Cristina como la Restauradora de leyes

Desde las páginas del Clarinete, el inefable Julio Blank empezó a aventar el fantasma de peligro de la república ante la amenaza y los aprietes del ejecutivo. Con el título "Domesticar a los jueces, controlar todo el poder", lo que denuncia el mercenario vocero de Magnetto es que las intenciones de Cristina es concentrar la suma del poder público y proclamarse como la "Restauradora de leyes", emulando a Juan Manuel de Rosas. Desde luego, si hubiera hecho esa analogía (que no sería para nada extraño) sería una pelotudez extrema, pero para llegar a este grado de delirio no hizo falta manifestarlo expresamente, sino enumerar la famosa receta del avance del kirchnerismo ante las instituciones de la Republica.Paradojicamente, el Grupo Clarín tiene un amplio prontuario a la hora de amenazar, conspirar, controlar y sobornar jueces a gusto y piacere para llevar aguas a su molino y así asegurar su predominio hegemónico. A pesar que desde su asunción, el kirchnerismo buscó transparentar y asegurar la diversidad y la independencia del poder político de turno por el lado de la Suprema Corte, a diferencia de los años del menemato (donde precisamente Clarín no se escandalizaba en absoluto).Esa defensa de la independencia del poder judicial que pregona Clarín, no es más que asegurar ese statuquo del poder más conservador y antidemocrático de la Constitución, siempre sensible a las demandas y a la protección de las corporaciones económicas de turno y de las sectores dominantes pseudofeudales de las provincias. Una justicia que se presenta a espaldas de las demandas y exigencia de la población, se requiere con urgencia un plebiscito popular para exigir una reforma constitucional que estudie severamente una auténtica democratización del poder judicial. Someter a discusión y poner en agenda pública la discusión sobre las corporaciones, parece ser a los ojos de Clarín y de los medios formadores de opinión una amenaza para la república. Nada más lejos de eso, y basta repasar desde el 2003 el modo de proceder del kirchnerismo. Avanzar en la profundización no significa concentrar todo el poder, sino que se trata de barajar y dar de nuevo pero apuntando a la multiplicidad que favorezca la justicia social.