Revista Cine

Crítica de cine: Melancolía

Publicado el 10 noviembre 2011 por Lapalomitamecanica
Todos merecemos morir porque estamos como putas cabras
Crítica de cine: Melancolía
Nota: 6
Lo mejor: un reparto muy bien exprimido y el tema principal de la banda sonora.
Lo peor: que Von Trier lo sigue haciendo difícil a posta.
Me gustaría saber si el odio que le tiene Lars Von Trier a la humanidad -pefectamente representado en esta película sobre un planeta que nos jode vivos- es comparable al amor que se tiene a sí­ mismo. Eso es lo que parece confirmar Melancolía, la doceava cinta del realizador danés, que en este caso sigue su tónica habitual al contarnos una historia interesante pero haciendo del camino una tortura tanto como para los personajes como para el espectador.
No me entendáis mal, si tienes el culo pelado en el movimiento dogma europeo y tu habitación decorada con pósters de Sofía Coppola, entonces Melancolía te parecerá un viaje exquisito a las profundidades del alma y un más que recomendable discurso sobre la aceptación de la mortalidad y la vacua existencia del ser humano. Pero para todos los demás, se trata de otra masturbación audiovisual por parte de un director que chorrea ego y pretenciosidad disfrazados de intimismo. Porque parece imposible que ver a Kirsten Dunst haciendo pis en un campo de golf no sea un experiencia enriquecedora si viene de la mano de Lars Von Trier.
Crítica de cine: Melancolía
De la anécdota que cierra el párrafo anterior podéis deducir que nuestra protagonista Justine (Kirsten Dunst) tiene serios problemas mentales. Concretamente, una depresión de caballo con algún brote psicótico que utiliza como excusa para comportarse como una aténtica zorra con su futuro marido (Alexander Skarsgard) y con el resto de su familia en general, que compiten entre si por ejemplificar las diferentes formas de la peor cualidad de la que es capaz el ser humano: el egoísmo (de ahí que todos merezcamos morir). A todas luces un ambiente nada idóneo para celebrar su boda en la lujosa mansión familiar, a lo que la aparición de un planeta que amenaza con colisionar contra la tierra no ayuda demasiado.
Como muchos temíais, la inminente colisión de Melancolía con La Tierra es más una excusa para enmarcar las relaciones de los personajes que el eje del argumento en sí­ mismo. Pero al contrario de lo que sucedía en la reciente Otra Tierra, aquí­ la trama contextual sí que ostenta el peso mínimo en la historia (con el personaje de Sutherland como principal apoyo) dejando algo a lo que agarrarse al espectador que acuda al cine un poco perdido.  Porque aunque son pocas las secuencias protagonizadas por el planeta invasor, en ellas se aprecia un cuidado estético importante y que demuestran que Anticristo sirvió para algo más que para crear un nuevo monstruo del género de terror: el culo de William Dafoe. El problema es cómo está dirigida el resto de la película.
Crítica de cine: Melancolía
De hecho, durante los primeros minutos del film en los que se adelanta su final con el inevitable choque de planetas asistimos a un par de secuencias totalmente ajenas al estilo del realizador y que parecen postales de fantasí­a, como si fueran descartes de El Arbol de La Vida. Y por un momento y a pesar de la cámara superlenta pueden hacer creer que Von Trier finalmente se ha comprado un trípode y ha dejado de dar órdenes a sus asistentes para que golpeen a las cámaras durante las grabaciones (ya sabéis, que si no tiembla, no es indie de autor) Pero no. Estamos en lo de siempre: perdida voluntaria del eje y planos demasiado largos.
Pero aunque Von Trier haya grabado el film sin perder de vista su ombligo lleno de ilustradas pelotillas de papiro de Alejandría, si Melancolía aprueba es porque todo su reparto esta en un nivel de sintonía con sus personajes digno de admiración. Kirsten Dunst tiene bien merecida la Palma de Oro a la mejor actriz en Cannes no solo por cumplir las fantasías de aquellos que de chavales teníamos , pero la otra protagonista del film, Charlotte Gainsbourg, no tiene absolutamente nada que envidiarle. Las apariciones de veteranos curtidos en mil batallas como John Hurt (el padre), Stellan Skarsgard (el jefe) y Charlotte Rampling (la madre) también son siempre de agradecer e incluso el limitado Kiefer Sutherland (hey, que yo soy el primer fan del tipo, pero hay lo que hay) resulta muy creíble en el rol del cuñado altivo y con carácter de la protagonista.
Crítica de cine: Melancolía
Normalmente, las películas sobre el fin del mundo intentan equilibrar el aspecto más pirotécnico con la desesperación del momento. Melacolía se queda solo con lo segundo llevándolo al rincón más oscuro y desesperanzador a través del retrato concienzudo hasta el hastío de la relación entre dos hermanas más inestables que un flan de agua sobre la barriga de Homer Simpson. Lo que la convierte directamente en una película aburrida pero no necesariamente mala. De esas a las que es mejor ir sobre aviso. Aunque bueno, el Von Trier ya viene bien grande en el póster.

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