La noche de fin de año siempre ha dado mucho juego cinematográficamente hablando. Gran número de películas de diversa índole, procedencia y calidad han ubicado su momento culminante en esta fecha tan señalada: una obra maestra incontestable como El apartamento; el filme que nos explicó por qué los hombres y las mujeres no pueden ser amigos, Cuando Harry encontró a Sally; una historia de ciencia ficción que daba la bienvenida al año 2000, Días extraños; un paseo romántico e independiente por un Los Ángeles en blanco y negro, Buscando un beso a media noche; o las vidas cruzadas de unos cuantos neoyorquinos en clave navideña, Noche de fin de año. La nómina de directores y directora no suena nada mal: Billy Wilder, Rob Reiner, Kathryn Bigelow, Alex Holdridge y Garry Marshall.
Con desigual suerte, José Corbacho y Juan Cruz van a pasar a formar parte de este curioso club por doble motivo. A la anécdota dramática se une el hecho de que el día escogido por la distribuidora para hacer llegar el largometraje a las salas comerciales es el mismo en el que transcurre una trama que viene a contar, en tono de comedia negra, los avatares que sufre un variopinto grupo de viajeros, y la no menos singular tripulación, del AVE que sale de Barcelona a las 17:30 del 31 de diciembre camino de Madrid cuando una avería provoca que el convoy se detenga en mitad de ninguna parte y se vean obligados a pasar las últimas horas del año juntos.
A pesar del bagaje de los dos realizadores; con un sorprendente debut, Tapas, Goya a la mejor dirección novel, y una segunda cinta de menor fuste aunque no exenta de interés, Cobardes; cuando uno, después de leer esta sinopsis, se detiene a mirar el cartel promocional no puede apartar su pensamiento de Los amantes pasajeros, el fallido último trabajo de Pedro Almodóvar, y le da por pensar que se ha calcado sospechosamente la premisa argumental cambiando el avión por un tren de alta velocidad. Por desgracia, la primera parte de Incidencias parece confirmar los malos augurios y esa deriva descendente de lo que parecía una prometedora carrera: los gags no terminan de funcionar, con el agravante de la sobreactuación permitida a intérpretes como Ernesto Alterio o Lola Dueñas por parte del dúo regidor.
Debido a las bajas expectativas generadas por esta similitud en el planteamiento, el giro hacia temas de mayor peso dramático, como la corrupción, el terrorismo yihadista o la independencia de Cataluña, que sobreviene mediado el metraje sorprende positivamente, y si bien no es capaz de enderezar totalmente el rumbo de una nave que de inicio había tomado una deriva muy peligrosa, sí que deja mucho mejor sabor de boca del que se preveía, con agradabilísimas sorpresas en el apartado actoral que compensan algún que otro borrón un tanto grosero. Por encima de un valor seguro como Carlos Areces, nos quedamos con una magnífica Toni Acosta que debía haber obtenido una nominación a los Goya.
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Incidencias
Dirección: José Corbacho y Juan Cruz
Guión: Jaime Bartolomé, José Corbacho y Juan Cruz
Intérpretes: Carlos Areces, Toni Acosta, Roberto Álamo
Música: Arnau Bataller
Duración: 90 min.
España, 2015