de "ilegales", pero es la definición). No sé si muchos periodistas continúan llamándoles refugiados por pura ignorancia o para manipular las noticias (como es más dramático consiguen más audiencia). Sinceramente no lo sé, pero no se me ocurren más motivos. El problema es que incluso el departamento de la ONU para los refugiados, ACNUR, se ha quejado de esto, ya que se está abusando del término refugiado y por ello diluyendo la importancia y seriedad de los que realmente son refugiados. Porque toda persona tiene derecho a lograr una vida mejor en Alemania, faltaría más, pero entonces llamémosla inmigrante económico y no mezclemos las cosas.
Por otra parte, me mosquea el hecho de que prácticamente todos quieran ir solamente a Alemania, coreando el nombre del país germano y con fotos de Angela Merkel, a quien tienen casi beatificada, por su camino. No me gusta porque no sé quién les ha dicho que Alemania es el paraíso. La propia Merkel declaró que Alemania acogería a todo aquel refugiado que lo solicitase (el cual ha creado un "efecto llamada" enorme), pero este hecho aislado, en mi opinión, no explica que cientos de miles de personas hayan decidido, casi a la vez, irse a Alemania de manera irregular atravesando media Europa. Porque vienen de Siria, país que lleva 4 años en guerra civil, o de Afganistán (que llevan en guerra prácticamente desde que Estados Unidos comenzase a apoyar a los talibanes para destruir el régimen socialista que gobernaba el país hace décadas, no nos olvidemos). ¿Cómo es que de repente todos se quieren ir a Alemania? Y por la indignación que muestran cuando las autoridades se lo impiden, me atrevería a decir que quien les ha prometido "El dorado alemán" también les ha dicho que el viaje sería poco menos que un camino de rosas.
No me fío en absoluto de las casualidades: resulta que en plena crisis económica europea, la UE, que en su día decidió dar la espalda a los ciudadanos y sus derechos básicos (vivienda, sanidad...) en favor de los grandes bancos, al obligar a los gobiernos europeos a recortar el presupuesto social para pagar la deuda soberana comprada con dinero público a la banca privada, bueno, resulta que ahora la UE es la madre Teresa de Calcuta y dice que va a acoger a todos los "refugiados" de Siria y demás países en conflicto (que no olvidemos, casualmente vienen "de repente"). ¿Es realmente solidaridad, o algo orquestado para lavar la pésima imagen que tiene la UE a raíz de esta crisis económica y social en la cual ya llevamos casi una década?
Y además ojo, que va el gobierno alemán y dice que ellos acogen a todos los refugiados pero que luego los distribuirán por los países de la UE. ¿Con qué criterio decidirán quién se queda en Alemania y quién se va a España, por ejemplo? No podría ser esto un plan genial para quedarse a todos los ingenieros, médicos, economistas (muchos de los que huyen de Siria tiene títulos universitarios), quienes además, pueden bajar aún más el precio de la mano de obra en el país germano, acosado últimamente por las huelgas de sus trabajadores? ¿Es esta una segunda fase para hundir aún más el mercado laboral europeo? Y para más casualidad, resulta que justo después de que este "plan genial" de Alemania fuese rechazado por la mayoría de gobiernos europeos, se publica la terrorífica y tristemente famosa fotografía del niño ahogado en una playa turca. Horas tardaron la mayoría de países europeos en aceptar el sistema de cuotas a raíz de aquello. Y sin que nadie hiciese más preguntas. ¿La doctrina del shock? Y no olvidemos que el 80% de estos inmigrantes que llegan son hombres jóvenes, en edad de trabajar, aunque muchos periodistas solamente fotografíen a la típica madre siria con pañuelo en la cabeza sosteniendo a su bebé (con la que obviamente van a vender más periódicos, pero no refleja fielmente la realidad).
Se acusó a la UE de insolidaria, incluso he llegado a ver la bandera de la UE donde las estrellas amarillas son alambre de espino. Precisamente si hay un continente que más activamente colabora con ONGs, que tiene un sistema de acogida y ayudas a los inmigrantes más desarrollado y con leyes más tolerantes e igualitarias, ese es Europa. ¿Donde está Estados Unidos, el que bombardeó Irak o Afganistán? ¿Quizás aún buscando las invisibles armas de destrucción masiva? Pues USA acoge a 1.500 refugiados sirios. En comparación con los 160.000 que acogerá la UE. No he visto las "barras y estrellas" convertidas en "barrotes y alambre de espino", por ejemplo. Y no hablemos ya de los ricos emiratos y reinos árabes. ¿Donde está la solidaridad de Arabia Saudí, Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes, Kuwait... con sus hermanos musulmanes sirios y afganos? En ningún sitio. Y no veo quejas por ello. ¿Donde está Naciones Unidas? Esa organización creada por los ganadores de la 2º guerra mundial, quienes tienen derecho a veto (los demás países, a escuchar y obedecer).
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexionesPaíses de oriente próximo que acogen a los refugiados sirios.fuente: prensalibre.com
Mucho se critica a Hungría (aunque en realidad no es nada nuevo, ya estamos acostumbrados a ello) por cómo está acogiendo a los inmigrantes que llegan a las fronteras. Sin duda, en parte con razón. Yo mismo he denunciado las condiciones de los inmigrantes y he descrito como son los campamentos de las autoridades húngaras. Pero poco o nada he leído sobre la labor de los miles de voluntarios húngaros que cargan y reparten comida, agua, pañales, medicinas, mantas y ropa entre los inmigrantes. De la policía defendiendo a los inmigrantes de militantes de extrema derecha, o cortando el tráfico de la autopista para salvar las vidas de aquellos que imprudentemente eligieron ese camino para ir a Alemania.
Nadie dice que Hungría es uno de los países más pobres de la UE. No hace falta que venga gente huyendo de la guerra para ver imágenes de niños pasando hambre porque sus familias, con sueldos de 200 € no pueden darles de comer todos los días, o imágenes de jubilados que fallecen en invierno porque con su pensión de 100 € no pueden pagar los recibos de calefacción. Esto es la Unión Europea. No se habla de Audi o Mercedes, empresas alemanas que vienen a fabricar a Hungría coches de lujo por sueldos de 300 € al mes para los sufridos trabajadores húngaros, quienes fabrican los coches o las lavadoras que los occidentales disfrutan. Porque la propia Hungría podría llenar campamentos con sus propios ciudadanos (40% de húngaros en situación de pobreza, dicen algunos estudios). No hay autobuses para trasladar a los inmigrantes con celeridad a los campamentos porque tampoco los hay para los húngaros, que se desplazan por el país en autobuses o trenes saturados, llenos de gente de pie en los pasillos durante horas, pagando precios por los billetes similares a los de Europa occidental.
Tampoco ayudan las ideas del primer ministro húngaro Viktor Orbán, ni mucho menos. Ni sus carteles xenófobos en Hungría, ni sus declaraciones sobre mantener la pura Europa cristiana. Eso le resta credibilidad cuando, a veces, habla de manera sensata. Como el otro día, cuando dijo que este problema lo había cocido Alemania, o pedía a los inmigrantes que no viniesen a Europa porque el camino era peligroso (mafias que trafican con personas, como los 71 muertos del camión de Austria, los cientos de ahogados en el mar Egeo y el Mediterráneo, los atracos a inmigrantes en Serbia y Macedonia) y nadie podía garantizarles que una vez llegados a Europa se les fuese a conceder el asilo (se siguen rechazando a la mayoría). Que países como Turquía eran seguros si solo buscaban salvar sus vidas. Dijo una gran verdad, y se llevó los palos de turno.
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexionesEl gobierno húngaro está construyendo una segunda valla junto a la ineficaz primera.fotografía: index.hu
Precisamente se acusó a Hungría de poco solidaria y se comparó con la de los húngaros que se refugiaron en Austria en la revolución del 56. Húngaros que han recordado que ellos no cruzaron ilegalmente la frontera, sino que se dirigieron a las autoridades austríacas, malvivieron en campamentos improvisados hasta que consiguieron trabajo y vivienda, y en ningún caso tiraron la comida o el agua que se les ofrecía (como algunos inmigrantes han llegado a hacer estos días) porque no les dejaban viajar al país de su elección.
Las autoridades húngaras ejecutan el protocolo de Dublín, que les obliga a registrar a los inmigrantes y refugiados. La propia Alemania o Austria se lo exige. Si no, los mandan de vuelta a Hungría. Tan solo durante unas horas la noche del 4 de Septiembre este acuerdo estuvo suspendido. Por eso Hungría no deja a los inmigrantes atravesar su territorio de manera irregular. Porque Alemania es muy generosa de acoger a 800.000 refugiados y luego distribuirlos por Europa a su antojo, pero no de crear un "corredor humanitario" desde la frontera serbo-húngara hasta Munich (corredor que han ofrecido los países del grupo Visegrád: Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rep. Checa). En lugar de eso, Austria para los trenes en la frontera y obliga a bajar a los indocumentados, que son devueltos a Hungría, para que se les registre. Pero de esto apenas se habla. Los palos, todos a Hungría. Porque el sistema de cuotas es la genial idea de Alemania y el eje supersolidario Merkel-UE. Veremos qué hace cuando le lleguen 6.000 inmigrantes a su frontera todos los días, como ahora le llegan a Hungría.
Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexionesLas autoridades húngaras no dan a basto para organizar y registrar a las oleadas de miles de inmigrantes que llegan diariamente al país magiar.fotografía: index.hu

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